Saludos, en ésta ocasión nos
encontramos con una banda relativamente nueva que estamos seguros dará que
hablar. Nos referimos a Bloody Sadism,
proyecto en solitario proveniente de Irán a manos del señor Pooyan Ahmadi, presentándonos
un disco debut por decirlo menos “criminal”. Elocuent atrocity, lanzado el 2 de octubre de 2019 a través de Base Records Production nos propone un brutal death metal algo más que amenazador, incluyendo elementos pertenecientes a subgéneros de la misma vertiente, y ni mencionar lo bien que se combinan, me quedan cortas las explicaciones para describirlo, pero ahí va: riffs bien marcados y característicos del estilo, aunque es más que notoria y casi predominante la presencia del slam, un bajo preciso y sólido con marcado énfasis en ciertos pasajes que lo hace algo singular para éste trabajo; la batería, si bien es notablemente programada incluye tempos un poco inalcanzables para los tristes mortales (jajaja). .
Y para terminar, lo que da realce
a ésta producción es el trabajo vocal de señor Ahmadi, voces que van desde el
más alcantarilloso gore, pasando por guturales gravísimos hasta toques de
grindcore; ojo que la brutalidad es de principio a fin y se aplica a todos los instrumentos incluso hay una
pequeña sección cercana al doom metal.
En resumen, Elocuent atrocity es
un álbum perfectamente audible sin caer en el tedio o el cansancio y
definitivamente crea expectativa para un próximo trabajo, sin más palabras,
a disfrutar de éste álbum!!!.
En estos tiempos uno piensa conocerlo
todo, sobre todo en el plano musical en el que parece que ya no hay nada nuevo
para los oídos, sin embargo de vez en cuando aparece alguna rareza por conocer,
o mejor dicho algún álbum que conecte con tus gustos musicales haciéndote
sentir entusiasmado nuevamente. Este el caso del debut de Fall of Stasis, banda
canadiense, que explora de forma amena
los pilares del death metal para añadirle velocidad y sinfonía con gran
interpretación melódica, un espectáculo que asemeja a un festín circense de
terroríficas aventuras. La banda no se toma a la ligera nada mostrando sus
habilidades compositivas. De hecho eso no está mal. Para mí, que me gusta la
exploración dentro de la música, puedo decir que disfrute con cada canción,
pero habrá otros entendidos que se preguntarán: ¿y dónde queda la muerte y la
oscuridad que debe prevalecer en el género?.
Es divertido escuchar este tipo de
discos ya que al margen del metal siempre es bueno aspirar a cosas novedosas
como cuando encuentras un videojuego nuevo de aventura y te enganchas a cada
rato a pesar que pierdes aun sigues dándole play. Este es el caso de The
Chronophagist, un álbum de casi 50 minutos de duración dondeChristian Donaldson (Cryptosy) pone la
mezcla, masterización y producción del debut de Fall of Stasis conformado por:
Jessica Dupré (cantante principal), Gabriel Bernier (guitarra principal/coros)
Tristan Bergeron-Boucher (guitarra rítmica), Mathieu Groulx (Bajo), Sergei
Lecours (Batería) y Mélissa Bissonnette (Teclado).
Arranca con 'Wilted Forest' un intro
muy interesante, con unas guitarras lentas bajo unos teclados estilo circenses
que provocan la curiosidad de entrar a ese mundo de fantasía y de pronto
explota sin compasión el tremendo ruido apocalíptico que desde ya desciframos
varios estilos como el metal melódico con doble voces tipo black metal y
guturales death metaleros. El juego de guitarras y teclados es la cúspide de
esta canción homónima llamada 'Falls of Stasis'. Le sigue 'Drunek Howl' un tema que te
lleva al mundo de los piratas y que tienen su tinte folk metal, si es que ya
empezamos a marcar un estilo. Es que el acordeón inicial nos lleva con locura a
saltar bajo esas historias de piratas. Siempre con esa doble voz black y death
metal. 'Baal Arise' es un tema directo, las
partes death metal te cogerán sin darte cuenta, los coros épicos serán la
gloria si el death metal no es parte de ti.
