Dargedik Rock Metal Webzine

A estas alturas puedo decir que efectivamente los caminos del Señor son misteriosos... Pero más misteriosos aún son los caminos del metal cristiano. Pero que notable logro acaba de cosechar el músico norteamericano Drew Greal, otro gurú multiinstrumentista que providencialmente se lanza a las puertas del averno para impactar las almas de aquellos adoradores del metal extremo con argumentos teológicos de una agudeza certera. Sí, por más que las portentosas sucesiones extremas que se hallan en "Heights of the Far North", primer disco de estudio de su proyecto Xaphon, no traiga consigo ideas innovadoras, lo realmente relevante es aquel manifiesto de fe con el que pretende plasmar su labor evangelizadora sin hacer proselitismo ideológico, más bien sus aspiraciones pasan por utilizar la parábola aleccionadora como un medio para que esta odisea bíblica saque a relucir la sapiencia musical de un verdadero erudito en la materia.

                

Rápidamente "Tabernacle Within" tiende a demostrar secuencias atronadoras ligadas a lo que se conoce como black metal. Podemos apreciar que la canción no busca la paz inmediata, sino que ironiza sobre la soledad más suprema, forzando con esto a la reflexión existencial de aquellas criaturas de carne y hueso que aspiran con algún día tocar el cielo, no sin antes vivir las más austeras tribulaciones. El aspecto instrumental tiene un montaje coherente entre las pocas luces que se aprecian y las abundantes sombras que la contrastan, sin llegar a opacarlas del todo, por ejemplo en "Wings of the Wind" las texturas tienen un papel de primer orden desde un punto de vista sinestésico, abarcando influencias que llegan desde diferentes ámbitos metaleros, tanto del death metal técnico como del thrash, para luego ser llevados por un frenesí del cual no se puede volver si no es como un santo renacido o un demonio irremediablemente condenado al lago de fuego. "Back to the Copper Mines" busca interpretar al hombre y su lugar en el universo desde nuestro conocimiento científico y lo proyecta imaginativamente hacia un futuro apocalíptico que ni el mismísimo apóstol Pedro podría haber imaginado. Me parece una idea sensata que Drew Greal haya optado por demostrar una factura técnica libre de disonancia retorcida, este es el principal motivo por lo que "Instrumentarian Power" sigue construyéndose sobre un paisaje sonoro ortodoxo que logra sus fines a través de un conjunto de medios frescos y muy bien balanceados. 



"Time Stands Still” busca el desarreglo en todos los sentidos, primero con una mutación aberrantemente melódica, luego con una agresión indescifrablemente densa que representa, como todo lo escuchado aquí, la esencia de un disco abrasivo que tiene a la intransigencia como porvenir, y que arroja al mundo, con inusitada ferocidad, una serie de penas sin nombre que deben ser interpretadas con biblia en mano para su total comprensión. Esa es su gracia, o su misterio. En la recta final nos vemos imbuidos en una corriente introspectiva de crudo post-metal que lentamente aumenta el miedo inminente hacia el drama de la finitud que vive el ser humano, es un lujo escuchar las vociferaciones moralizadoras de "Righteous Adjudication" y vivir esa extraña sensación asimétrica que producen sus ritmos explosivos, si no fuera por el esmerado trabajo de producción, el efecto low-fi se hubiera diluido irremediablemente entre la suciedad y el desconsuelo; sin embargo, las pausas instrumentales permiten que la música progrese orgánicamente a la par que se alcanzan los quilates de la perfección con temas como "Repentation"  o “Those Who Weep”, en donde la epicidad de la guitarra trae consigo una conciencia endurecida que confronta la mente, el cuerpo y el espíritu. Si el sistema de deshumanización nos impone brutalidad (la del ojo por ojo, diente por diente), la contra respuesta (desde la reflexión) de Xaphon y "Heights of the Far North" ha de ser igual de contundente, no existe otra forma de transmitir el mensaje  que combatiendo al fuego con fuego, y Drew Greal hace patente una visión delirante, desenfrenada y descarnada de la vida, a la vez que lúcida y reveladora en lo que respecta a su misión de convertirse en un "pescador de metalheads", y vaya que lo está logrando.