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 Un evento sin precedentes es lo que vivirá Lima, Perú con el ya concierto confirmado de Death To All en nuestro país, conformado por: Steve Di Giorgio (bajo), Gene Hoglan (batería), Bobby Koelble (guitarras), Max Phelps (Guitarras y voz)  y que rememoran la trascendencia de Chuck Schuldiner en estos tiempos donde se extraña a uno de los pilares fundamentales del death metal además será la única oportunidad para experimentar el legado de Death y los numerosos clásicos del death metal.

El concierto organizado por Danger Steel Prod. para este 15 de Marzo en CC Festiva ya es un hecho y aquí te mostramos algunos datos como para que no lo dudes en asegurar tu asistencia.

STEVE DIGIORGIO (BAJISTA) su relación con Chuck Schuldiner, Death y el álbum “HUMAN” DE 1991.



Hablar del maestro en el bajo del metal extremo es sinónimo de experticia, historia y sobre todo una inminencia en el death metal y thrash metal actualmente es bajista de Death To ALL (banda homenaje a Death)  y Testament, hace poco participo en la grabación del último álbum de Megadeth - The Sick, ¡the Dying... and the Dead!, en el heavy progresivo y power metal como Control Denied e Iced Earth. Es uno de los bajistas más rápidos y versátiles del metal extremo, habiendo sido considerado uno de los mejores bajistas de hard rock y metal de todos los tiempos. También es uno de los fundadores de la banda de jazz Dark Hall y Sadus, donde también toca teclados adicionales. 

Su relación con Chuck Schuldiner y Death.

Todo empezaría en el año 1986 cuando un joven baterista Chris Reifert (AUTOPSY) tomó el demo DPT (Death To Posers) de la banda de death metal “Sadus” y se lo enseñó a Chuck, escuchando la música y quedaron fascinados con ella. En palabras de Chris la describe como: “jodidamente demente, rudo y con gritos descomunales”. Y así fue como se animaron a llamar telefónicamente a la banda Sadus. Es aquí donde Steve DiGiorgio escuchó por primera vez el nombre de una banda llamada “DEATH”, que en un comienzo le pareció cómico y poco serio para ser el nombre de una banda de metal. 



Cuenta Chris que un día toda la banda SADUS llegaron en un coche a su casa y parecían todos salidos de una pandilla. Intercambiaron música e instrumentos. Steve se refiere que la química fue instantánea y natural entre ellos. Chris y Chuck le pidieron a los de Sadus que les permitieran ensayar en su sala de ensayo, la cual era una habitación pequeña, pero era lo justo y necesario. Y para cerrar el trato, Chris propuso que dejaría su kit completo de batería e instalado, lo cual los chicos de Sadus dijeron: GENIAL.

Entonces la amistad entre Steve DiGiorgio con Chuck (DEATH) se inició en 1986 en pleno proceso de grabación del afamado y álbum emblemático Scream Bloody Gore (1987). Steve narra una anécdota de este disco: “Estamos sentados en el apartamento de Chuck y llegaron los discos de prueba con dos piezas de cartón con el vinilo en el medio y supongo que, en algún punto del traslado, la temperatura se elevó y se deformaron y en ese momento Chris pensó que era buena idea poner el vinilo en el sol y dejarlo que se suavizara con el calor. Era como esperar un pastel en el horno jajaja, luego pusimos el vinilo en la tornamesa, y ni bien la aguja tocó el disco, eran como olas que empujaba a la aguja ya veces salía volando el disco. Como resultado tuvo un disco irreproducible.” Steve añade que para Chuck ese momento fue un gran logro estar en vinilo y solo tenía 18 años.

Para esta época Steve se aprendió todo el bajo de Scream Bloody Gore y ensayaban en la sala de ensayo de Sadus. Tenían planeado hacer unos shows con Death, así que empezaron a dibujar los volantes con los logos de Death y Sadus, y el set list completo para esas fechas, hasta que un día Chuck dijo: Hey volveré a Florida a visitar a mis padres . Dando por cancelado los espectáculos que ellos habían preparado. Se suponía que solo iba a hacer un breve tiempo de visita, pero pasaron los meses y no se sabía nada de Chuck y llego el momento en que Chuck llamo a Reifert y le dijo que no deseaba volver a california. Poniéndole un punto final a la primera formación de Death.

Un poco de historia

Antes de seguir con la historia del HUMAN tengo que precisarles algunos detalles de la banda para que podamos entender mejor el contexto.

Es 1990 y se lanza el tercer álbum “Spiritual Healing” por la casa discográfica Combat Records en abril de ese año, por lo que con lleva hacer giras promocionales. En este tiempo los integrantes eran James Murphy (guitarra), Chuck Schuldinner (voz y guitarra), Bill Andrews (batería) y Terry Butler (bajo). James solo participó en la grabación del disco, pero por problemas de egos con Chuck, decide dar un paso al costado y se une a la banda Obituary que justo en esa época estaban por grabar su segundo álbum de larga duración el emblemático “Cause of Death”. 

Ahora por favor prestemos atención a lo siguiente, se llamo nuevamente al guitarrista puertorriqueño Paul Masvidal y fundador de la banda CYNIC, para las giras del “Spiritual Healing. Anteriormente este virtuoso guitarrista había colaborado con Death en sus giras promocionales de “LEPROSY”. Asi que ya eran viejos amigos conocidos.

