Luego de un EP, llega el álbum debut de esta banda de un solo integrante
llamado Vidi, quien se encarga de todo en esta producción, y que
utiliza muchas variantes para sus canciones que en muchos instantes se
inclinan hacia el black metal, pero en otros se salen del molde para entrar en
otros terrenos, que incluyen el doom, post-rock, rock atmosférico, etc.
Las canciones están cantadas en francés, y basa sus letras en el poeta francés
del siglo XIX Paul Verlaine, que coincide con la portada del álbum obra
del pintor de la misma época de Verlaine,
Pierre Puvis de Chavannes, "Le Reve"....todas las canciones son de muy buena calidad, tienen ese elemento oscuro,
melancólico, y melódico que le dan un toque especial al sonido de este
proyecto, la voz puede encajar en el black metal, sin embargo es mas
similar a la voz que usaba Johan Hedlund en los inicios de Tiamat.
Desde el inicio con "Mandoline" se siente musicalmente ese aire
distinto, épico, y realmente para ser un proyecto solitario es de admirar.
Otras se acercan mas al black atmosférico de manera mas evidente como
en "Il Pleure Dans Mon Coeur", incluyendo blast beats. Pero tampoco pasan desapercibidas las
melodías de "Colloque Sentimental", "Walcourt" o la progresiva
"Dans L'Interminable.
Un disco altamente recomendable, no tiene pierde, sobretodo si eres de los que
busca expandir mas la definición de ciertos estilos como el
black metal o el metal extremo en sí.
Estilo Musical: Extreme Music / Noise / Experimental / Mathcore
The Sound That Ends Creation es una banda que la desconocía completamente, y veo que Chris Dearing como único miembro de la banda desde el 2015. Tiene una carrera prolífica con 6 EPs incluyendo este “Boomers, Zoomers, Desperate Coomers”, además de sencillos, demostraciones y un Split con Focusrights. Donde la música de este prolífico músico es una mezcla entre metal extremo, jazz, matchore y muchas dosis noise que terminar siendo técnicas y hasta progresivas en un grado más retorcido.
Cuando usualmente hablo con otras personas acerca de bandas como The Sound That Ends Creation, la mayoría suele catalogar a la música como algo más experimental o de ruido en muchos sentidos, y se cree que este sonido fue creado a inicios de los 2000s o tiempo después, y veo que muchas de estas bandas no le dan el correcto posicionamiento que tuvo Mr. Bungle en los 90s o lo que hicieron los canadienses de Unexpected con “In a Flesh Aquarium” (2006). Donde todo era colocar ruidos, formas y ambiciones extremas con muchas dosis metaleras y muchas cosas más Noise, donde el trabajo de los alemanes de Einstürzende Neubauten es realmente una gran influencia para este tipo de bandas que quieren hacer las cosas cada vez más brutales, agresivas y sin límites. Y demuestran que pueden hacer lo que quieran con muchas influencias y sin algo en particular en su música.
Desde que todo empieza con “Jivin' and Vibin” y termina con “It’s Going to Be a No From Me Dawg”, todo el caos técnico, noise y cuasi progresivo que existe es de admirar, porque existe mayor experimentación en la música de The Sound That Ends Creation que de cualquier otra banda extrema en el mundo. Y ojo acá el aspecto de que sea metalero o no metalero, es un detalle que queda desterrado de ideas de como se debe considerar su música, esto es algo bruto y de mucha paciencia. Pero cuando le encuentras el sentido y tienes experiencia en este estilo musical, pues todo es un placer de escuchar, y lo único malo es la duración de 21 minutos que pudo ser más, porque para gente como yo que tiene intereses raros en este lado de la mpusica, es muy corto, si lo comparamos con “In a Flesh Aquarium” (2006), “Disco Volante” (1995), “Stahlmusik” (1980) o “Calculating Infinity” (1999). Álbumes enfermos y de más 30 a 40 minutos de duración.