'The Cult' sigue la lineal
rítmica con el patrón de riffs intensos y ciertas influencias folk metal con un
teclado velocísimos. 'Twilight Carnival' nos enganchan de una manera acústica
para enredarnos en ese mundo circense lleno de terror. Y es que de manera
intempestiva explota en nuestra cara el potente gutural de su vocalista y ni
que decir de un sinfín de melodías que van con riffs potentes y doble pedal a
mil por por hora. Un tema muy interesante que explora el
death melódico y la segunda voz nos llama a seguir dentro de esta explosión de
sinfonías terroríficas. 'Baron' es un tema mas lineal pero con coros
épicos, mucha velocidad donde la voz limpia en los coros toma mayor
participación y le da una variedad al álbum.
'The Last Waltz' te pone paz y a la vez
te sorprende con canticos menos guturales ya que su guitarrista principal
Gabriel Bernier pone la cuota melancólica, pero ojo y oídos, esto no es una
balada o si lo es asúmelo con todo ese sentimiento del death metal. 'Swarm of
Casualties' se torna mas típico, salvo su inicio circense, un tema mas tirado
al metal que ya nos ha tomado por sorpresa en las primeras canciones, con sus
voces guturales agudas y graves. Lo que le pone especial es las voces limpias
que terminan como una lucha de varios géneros y es allí donde Fall Of Stasis
desordena nuestra idea de lo que nos han propuesto al comienzo. Finalmente 'The Chronophagist' acelera
pero es el encuentro de varias voces y de las cuales ya hemos estado
escuchando, salvo de la invitada Viky Boyer (ex Karkaos). Con esto regresamos
al inicio del intro con una temática oscura y dan mas el acceso a una cierta
parte black metal. Denso y largo donde los blast beats rebotan por todos lados
y los riffeos se prolongan hasta el final.
Y bueno se ha descrito cada canción y
creo que uno puede sacar una conclusión. No hay definición de un genero exacto
estamos ante una banda que utiliza las liricas alegres, de terror, de fantasías
apocalípticas para ponerle música sin medida y a su gusto. Eso es lo bueno.
Desde hace un buen tiempo he podido constatar el creciente interés de decenas de bandas de todos los géneros del heavy metal y sobre todo de todos los rincones del planeta por adquirir una visión cósmica que vaya más allá de lo cotidiano, un alcance que les permita reinterpretar el mundo a través de un sin fin de universos posibles, cada uno de ellos con sus propias historias, entidades, planetas y utopías. Muchos han dado el gran salto a los confines de lo desconocido, siendo algunos absorbidos por el insondable vacío, otros han llegado a mantenerse en órbita convirtiéndose con el tiempo en grandes astros del universo metálico, ahora Discordance, banda italiana fundada en Ferrara, se suma a esta carrera espacial y lo hace con un disco que ahonda en el prodigio técnico con mucha versatilidad, y este equilibro lo han logrado ajustando botones tras las consolas, la producción a dado la talla y todos los instrumentos se definen al oído con precisión, además la banda no solo ha buscado el perfeccionamiento, los malabares instrumentales son más que opulentos, realmente suenan sofisticados.
Después de
un corto instrumental llamado "Dodecahedron", continua
"Schema" un tema que despega sacando chispas tanto por la intensidad
de arranque como por su capacidad de maniobra, ¡y que bien suena ese
bajo!, de inmediato se asume que será uno de los puntos fuertes de
todo el disco, sacando toda la artillería y luciéndose con unos slaps
a un ritmo poco usual (por su toque funkie)
pero válido a fin de cuentas , con la llegada de "Vertex of a Figure:
Impossible" se impone la cuota melódica, pero ojo que hablamos solo
de melodía sobre los lineamientos instrumentales, porque la pesadez y la
alternancia entre voces cavernosas y agudas son perennes y muy
semejantes a la etapa Cosmogenesiana de Obscura, la constante progresiva
sigue presente en la seguidilla de canciones que se nos vienen, "Fire
Ants" , "immortal" y "The perfect Number" son un
meollo de fundamentos arraigados en los clásicos del Death metal noventero, su
invocación responde al culto hacia los grandes nombres como Cynic , Nocturnos o
Atheist.
