‘Melissa’ fue el nombre con el que King Diamond bautizó al esqueleto humano que lo acompañaba durante la grabación del álbum debut de Mercyful Fate en 1983. Nadie conocía su origen ni de dónde venía, solo estaba ahí; ejerciendo una influencia casi sobrenatural sobre el cantante. Tal fue su influjo que este tomaría la radical decisión de nombrar a aquella piedra angular del heavy metal con ese mismo nombre: ‘Melissa’. Poco tiempo después y al iniciarse las primeras fechas del tour promocional del disco, el esqueleto desaparecería sin dejar rastro, solo con el correr de los días algunos de sus restos fueron encontrados, entre ellos los huesos del fémur con los que el "Rey Diamante” diseñaría posteriormente el soporte en forma de cruz invertida para su micrófono. Pero la historia de ‘Melissa’ no queda ahí. Ella ha sido la protagonista de muchas de las canciones más emblemáticas de la banda e incluso se ha formado una especie de historia oculta en torno a su nombre. ¿Quién fue realmente ‘Melissa’?, ¿será producto de la imaginación de King Diamond y de su fascinación por el ocultismo?, ¿o acaso el cantante estuvo realmente enamorado de una bruja que falleció en trágicas circunstancias?. La respuesta tal vez la encontremos en las canciones que hablan acerca de este enigmático personaje.
El origen de la historia
Canción: 'Melissa' — Melissa (1983)
La primera aparición de Melissa se encuentra en el track homónimo perteneciente al primer álbum de Mercyful Fate de 1983. Con una introducción melódica que avanza pausada a la par que una voz en primera persona empieza a narrar las motivaciones que lo impulsaron a unirse a una secta satánica. Es en este lugar donde cree que logrará su tan ansiada venganza en contra de quienes causaron la trágica muerte de su amada. ¿Pero por qué elegir una secta de este tipo para estos fines?. Conforme se desarrolla la canción podemos darnos cuenta que la iglesia, bajo la representación de un sacerdote católico, sería la causante de que Melissa haya sido consumida por el fuego de una hoguera.
Dicho esto ya es más fácil deducir el espacio temporal que da sentido a la ‘quema de brujas’ dentro del contexto de la historia. King diamond hace una representación tan lastimera del duelo por el que atraviesa este desdichado, que las secciones más rápidas son como ráfagas de impotencia al no poder superar la pérdida de su ser querido. Esta dinámica nos provoca un creciente interés por llegar a conocer cuál será el desenlace de la trama, si una vez finalizada su vendetta personal decidirá abandonar definitivamente aquella secta diabólica o si le será imposible romper el pacto con los señores del averno. La canción termina con un susurro que nos hace pensar que el espíritu de Melissa aún sigue entre los vivos.
Canción: 'Come to the Sabbath' — Don't Break the Oath (1984)
El segundo tema en el que se menciona a Melissa pertenece al álbum "Don't Break the Oath" de 1984 y es el clásico "Come to the Sabbath", una canción que nos sitúa en plena misa negra, en el interior de una estancia donde solo puede tener acceso un miembro de alto rango dentro de la secta. Esto nos hace suponer que el personaje en cuestión ha obtenido cierta jerarquía a partir de los últimos hechos narrados en la canción anterior. La ceremonia que da lugar al sabbath negro tiene una pléyade de brujos reunidos para invocar a entidades infernales que han de cumplir los deseos de quienes siguieron al pie de la letra los requerimientos del ritual. Debemos recordar que en esta canción se encuentra lo más representativo en la carrera de Mercyful Fate, desde los riffs ceremoniosos, los falsetes emblemáticos, los dobles punteos y hasta ese teclado de terror que quedará grabado a fuego en la historia del heavy metal. Todo esto no hace más que envolvernos en un fulgor despiadado y maligno que culmina con una terrible maldición lanzada hacia el sacerdote que condenó a muerte a Melissa; sin embargo, ¿Con esto se acabará esa obsesiva sed de venganza que consume la mente del protagonista o cederá terreno fértil para que crezca en su interior la semilla de la demencia?.
Canción: 'Is That You, Melissa?' — In the Shadows (1993)
Finalmente la última referencia que se tiene de Melissa proviene del tercer álbum de Mercyful Fate editado en 1993 y titulado "In the Shadows". Después de casi 9 años de silencio, por fin se pudo saber algo más de ella en "Is That You, Melissa?", un tema enfocado en dar a entender la precariedad mental de un hombre que vive el ocaso de su existencia asediado por una presencia que se le aparece en sueños y que ahora se ha vuelto una terrible pesadilla en su vida. La posible comunicación con su amada le provoca un estado de angustia que le carcome el pensamiento; constantemente se pregunta: ¿será posible que tenga algo que decirme desde el más allá?. En un arrebato de locura y cegado tal vez por ese amor que pretende ir en contra de todas las reglas decide invocar a Melissa nuevamente sin importar arriesgar hasta su propia vida. Finalmente logra establecer contacto con el espíritu de aquella mujer que alguna vez amó haciéndole una y otra vez las mismas preguntas: ¿Melissa, por qué?, ¿por qué no puedes estar a mi lado?. Tras un breve encuentro decide sellar un último pacto besando a esta figura espectral que desaparece entre las sombras para quizás no volver a presentarse jamás.
Epílogo
No sabremos a ciencia cierta cuál fue el final de la historia. Si ambos personajes decidieron cumplir su pacto de amor eterno en el otro mundo, o si todo fue producto de la alucinación de un hombre preso por las garras de la locura. En el 2006 hubo rumores de que el esqueleto de Melissa había sido recuperado, pero en una entrevista reciente, King Diamond dio a entender que hasta el día de hoy ella sigue no ha sido encontrada.
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