“Boomers, Zoomers, Desperate Coomers” es una mezcla impresionante de muchos estilos en este sexto EP de The Sound That Ends Creation. Y gracias a este, estuve inmerso en la música de todas sus producciones y esperando una larga duración para poder al máximo placer la música vertida en cada uno de ellas. Excelente presentación.
Calificación 10 / 10
Lista de Canciones:
1. Jivin' and Vibin'
2. Just as You Have Planted Your Seed, I Will Plant My Seed in You
Segundo álbum de este proyecto, fruto del pensamiento e idea de John Steven Morgan, quien se encarga de todo en esta grabación, sobre todo del instrumento que
reina en su música, que es el piano, así es, tal como lo leen este proyecto
hace una especie de "piano black metal" en donde la batería a medio
tiempo principalmente encaja muy bien con el sonido de un piano que ejecuta
melodías y bases que le dan ese toque siniestro y oscuro, que junto con la voz
completan un combo de black metal, si es que el término metal sería
apropiado, y que al final logran la atmósfera que este estilo siempre reclama.
Siete canciones para una hora de música te dan la señal de que cada canción es
extensa, y en donde se da rienda a distintos pasajes, que asemejarían a una
especie de obra teatral en tu mente, con una voz que usa un rango agresivo a
otros como de desesperación y desgarro, en un momento llegas a obviar el
sonido de la guitarra distorsionada aquí, señal de que quizás el término
"metal" no solo involucra como ingrediente obligatorio a las cuerdas
distorsionadas de una guitarra, instrumento insignia del rock y el metal en
general, pero escuchando este disco puedes cambiar de parecer, sobre todo
cuando pareciera que en "Severed" hubiera guitarras
distorsionadas, no creo que Morgan ensucie su estilo o lo que quiera
lograr añadiendo guitarras, por lo tanto presumo que lo que se escucha detrás
de los blast beats de esta canción (bastante larga, por cierto) son
sintetizadores.
En fin, un disco raro, que te hará redefinir el concepto de lo que uno puede
llamar metal.
En el mundo de la música siempre hay una constante exploración por lograr
tendencias nuevas, experimentos que se hacen para lograr un producto original
que sea una mezcla que cale en el oyente. ¿Se imaginan música solo hecha por
el sonido de dos bajistas y un baterista?. Parece una idea algo loca, pero
The Omnific es precisamente eso. Dos bajistas con una técnica elevada
haciendo música con un baterista preciso y que le da el toque fuerte y pesado
a las canciones.
The Omnific son: Matthew Fackrell y
Toby Peterson-Stewart en los bajos y Jerome Lematua en batería.
La música de estos bajistas está repleta de distintas técnicas que pueden
usar, sobretodo el slap, cosas mas oriundas del funky que de
otros estilos. La creación de armonías entre ambos bajos es de admirar, la
manera de que el baterista realza la música cuando debe, hace que quedes
sorprendido al instante, se escucha (si no me equivoco) el sonido de teclados
por momentos que logran darle alguna claridad a sus melodías.
Destacaría canciones como "Antecedent", "The Labyrinth Chronicles", o la que tiene momentos mas veloces como "Scurryfunge". Aunque debo admitir que los mejores momentos son cuando hay esa mezcla con
el teclado que le da ese toque "espacial" o atmosférico, es ahí cuando al
menos yo disfruto mas de escuchar este disco. El resto es un abuso de
slap
y de los sonidos conocidos del instrumento de las cuerdas gruesas.
Si te gusta lo progresivo, experimental, y si te gustan los sonidos del bajo,
este disco te hará pasar buenos ratos. Interesante.