En
"La tua Memoria" los primeros segundos seden lugar a una voz narrada
casi en verso, para luego ir en creciente conforme el tema va ganando
velocidad , esta vez la batería es el punto de quiebre, bajo su tutela se
acoplan las demás contribuciones mientras que el sonido gana sustancia gracias
al trabajo de las guitarras, "Imposition of a Cosmic Lithany"
tiene un discreto fondo de sintetizador que se difumina en una sucesión de
arpegios de intervalos brutales, tal vez el más pesado de todo el repertorio,
en "Night of the Screaming Owls" el bajo ya es un portento que
brilla con luz propia entre todas estas superestructuras repletas de
tecnicismos, culminamos este disco con "Foolishness"
una canción singular a todo lo escuchado en este disco, se escapa de
cualquier prototipo prediseñado en el registro, realmente suena muy nuevo
y hasta monocorde, sin embargo le vas encontrando sentido a la gracia.
Un
disco de composiciones sobresalientes, que gracias a la batuta del bajo ha
logrado redimensionar la riqueza de los detalles. Seria previsible que
esta banda alcance un ascenso meteórico a corto plazo, ¿pero seguirá parada
sobre los hombros de los gigantes? Solo el tiempo y el trabajo duro lo dirán.
¡A estar pendientes de Discordance!
Cada
cierto tiempo me es grato escuchar este tipo de bandas y revivir un poco de
historia, indagar sobre el origen de su estirpe. Casi siempre esta búsqueda termina
en un gran legado de sucesiones intergeneracional de alta alcurnia, por que
para ser sinceros, la calidad no se mide por la venta de discos o por la cantidad
de videos que tienes en MTV, como ejemplo tienes a grupos como Watchtower, Coroner,
Hexenhaus o Voivod que han mostrado integridad absoluta a su música, con poco o
moderado éxito siempre han estado ahí fieles a sus convicciones. Es así que pasamos
a analizar el último lanzamiento de los neerlandeses Anatomy Of I , una banda que comparte cierta semejanza con
los grandes nombres antes mencionados por ser heredera natural de una larga tradición
musical, esta banda ha sabido encajar muy bien la cuota progresiva dentro de su death/thrash
metal con una destreza que recuerda a la del malabarista que mantiene los
objetos en equilibrio dando vueltas en el aire. Si bien este lanzamiento
llamado “The Los(t) Angered Sessions” no es inédito, ya que parte de su
contenido es material grabado entre los años 2005/2006, sigue siendo relevante.
El álbum comienza con “Drowning” con una voz que recuerda mucho a la de Jeff Walker en su etapa Heartwork, las guitarras utilizan variados intervalos para crear una base melódica de rápidos movimientos acompañados de una batería igual de versátil pero muy potente, un inicio más que brillante, cabe resaltar que esta misma cancióntiene la colaboración de Rune
Foss en una versión más “heavy tradicional” al final del álbum. “Day of Wrath” tiene un desplazamiento igual de rápido que su predecesor , pero
más direccionado al ritmo, las guitarras, la batería y sobre todo el bajo van
generando un groove de estrofas pausadas y melodías enérgicas. "Vitrified Brain Fragments" se sale de cuadro, es otro de los puntos altos del disco, por momentos alejado de la velocidad, con unos arreglos rítmicos precisos que lo hacen sonar grandilocuente. "Malice and Deceit" sorprende con un inicio a lo Bay Area, pero pronto la batería da el batacazo para un surtido instrumental Centroeuropeo con gran performance nuevamente de bajo y bateria. "the Creation of Chaos" es death metal melódico pero en otro sentido, no en el ámbito "Gotemburgo", aquí se ajusta más al sonido primigenio con una ejecución tradicional, los guitarristas se lucen con una buena técnica para los solos melódicos y en crear esos arreglos entre transiciones, que como he repetido en varios casos, son la esencia de la estructura progresiva.
"The
End of Eternity" es otra genialidad que vuelve a la dinámica de la rapidez, firmemente afianzada a un estilo Death/Thrash Metal y con un bajo subido de revoluciones, no por casualidad el mismísimo Steve DiGiorgio (SADUS, DEATH, TESTAMENT) fue parte del primer álbum de la banda llamado "Substratum", aqui las influencias de Sadus y Death de la era "Human" son notorios.
"Cosmic Rain" pareciera ser cercana a
nuestros sentidos, mucho más introspectiva por el tono melancólico que
acompaña al susurro de la voz, las guitarras acústicas brindan las
prestaciones necesarias para enfatizar el ambiente sobrecogedor y los solos nuevamente destacan por la virtuosidad con la que llegan a conmover, contrastandocon la intensidad
desbordada y rasposa de la voz.
Sin tantas acrobacias Anatomy of I han logrado recoger el espíritu añejo del metal progresivo para crear una moderna innovación en movimiento. Todos los elementos clásicosestánaquí y giran con gran maestría. Muy recomendado.
La disonancia. Para entender por qué esta vibración tan poco agradable al oído humano llegó a tener tanta cabida en la música moderna a partir del siglo XX, tendríamos que remontarnos hasta la Rusia Zarista de Nicolás II y conocer a una de las mentes más brillantes de todos los tiempos: Igor Stravinsky, un verdadero metalhead de su época, por no afirmar que fue el primero de la historia. El genio creador detrás de "La consagración de la primavera" (1911) el mayor icono musical de vanguardia conocido hasta nuestros días, compuesto como
una amalgama de diferentes tradiciones musicales etnofolclóricas y reinterpretadas de forma magistral por Stravinsky, quien incluiría en su obra diversos pasajes polirítmicos de vertiginosa resonancia, sin él, aquel ruido insoportable jamás hubiera llegado al público de la manera que el afamado compositor quería. Su intención era causar miedo con la música, reconstruir la angustia del sacrificio ritual hacia la naturaleza con un experimento que más que ciencia parecía magia pura; como era de esperarse, en su debut la obra recibiría tal nivel de intolerancia que el púlpito supersticioso ante
tan aterradora instrumentación armaría una verdadera batalla campal como protesta.
Imaginar que aquella noción musical trascendería hasta nuestros días no era descabellado, psicológicamente la civilización ya estaba preparada para interiorizar la disonancia después de asimilar subconscientemente casi un siglo de guerra, hambre y destrucción, que la armonía se quebrara era de esperarse, ya hacia falta un medio que expresara los claroscuros de la existencia en toda su dimensión. Se pensaba que la disonancia era capaz de penetrar nuestra corteza cerebral, llegar al cerebro reptil y despertar aquel instinto primitivo de alerta y reacción, como si del sentido arácnido de Spiderman se tratara ,que los primeros grupos de Heavy metal usaran este recurso no fue pura casualidad, ¡fue causalidad!; y es aquí donde nuestra reseña comienza, después de un largo preludio podemos decir con total seguridad que "Triptych", tercer disco de los norteamericanos DISCHORDIA, ha establecido un nuevo canon para esta relación simbiótica entre música y disonancia, son nueve canciones producidas y mezcladas por Colin Marston (Gorguts, Krallice, Behold The Arctopus, etc.) que anticipa un resultado único en su tipo que detallaremos a continuacióncon minuciosidad de detalles. "Mind of Dust" es como caminar sobre brasa al rojo vivo, es casi imposible que nuestro cerebro pueda lidiar con semejante información auditiva a primera escucha. Una combinación única de disonancia, brutalidad técnica y nihilismo, si casi lo terminas de pie es posible que te desmorones con la brutal sección final que retumbará tu cabeza hasta que caiga el ultimo pedazo.
"Bodies of Ash" es un tema que te deja sin palabras, las texturas discordes son tan coetáneas que fluyen con naturalidad hasta el interludio de sublime pero inquietante melodía, un tema que a gusto personal disfruté sobremanera ya que me recordaría en parte a la música ambiental del Exorcista II: el hereje, "Spirits of Dirt" parece una jodida bomba del tiempo, no sabes en que momento te explotará en la cara, la tensión se te escabulle por los poros hasta que por fin llega la guturalidad para aliviar irónicamente el momento de ansiedad. Con "The Wheel" tendríamos que convertirnos en una calculadora humana para cuantificar el número de transiciones por minuto que acumulan estos maniacos, quintas y octavas consecutivas donde se ha priorizado la atonalidad compuesta por notas extrañas y acordes cada vez más complejos, al igual que en "The Whip" donde la transformación polimorfa esta acompañada por diversos arreglos que a estas alturas son muy difíciles de decodificar sin antes detenerse a procesar lo escuchado, pero este disco no da tregua y sigue machacándonos.