Las nuevas expresiones musicales y las nuevas formas de escuchar música por la mayoría de personas, están cambiando la perspectiva de la música en todo sentido. Y dentro de este tema, existe un patrón que se tiene que remarcar siempre, veo que, a nivel publicitario, esta primera producción del argentino Javier Areal Velez está enfocado como álbum, pero eso no debería de ser así, ya que todos los estamos en este mundo extremo, experimental desde hace más de 30 años estamos en contra de que un disco de 22 minutos se le diga álbum y no EP. Porque poco a poco se tiene esa idea de acortar las cosas en los formatos, ya que un álbum tiene que tener una duración de 30 minutos a más y un EP de 15 minutos a máximo 29 minutos, así es la regla universal. Ya que, si consideramos a un disco de 18 minutos como álbum, de acá unos años, una canción de 5 o 7 minutos será un álbum completo y ya no se tendrá el enfoque de álbum, y ya se creará material físico para coleccionar, y eso será una gran pena a nivel general. Así que, me opongo rotundamente a colocar álbum a una presentación de menos de 30 minutos.
Explicado ese tema, se tiene la primera producción de Javier Areal Velez llamada “rrrrrrrrrr tKtK”, donde la música es experimental detalle, no vas a encontrar coros, cosas con ritmo o cosas con sentido para que estés coreando solo en tu cuarto, carro, moto o donde sea. Entonces, este tipo de música se tiene que tener mucha predisposición, porque tiene ese factor experimental a cada segundo y esta fuertemente influenciado por lo hecho en los 80s por Einstürzende Neubauten o bandas japonesas como Kingdom Of Noise, quienes desarrollaron ese sonido a base de cosas no simétricas o parametradas, y por ende el grado de entendimiento va más allá de solo tener que cantar un coro o estrofa en cualquier instancia, y se tiene que poner mucha atención a lo que esto puede llegar a reflejar en los oídos de una persona, porque no cualquier persona esta dispuesta o tiene la base para entender esta corriente noise y experimental que nació en lo 80s y ahora tiene un nuevo exponente en Argentina.
Desde que todo empieza con “oïoï” y termina con “tlliaaeéeéeéauot”, los ruidos, efectos producidos por la retroalimentación de los amplificadores, rasgueos de cuerdas con la púa subiendo y bajando, muchas veces pueden sonar exasperantes. Y luego escuchar otros ruidos en medio de la guitarra, son detalles que tienes que tener el 100% de atención, no es algo de digerir simplemente en una o dos escuchadas, sino tratar de adentrarte en la música de este señor y ver todo el mapa noise que tiene la banda. O quizá como en “KrTvvTcccT” las cosas se ponen más ásperas a los oídos y existe un uso de más efectos en la guitarra que le dan ese sonido enfermizo y oscuro a su música, como estar ante la presencia de un exorcismo y solo puedes escuchar punteos deformados y golpes a los trastes que hacen de esta canción una de las mejores de todo el EP.
“rrrrrrrrrr tKtK” es un buen inicio para Javier Areal Vélez, que tiene las cosas claras, y como lo dije, adentrarte en el plano completo te dará un mundo de alternativas sonoras, que pueden entenderse de dos maneras, música y otras solo bulla exasperante, y que se necesita de una base para entender todo. Sino la tienes, pues te recomiendo que no la escuches, pero si ya sabes de que trata el mundo noise / experimental, este será una pieza más dentro de lo ruidoso que puede llegar a ser la música de este argentino.
Estilo Musical: Rock Psicodélico, Goth Heavy Rock, Experimental, Blues
Estamos ante un álbum de puro post psychedelic rock, lisérgico y tan hippie como una versión pesada de Jefferson Air Plane. Pero si es que, Jess, su cantante tiene una potente voz capaz de partirte no solo los tímpanos, también, los huevos. Aunque, la chica puede matizar muy bien su voz y moverse como sierpe entre diferentes coloraturas y matices vocales. Es que Jess, sin lugar a dudas es el alma de la fiesta. Su trabajo vocal es la perla escondida detrás de todo el despliegue instrumental característico de bandas como esta, Guitarras con ese sonido sesentero, baterías de hard blues y lo que parece ser un órgano Hammond, que por un lado se convierte en una base armónica bastante oscura y llamativa y por otro, nos coloca ese sonido retro y psicodélico. JATAO (sigla que parece más el nombre de una motocicleta china) es un actual quinteto oriundo de Kuopio, Finlandia, conformado en el año de 2010. Seguramente, Vertigo es un álbum que no podría ser producido sino por un sello tan ecléctico como Svart Recs, viene a ser el cuarto disco de estudio, en los más de 10 años de carrera musical.
Me gustó la vibra ocultas sacada de películas de terror como El exorcista, escuchar la canción “Talking Board” (Tabla parlante) como una alusión a la tabla ouija que Reagan Theresa McNeil (Linda Blair), la niña de 10 años en la película, que utiliza la Ouija para comunicarse con el Capitán Howdy, que no es otro sino, el demonio Pazuzu. Asimismo, otro de los toques de horror que tiene este disco, son los samples con la voz del mítico actor Vincent Price. Buen disco, me parece equilibrado, con muchas influencias, Blues, Rock, Folk, Rock Psicodélico. Hay buenos cortes de los que se puede hablar, pero escogí el tema que cierra este álbum: “Strange Erath Illusion” una épica canción de 11 minutos con 34 segundos, en la que JATAO pone todo lo que sabe a funcionar. Hay secciones de Rock Psicodélico fusionada con stoner Doom, solos de guitarra con mucho feeling blues y la mega potente voz de Jess, quien canta como una versión demoniaca y fantasmagórica de Grace Slick.
Grabado y mezclado en 2 estudios diferentes: Studio Sound y Moonshine; este último, es al parecer el estudio en que la banda siempre ha grabado sus anteriores trabajos musicales. Larga duración producido con la colaboración Anders Petersen en la masterización y por Jari "Tupi" Tuomainen en la ingeniería y mezcla. Arte de Tommi Hoffren, es una pintura de tonos oscuros que ilustra un tipo de tornado? no está mal y además no da ni una sola pista de lo que se puede escuchar al interior del disco cuando uno da play. Disponible desde este próximo 21 de mayo, en formato CD y LP en color negro, verde y verde humeante? Eso hay que verlo. Escúchese a todo volumen, algunos, además sugieren que se arme y encienda el porro más grande que pueda, y si tiene, ingiera papelitos Hoffman. Ojo, vale aclarar que no nos hacemos responsables de lo que salga de la mezcla de psicodélicos y la música que JATAO.
Octavo álbum de estudio de esta banda, que explora mas allá de los límites del
black metal convencional, añadiendo sonidos que sumados, al final
logran un producto totalmente raro, atmosférico, épico y oscuro, que te
transporta a otra dimensión.
Inferno son: Adramelech en voz, Sheafraidh en batería,
Ska-Gul y Morion en guitarras. El disco fue producido por
Stephen Lockhart.
Las canciones aquí tienen la suficiente oscuridad y atmósfera tétrica como
para ser considerada black metal, pero una vez mas no tenemos las
clásicas letras de satanismo u ocultismo que podrías pensar. Este disco se
basa en el libro "El cosmos y la auto creación" del autor
Michal Ajvaz, "El renacer del tiempo" del físico
Lee Smolin y sobre todo "El libro rojo" de Carl Jung.,
todos estos libros inspiraron a la banda para lograr temas que están dentro de
lo psicológico, la cosmología y el horror.
Las voces se escuchan como guturales perdidas en el espacio o en lugar cercano
al vacío o al mismo infierno. Este disco es para echarse a viajar por paraísos
mentales tal como se escucha en "The Wailing Horizon" en cuya
mezcla de blast beats, y sonidos extraídos del mismo oscuro vacío
cósmico, parecieran una canción instrumental, pero las voces se pierden dentro
de esa "masa" sónica desde las profundidades espaciales del universo. La que
se diferencia mas de este sonido es "Phosphenes" que junto con
la introducción son las de menor duración, y que tiene en vez de
blast beats, ritmos mas lentos pero sin perder esa atmósfera, al igual que
"Ekstasis of the Continuum".
Extraña, pero efectiva forma de black metal, yendo mas hacia adelante y
no quedándose en lo mismo, tanto en contenido filosófico como musical.