"The Carriage" inicia con un intro de acordes lóbregos que serán la pauta de una muralla de riff ultra slugde sobrecogedores, la canción gana fuerza a pasos cortos hasta que pasado los 4:00 minutos entra al pandemonio instrumental, el trabajo de las guitarras esta a otro nivel, aquí no se le da vuelta a la «teórica» de las escalas, aquí simplemente se las destruye, llegar a este punto te hará suplicar que detengan este disco, por que simplemente "te quieres bajar", esta fuera de lo normal poder procesar en un espacio tan corto de tiempo todos los sonidos que se ejecutan aquí al unísono, biológicamente el cuerpo humano esta preparado para escuchar no más de 10 al mismo tiempo, una verdadera locura. "Panopticon" es directo y visceral, pero su singularidad recala en su retrogresión que mengua hacia la calma para después regresar nuevamente a la tormenta, una estructura compartida también en "Purifying Flame". Finalizamos esta intrincada obra con "Le Petite Mort", que más se puede decir que no se ha dicho antes, las palabras realmente se quedan cortas, hemos sido testigos de la más despiadada experimentación, nos hemos desplazado sobre los pantanosos terrenos del serialismo, atonalismo y el dodecafonismo y hemos salido con vida, pero mentalmente tal vez no volveremos a ser los mismos.
No me cansaré de alabar y recomendar efusivamente este disco a las nuevas generaciones, ¡Dischordia a partir de hoy no tendrá fans, tendrá discípulos!
Casi anómalo incluso para ser experimental, así se nos muestra "Wit's End" un EP de casi 30 minutos de duración para sus cortos dos temas, ambos ideados por Liam Neighbors, el hombre orquesta tras este proyecto llamado מזמור que traducido del hebreo significa "salmo". Debo reconocer que desconocía la existencia de este músico y de sus 10 años de trayectoria, pero valgan verdades el solo leer que su propuesta es una rareza dentro del estricto sentido artístico del termino me animó para zambullirme en su discografía, y vaya sorpresa que me he dado, si bien su sonido no es del todo impredecible ya que básicamente parte de un metal y rock experimental con cuantiosos agregados de otras fuentes como el drone, el dream pop, metal extremo, la música electrónica y hasta los cantos gregorianos como se escucha en "Pareidolia", un verdadero licuado que no desentona con el buen gusto, por el contrario; es un eclecticismo que en su distorsión va mutando hacia los sonidos electrónicos y mal formados, como si intencionalmente se estuviera reproduciendo el disco al revés para enmarañar el resultado, llegando a los minutos finales, el tema se vuelve difuso al oído y es imposible distinguir si los sonidos que provienen aparentemente de un instrumento de viento, es o no; hecho por alguna secuencia de teclado distorsionada. Una totalmarcianada para disfrutar a puertas cerradas y en oscuras.
"Wits End" empieza con una sencillo acompañamiento melódico de guitarra acústica que da pie a un corto monologo lleno de infinita rabia por la tragedia humana que representa la existencia, aquí se respira rencor , decepción y furia, sobre todo mucha furia; y esto será el sustento para su extensión casi mórbida hacia los parajes del Doom Metal mas desolador, la melancolía transita caminos de tétrico pesimismo encontrando consuelo en fugaces momentos de paz y armonía solo para recaer nuevamente en los entresijos del másdemencial black metal.
Un Ep como pocos, con una visión que se proyecta mas allá del horizonte cercano. Una suplica suprema que más parece una plegaria mística pero sin fe.
Anikiller es una nueva banda formados en el 2016 siendo su sonido el thrash metal con influencias del punk y crossover. Pues este 2022 nos traen finalmente un álbum donde luego de un demo y un EP nos sueltan 9 temas donde el sonido es el mismo.
Esta formación liderada por Ivan en la guitarra y voz, Rex Demon en el bajo y Ricardo Hellbound en la batería han grabado un buen disco y se siente las ganas de hacer bien las cosas. Los títulos de las canciones y liricas acorde al genero, riffs thrasheros, coros como en 'Posesion' o 'Vientos de guerra' que son pegadizos y básicos en el thrash metal. Pero lastimosamente por mas aguerridos que suenen eso no se plasma en el sonido final. La falta de una buena mezcla no permite apreciar las intenciones de la banda.
Hay canciones donde casi ni se logra apreciar la voz y eso dificulta saborear el thrash metal de este
Colmena 666. A decir verdad he estado escuchándolo varias veces en varios reproductores para sacarme de dudas pero no. Quiero entender que esta mezcla es adrede para que vaya acorde con el titulo del álbum, con ese típico sonido añejo de un tape de esos tiempos de la avenida Colmena.
Pero hay que destacar los temas 'Metal hasta Morir' donde la velocidad en la guitarra suena intenso y bien logrado siempre al ritmo de un bajo que encamina la canción. Otro tema destacado es 'Batalla Final' un thrash melódico con unos riff variantes y harto palancazo.
Este material ya se encuentra disponible en Casete (Comando Thrash Zine) y en CD por el sello Kult Ov Kaos.
El profundo horror cósmico que encierra Needless no solo se limita a explorar la última frontera del conocimiento humano, su proyección se expande hacia espacios dimensiónales en donde se invocan entidades que bien podrían haber salido de las páginas de algún cuento de HP. LOVECRAFT. Después de “Heresy”(2019), disco debut que encara el carácter absurdo de la materialización de conceptos sagrados desde los orígenes de la civilización, los húngaros esta vez deciden despegar pies de tierra firme para guiarnos hacia el infinito en busca de verdades tan elementales como la insignificancia del ser humano en una escala macro-cósmica, todo esto, como no; como parte de la ficción que envuelve su nueva obra de tipo conceptual llamada “The Cosmic Cauldron”(2022), un disco creado no solo para atiborrarnos de riffs, por el contrario; aquí todo se encuentra en sintonía para cubrir las expectativas de un público cada vez más identificado y estudioso de las progresiones del género.
Con la inicial “Warvoid A.D.” nos aguarda un verdadero encuentro sci-fi de alta densidad, Ádám Forczek regurgita con una desesperación que asemeja la asfixia que un organismo biológico experimenta al entrar en contacto con el espacio exterior , sus gritos se expanden a través del acucioso vibrato que cada palancazo de guitarra aporta al frenético espiral de sonidos que envuelve la canción, además nos topamos con precisos arreglos melódicos salidos de esas "guitarras gemelas" tan propias del heavy convencional. “Astrogate The Spectral Lane” es un cúmulo de estructuras complejas concebidas desde el espíritu de la escena de Gotemburgo, pero lo que aquí se logra va un paso adelante en virtud técnica en tanto que la otredad extrema se diluye por una intrincada raigambre de influencias pesadas, como en “The Predation”, donde hay cabida para turbulentos riffs cercanos al metalcore , sutilmente dosificado con secuencias de sintetizadores al inicio y volátiles voces limpias casi al final, en “Mournful Heavens” la figura rítmica tiene un desplazamiento total hacia la faceta moderna percibida anteriormente, intercalando ritmos hardcore y el Groove a medio tiempo.
Pronto nuestra percepción se torna extracorpórea, así que hay que prestar buen oído a la variedad de transiciones por minuto que definen los valores cualitativos de esta obra, a partir de ahora la aceleración queda constante en creaciones malévolas como “The Cosmic Cauldron”, que salvo la versatilidad de la voz y el fino trabajo en esos alucinantes solos de guitarra (nuevamente) todo es pesadez; tras 30 minutos de duración, “Odium” nos sigue poniendo en órbita sin restar un ápice de interés, con esa síntesis característica de un buen single, logrando encapsular 1 hora en tan solo 4 minutos de soberbia demostración, y si por un momento escapáramos de esta fuerza gravitacional que nos atrae a la vorágine seria para atravesar el espectro paisajístico de “Chrononaut”, lleno de enajenación progresiva, y sobre todo orgánica, oscilante entre bellas armonías acústicas enmarcadas en post-rock.
Este viaje está por terminar: una vez que aterricemos en “Planet Oblivion” te habrás dado cuenta en como cada canción converge para dar pie a la base musical de la siguiente ( en este caso el remanente seria ese gancho post rock precedente en Chrononaut), Martina Horvarth de Thy Catafalque colabora en las voces para anidar el espíritu místico que adquiere cada voz y cada instrumento en la intimidad de su creación. “Transgalactic” es el punto final de este trabajo que considero referente para sus contemporáneos y para nuevas generaciones, recomiendo adquirir el formato físico y disfrutar de las letras que es complemento necesario para su disfrute. En “The Cosmic Cauldron” todo fluye hacia un solo cauce, un caldero cósmico que se retroalimenta constantemente de los clásicos del metal extremo y no tan extremo. ¡Joya!