Interesante y mas que eso.
Calificación: 9.2/10
Lista de Canciones:
01. Decaying Virtualities Yearn for Asymptopia
02. The Wailing Horizon
03. Descent into Hell of the Future
04. Phosphenes
05. Ekstasis of the Continuum
06. Stars Within and Stars Without Projected into the Matrix of Time
El año pasado tuve la suerte de hacer la reseña del disco que lanzaron en
aquel entonces, música sorprendente, alejada del metal, pero con la atmósfera
interesante que la banda con su compleja instrumentación logra.
Ha pasado otro año y la banda no se detiene, esta vez ampliando la alineación
y quedando con Guillaume Cazalet (CZLT) guitarra y
voz, Jean Jaques Duerinckx en el saxo barítono y saxo
soprano, Didié Nietzsch en los sonidos digitales, Reshma Goolamy en el bajo, Joaquin Bermudez en el baglamá o saz, Romain Martini en guitarra, Lucas Bouchenot en percusión, Stephane Fedele en batería y Alice Thiel en sintetizadores. La pintura
de la portada se llama "Sacrificios" y fue hecha por Hervé Scott Flament. La música fue grabada en directo el 11 de Marzo del 2020 en Bruselas.
Este nuevo álbum consta de una sola canción de poco mas cincuenta minutos, que
una vez mas nos lleva a pasajes etéreos y paisajes mentales, una especie de
pista de sonido para un viaje al espacio o al destino que indique tu mente al
escuchar estos sonidos. Hay de todo, pero al menos en los primeros diez
minutos bastante música ambiental, y muchos sonidos espaciales hasta el minuto
veinticuatro en el que se escucha una batería al fin que es como que te
hiciera aterrizar, o te quiera poner al tanto de algo, y quizás ese algo sean
las voces que se empiezan a escuchar, primero en plan música oriental, luego
voces narradas masculinas como un mensaje recóndito desde algún lugar perdido.
Pasando la media hora, las cosas cambia de rumbo, es como una especie de
pausa, hasta la señal del hihat de la batería que da
paso a algunas partes melódicas, solos de saxo soprano, otra vez la voz
narrada y por el minuto treinta y ocho una voz gutural irrumpe, mas que
gutural, es una voz de rencor y enojada que le dan el toque mas pesado a esta
extensa canción, que concluye con una especie de caos, bastante adecuada para
lo que has escuchado.
Una vez mas, esta es música para mentes abiertas, no hay metal aquí, sí
bastantes sonidos complejos que no son puestos al azar, todo está bien
ensamblado para proporcionarte un buen viaje mental.
Proyectos electrónicos que recuerde, realmente muy pocos, salvo cuando regresó muy atrás a mi infancia y recuerdo los noticieros musicalizados por temas de Jean Michel Jarre o Vangelis, música que después descubrí y de la cual me hice adicto, pensar que me dedique un tiempo a la edición de videos solamente por conocer canciones completas de los álbumes Oxygene de Jean Michel Jarre.
Y esto a que viene? este es un blog de metal, pero en el metal hemos tenido muchos aportes brutales y ensordecedores, muy cercanos a la música electrónica, por mencionar algo reconocido, pues esta Mortiis con su Dungeon Synth, o los últimos Ulver que se mandan con unos viajes sin explicación.
Pues Collapse Culture no es ni lo uno ni lo otro, es música electrónica que nace detrás de las paredes mientras en las calles la gente iba cayendo como moscas y nada más entretenido que crearte un universo musical lleno de sonidos que puedan abstraerte y llevarte a donde la imaginación lo requiera, sea sublime o sea grotesco, creo que esa es la capacidad de la música electrónica, crear un puente entre la mente y el exterior, obviamente un exterior programado en computadoras o sintetizadores que mas da.
Como podría decir a que va o a que no va, si considero esta música como personalísima, pero para que entiendan un poco de que va esto, les mencionare que si hay unos temas que tiene ritmos bastante pegajosos que marcan de principio a fin y hacen que sean más digeribles, estos son Dead Channel, Opprobrium, Kintsugui y alguno más que se me va.