Desde que allá por 1984 escuche por primera vez “Bark at the moon“ de Ozzy Osbourne , una de las cosas que mas me impacto fue la introducción a “Center of Eternity”: campanas, cantos corales y órganos de tubos configuraban una mística y mágica alegoría sonora que nos situaba de pronto en algún monasterio lejano y misterioso. Totalmente cinematográfico. Este y un puñado de casetes más fueron mi introducción al metal, ese mundo fantástico que nos convoca una vez más. En mi caso esto caló muy hondo pues hasta el momento mi interés por la música estaba mas orientado hacia las bandas sonoras de películas y documentales ; al oír entonces como podían combinarse ideas como esta con la fuerza y dinamismo del heavy, supongo que sentí una especie de revelación musical.
Imagino que este ha sido el caso de muchos cultores del género (ya sea por este disco o por varios otros), y que tal vez por eso o algo parecido a estas “intros“ terminaron volviéndose una tradición metalera. Y es justamente por eso que cada vez se hace más difícil lograr que una de estas micropiezas tenga ese impacto en el oyente, más aun en éstos tiempos, que ya hace rato es otra época y en la que muchas producciones llegan por primera vez al público por algún medio digital. El vinilo ha vuelto, el casete también, pero junto a ellos tenemos muchísimas más bandas publicando material y por lo tanto me parece que la mejor forma de saber si uno conecta o no con una banda que nunca ha oído antes es el primer track, que desde el comienzo nos muestre el sonido de la misma. Ya habrá tiempo luego para otros matices.
Y por contradictorio que parezca , hago esta no tan corta introducción para agradecer a Vorga por hacer justamente esto : ir al grano desde el primer compas del primer tema. "Starless Sky" abre el disco con máxima intensidad y desafiante, resolviendo mientras avanza implacable abriendo un portal a ese universo sonoro que es a su vez una fantasía espacial y odisea cósmica.
La banda captura en los 8 temas de este álbum los imaginados sonidos de la disonancia cósmica del vacío absoluto que nos observa majestuoso entre las estrellas y de esta manera nos habla también de la desesperanza y futilidad de la especie humana ante lo vasto e inconmensurable del negro infinito. Letras nihilistas nos cuentan historias misantrópicas que suenan a black metal moderno y atmosférico pero que por momentos se tocan un poco con la violencia arremolinada del black escandinavo y por otros con el mas bien compacto sonido crujiente del death melódico de Gotemburgo .
Bastante minimalista en cuanto a variaciones tonales y rítmicas, Vorga enriquece este viaje hacia el vacío con algunos acentos sonoros bastante bien puestos y marcados, también con breves y frías melodías que nos recuerdan a los sonidos que han sido captados del espacio por algunos satélites . La producción , registro y mezcla suena efectivamente “moderna” o en todo caso bastante pulida y ciertamente aséptica a lo largo de estas 8 canciones con estructuras y duraciones bastante similares (acaso podría pensarse que esto es ex profeso para dar esta sensación constante y monolítica al álbum ) – no me queda claro si es un disco conceptual pero fácilmente podría serlo por los títulos de las canciones y por todo lo antes dicho acerca de la temática; temática narrada en las letras por una voz lavada y fundida con los instrumentos como suele suceder con bandas que tienen el componente “atmosférico” como parte importante de su propuesta. Podría ser un álbum de concepto decíamos, pero también podría entenderse como una sola obra de 45 minutos dividida en 8 movimientos o escenas. Los invito a descubrir y comprobar o descartar esta teoría .
Definitivamente contundente y sólido este excitante y perturbador viaje interestelar que constituye el primer full length de este cuarteto alemán firmado por Transcending Obscurity . En lo personal creo que van por buen camino a lograr algo aun mas imponente y que pueda ofrecer mayor variedad de matices sin perder de vista el mensaje tan específico del que parten. Si, se agradece que el disco arranque descubriendo directamente su sonido y estilo , pero parece que aquellos matices esperarán para una siguiente producción .
Como decimos siempre , a escuchar !! que el metal sigue creciendo y hay que estar abiertos a todos los sonidos y propuestas para que siga vivo.