Pero los demás como Intermezzo, The Mother Vine o Total Clarity que cierra de forma magistral con sus toques de electrónica de vieja escuela, con esas atmósferas opresivas y astrales en plan bastante grave, es un muy buen cierre.
Para ser un disco sin nada de voces ni efectos sonoros de ese tipo, pues pasa bastante rápido y no te deja la somnolencia que a mi me dan la electrónica comercial.
Aquí hay ambientes oscuros y psicodélicos, que te conectan o desconectan de tu Yo interior.
¿Cuál es la mejor forma de crear ambientes, atmósferas y poner nuestra mente
en un estado de pensamientos vagos o reflexiones?, pues los noruegos
Vitam Aeternam demuestran en éste disco que su método musical podría
ser la mejor forma, mezclando rock atmosférico y experimental con elementos
del industrial, electrónico, gótico y hasta metal.
La banda son: Jake Rosenberg en los samplers, piano,
sintetizadores y programación, Râhoola en voz, piano, sintetizadores y
diseño del sonido, y André Aaslie en piano, mellotrón y orquestación.
La música que desarrollan es básicamente experimentación, con bastante
influencia de bandas de rock experimental como Devil Doll, y si ese detalle no
te es suficiente para hacerte una idea, pues entonces toma este disco como que
fuera un soundtrack de alguna película, con momentos misteriosos,
cambios repentinos, que a la vez te cambian de escenario, así es la música que
escucharás en treinta y cinco minutos, y el mejor ejemplo lo escuchas en
"Human" con siete minutos de distintos matices, voces femeninas,
masculinas, voces misteriosas, te mantienen en un escenario mental creado al
escucharla.
Los instrumentales tampoco pasan desapercibidos como en "Death", cuyo piano tétrico y misterioso es obra de Mustis (ex-Dimmu Borgir), que da
paso a la canción de mayor duración "God Machine", con mas de
nueve minutos en donde hay sonidos de ópera, música clásica, electrónica,
etc...
Un disco que crea escenarios basados en los miedos existenciales humanos,
alejado de lo que es el metal en sí, pero que en su propósito final, resulta
ser efectivo para poner tu mente a volar.
Estilo Musical: Post Metal / Progressive Metal / Experimental
Uno de los años más interesantes que se tiene dentro del metal alternativo y nu metal, es este 2020, porque tres bandas regresaron con nuevas producciones como Deftones, Marylin Manson y Static X. Y los tres álbumes son muy buenos y siguen dentro de una infinidad de sonidos que ellos mismos ayudaron a crear en los 90s, donde el estilo extremo ya no era lo que primaba en esos años y otras alternativas musicales con mezclas heavies se apoderaron del mundo, y todas estas para bien. Porque lograron que una década más existiera dentro del Heavy Metal, y ahora esta inclinación forma parte de muchas otras bandas en el mundo dentro de composiciones actuales. Recuerdo que a inicios del 2000 apareció una banda española llamada LMNT, la cual estaba inclinada dentro de estas nuevas corrientes de sonidos alternativos y nu metal, pero que en aquellos años eran rechazados por los más puristas del Heavy Metal. Los años cambiaron y ahora nos encontramos con una banda como Obsidian Kingdom y su cuarto álbum “Meat Machine”, el cual bebe de muchas influencias, pero eso lo hace aún más llamativo de escuchar, porque es una compilación de muchos estilos y muchos sentimientos que parece no tener fin; además que tiene como detalle curioso, que ellos están bajo la tutela de un sello extremo como lo es Season of Mist. Siendo aún más la curiosidad de escucharlos.
En mi manera de escuchar música, siempre me emocione desde el primer día que escuche bandas clásicas de Heavy Metal, luego de Thrash Metal, Death Metal, Black Metal, Doom Metal y muchos otros subestilos que siempre me hicieron pensar, cual era el limite de este estilo musical para seguir diversificando en tantas cosas que el mundo posiblemente hasta el día de hoy no este preparado, porque es el único estilo musical en el mundo que tiene una manera camaleónica de adherirse a otros estilos musicales sin la necesidad de salirse de su enfoque metalero. Entonces, a medida que pasaron los años y se ven las escalas de los 60s, 70s, 80s, 90s y ahora estos 2000s, el Heavy Metal es un estilo que no tiene comparación con otro y posiblemente no lo tenga hasta dentro de muchos años más, porque con bandas como Obsidian Kingdom y su tremenda amalgama de estilos musicales en este “Meat Machine”, demuestran una vez más que muchos estilos modernos se pueden seguir mezclando con cosas conocidas dentro del Heavy Metal, y hasta en muchos sentidos desligarse de estos para encontrar un camino personal que puede seguir expandiéndose en más y más cosas, que no tienen final. Y eso es lo que siempre me gustó del Heavy Metal, que anualmente me termina sorprendiendo cada vez más y con nuevas expresiones.
Obsidian Kingdom no es una banda novel, ya que llevan activos desde el 2005 y hasta este “Meat Machine” tienen cuatro álbumes, donde su evolución se podría decir que va llevada de la mano de muchos momentos que tiene la banda y de como mejoran en otras cosas, pero así como esto es un continuo cambio de sensaciones progresivas y experimentales, es que no se puede decir que el primer disco es mejor que el segundo, o el tercero no tiene nada que ver con lo que hizo la banda. Porque al ser una banda que, al consomé de sabores auditivos, le mete todo lo que a ellos les parece mejor, es que las cosas para los reseñadores o susodichos críticos especializados se pone complicada, porque ellos quieren escuchar más de aquello que les gusto y no indagar mucho en lo que una banda quiere presentar en otro álbum, por lo que, siempre tratan de relacionar su pasado con lo que ahora hacen. Entonces, yéndonos por ese lado de no escuchar lo mismo en un siguiente álbum, es que Obsidian Kingdom juega un rol importante en su desarrollo musical, porque quiere avanzar a través de elementos Post Metal y situaciones rock alternativas influenciadas por Deftones en algunas voces, y en otras tener la característica esquizofrénica que siempre acompaño a la banda para ser experimental de modo comprensible para todos los amantes de este estilo musical, e inclusive si quieres ir más allá de todo, pues puedes encontrar más cosas dentro de estos cuarenta y siete minutos.
Describir las canciones de este “Meat Machine” realmente puede ser una gran labor para el reseñador, porque no existen patrones parecidos entre canciones que puedas decir, esto va el lado nu metal o este va para el lado doom metal de su música, pues no, y lo único que tienen en común a nivel general todas las canciones, es que tienen de vocalista principal a Rider G Omega, quien hace la guturaciones y se encarga de crear las infinitas influencias en su voces limpias. Ya que desde que todo empieza con “The Edge”, esa influencia alternativa y nu metal de los 90s sale a flor de loto, pero lo que cambia el rubro es la voz de Jade Riot Cul. Quien empieza con la segunda parte de las sensaciones de la música de Obsidian Kingdom. De ahí con “The Pump” en la introducción estamos escuchando a otra banda más acorde a las influencias de alguna canción de Rob Zombie, pero luego su lado Post Metal comienza a invadir todos los ritmos y desarrollar algo intenso para que entre a los parlantes “Mr. Pan” con dosis más calmadas y alternativas. Luego con “Naked Politics” es una cachetada a todo lo habías escuchado antes, ya que la voz y sus efectos tienen una breve semejanza a la de Kings of Leon y sus ritmos al igual, como decir una segunda parte de “Sex of Fire” pero esquizofrénica. Sin olvidar que la canción a medida que pasan los segundos se pone más densa cada vez y las voces femeninas le dan ese ambiente enfermizo dentro de todo lo lento que la banda se puede poner hasta llegar a “Flesh World”, la cual es la más misteriosa de todas las canciones y Jade es quien se encarga de las voces en esta canción.
La segunda parte del álbum empieza con “Meat Star”, el cual fue el primer sencillo presentado de Obsidian Kingdom a finales de julio, donde parecía que la banda quería llegar a un lado alternativo, pero dentro del conglomerado de todas las canciones del álbum, esta canción se aleja de las otras canciones y lo que eleva todo, son las voces limpias de Rider, porque su lado alternativo medio grunge se hace presente en la segunda parte de la canción; y con esta misma sensación presentarse en “Spanker” y “Vogue” que mantienen en grandes dosis su lado alternativo y que poco a poco comienza a mezclarse con partes progresivas, y al final encajar con su lado post metal en “Womb of Wire”. Pero siempre adicionando sus lados electrónicos e industriales para que todo sea más enfermizo, y terminar con “A Foe”, la cual es la más lenta de todo el disco y con bastantes dosis de musical ambiental y experimental enfermiza, psicótica y muchas veces vomitiva.
“Meat Machine” es un disco que tiene muchas influencias, que se mezclan inteligentemente en muchas canciones, pero existe en un punto y es casi al final del álbum, donde este teorema experimental se puede poner un poco tedioso de escuchar. Y al final no tener un álbum equilibrado, sino uno que va un poco más allá de su propia manera de experimentar sus ritmos, lo cual puede producir un breve cansancio en el oyente, pero estos sentimientos aparecen al final, ya que cuando se logran digerir todo el álbum, pues se tiene uno muy bien de parte de estos españoles llamados Obsidian Kingdom.
Estilo Musical: Experimental/Extreme Progressive Metal/Rock
Ihsahn siendo un personaje influyente dentro de la escena Black Metal, en su segunda ola, nos demuestra que es un camaleón sonoro. Ahora con su proyecto en solitario nos trae su segundo EP "Pharos" recientemente lanzado a través del sello Candlelight Records. Quizás "Pharos" sea este la continuación del primer Ep "Telemark", sin embargo, la producción compositiva varía, este nuevo material es más novedoso, casi con estilos fijos a un Rock Progresivo más melódico. En grandes rasgos, aquí puedo apreciar la seducción sonora que nos hipnotiza desde su primer minuto, melódicamente atrapante. "Pharos" nos trae 05 piezas de placer sonoro, entre ellos 02 covers, comenzando con "Losing Altitude" bajo un sonido sublime y voces seductoras. A mitad de tiempo, aparecen unos riffs densos, pero ello no opaca la sutileza de la atmósfera, todo lo contrario le da ese toque progresivo. Seguimos con "Spectre at the Feast", aquí las voces son lineales, tan limpias como planas. Mantiene el control de su voz a un estilo casi pop-rock, una melodía completamente seductora y pegajosa. En la pista "Pharos", se presenta ese sonido melancólico, una esencia nostálgica nos envuelve y dirige hacia lugares donde nuestro sentir quisiera estar y todo ese camino se vuelve intrigante gracias a los tambores misteriosos. Dale, sí que es un buen viaje!
Desde aquí partimos con los covers "Roads" de Portishead y "Manhattan Skyline" de A-Ha. En el primero, al estilo Ihshan, desligándose del Metal y explorando nuevos senderos. En el segundo, cuenta con la voz invitada de Einar Solberg, líder de la banda Leprous, entre ellos hacen una interpretación realmente hermosa e inquietante por ratos. Este segundo EP "Pharos" es la contraparte del primer EP "Telemark", uno con un sonido oscuro y el otro, más melódico. Ihshan nos sorprende nuevamente con su peculiar creatividad sonora, ahora trayendo un material completamente más novedoso y con esa delicadeza que seduce nuestros oídos. Estoy fascinada y entro en paranoia al darle play. Jajaja. Vamos, sin decir nada más, escúchalo y deja que Ihshan te seduzca!
No esta demás mencionar que, si gustas de lo que estás escuchando, adquiere el material y apoya a las bandas. Nosotros somos servidores de proporcionar la música que nos apasiona. Lee, escucha y comparte!!