Todo se encontraba listo para hacer una gira europea “Torture Over Europe 90's” junto a Kreator, en lo cual Chuck no participó de ella. Aca es algo confuso de saber quién realmente fue el responsable, pero todo indicaría que seria Chuck el causante de esta decisión. Por lo mismo que en video documental Death by metal (2016) los integrantes de ese momento explicarían que Chuck siempre supo y que el mismo dio el consentimiento de que hagan una gira a Europa sin su participación, por lo que fue firmada en contrato con la casa discográfica. Así mismos familiares de Chuck y como el mismo lo mencionaría en entrevistas documentadas, diría que no sabía nada y que fue una traición por parte de sus antiguos miembros. A lo que conllevo nuevamente a echar a todos sus integrantes y buscar nuevos colaboradores para su banda. 


Steve DiGiorgio y el disco HUMAN de Death

En noviembre de 1990 OBITUARY y SADUS salieron de gira como bandas de soporte para SEPULTURA, la cual comprendía países como USA y Canada.

Cuenta Steve Digiorgio: “ Estábamos en el bus con los chicos de Obituary y pasamos por Florida y Chuck vino a la ciudad, al lugar en Orlando e invitamos a todos los chicos de Sadus al lugar. Fuimos y matamos el tiempo, viendo televisión y comiendo pizza. Chuck Nos comentó: “Que tenía problemas con sus ex integrantes de su banda y se habían ido solos a hacer una gira por Europa, bajo el nombre de Death, y que se encontraba listo para volver a formar una nueva alineación para su banda”.

En esa época se suman a la nueva cara de Death el baterista Sean Reinert (RIP 2020) y Paul Masvidal guitarrista de CYNIC. Para Steve fue emocionante saber que iba a tocar con estos dos músicos, por que el era fan de la banda de ellos.

En realidad, como anécdota cuenta el manager de la banda Eric Greif (RIP 2021) de Death: “ Me encontré en la parte de atrás del Milwaukee Metalfest y justo entra Steve y le dije: ¡Hey!, vas a hacer el bajista que grabe el nuevo disco de Death, hecho que le tomo por sorpresa a Steve.


Chuck ya había estado trabajando los temas del Human con sus antiguos compañeros de banda, así que ya tenían cosas grabadas en demos, pero una vez se lo dieron a los nuevos integrantes, las cosas cambiaron de una forma drástica y espectacular.

El HUMAN fue salto tremendo en el death metal y en si en la música extrema, ya no solo era agresividad y blast beat, ahora tenias algo tan fresco como el jazz y la fusión dándole ese toque personal que le daban estos músicos, para ponernos en contexto este disco fue un antes y después para Death es por ello que muchos conocedores del genero marcan como uno de los mejores disco de la banda, y la cual nos abrió a un mejor entendimiento de lo que es la música, y que no esta nada. . mal, experimentar nuevos géneros dentro de ella.

Algunos datos curiosos:

Es el cuarto álbum de la banda y cambian de casa discográfica a Relativity

Scott Carino fue un música de sesión que participó tocando el bajo en algunas líneas de la canción Cosmic Sea, bajista en las giras promocionales y es el que aparece en el videoclip promocional Lack of Comprehemsion.

Fue la primera vez que Death grabo un videoclip oficial la cual fue Lack of Comprehemsion.



El arte de la portada ya no es el maestro de arte ED REPKA, sino que lo reemplazaría RENE MIVILLE quien tan bien trabajaría con Obituary.

El reconocido productor musical Scott Burns (LEPROSY Y SPIRITUAL HEALING) sería el encargado de grabar nuevamente este disco de Death. Pero con la ayuda de Chuck Schuldiner produciría este nuevo material.

Se grabo en los míticos Morrisound Recording Studios, de Tampa, Florida, USA. Masterizado en Fullersound, Miami, Estados Unidos.

En 2011, Relapse Records reeditó el álbum para conmemorar el 20º aniversario de la publicación del álbum.

Steve Digiorgio siempre ha estado presente en la vida de Chuck y Death, después de este disco, entró nuevamente a las salas de estudio para grabar “Individual Thought Patterns” donde participarían GeneHoglan y como guitarrista invitado tendrían al mítico Andy LaRocque, pero esto será para una nueva historia para contarles.

Si o Si nos vemos en el concierto de Death To All este 15 de marzo tienes que ir si eres un fan acérrimo del metal extremo y en especial de DEATH.




The Cure es una banda que atrae ese culposo interés por la desventura, por ser partícipes del conflicto de quienes no pueden conciliar con sus demonios internos, y aunque las viudas del rock gótico traten de imponerles una paternidad irreconocible para ellos mismos, me parece justo nombrar a un puñado de bandas que han sabido acabar con sus remordimientos y sacar provecho de su influencia desde las trincheras del metal pesado. Este es nuestro top 3 de bandas brutales influenciadas por The Cure.




Converge - 'Disintegration'


'Disintegration' es un disco incomparable que conforma el segundo escaño dentro de la trilogía iniciada con 'Pornography' y concluida en ‘Bloodflowers’. En todas sus canciones persiste la palidez sombría que deja el desamor cuando está sometido al capricho de las emociones, pero escuchar la canción homónima 'Disintegration' te deja con secuelas irremediables, como si algo se quebrara dentro de ti para no volver a su estado original jamás. Esa ruptura es tan divergente como el ecléctico cover que Converge reversiona a gusto personal y sin afán de ser congruentes con los seguidores tradicionales de The Cure. La amalgama de hardcore/metal que se escucha esta provista de gritos destemplados que caen como plomo al mar en un frenético vaivén de texturas rítmicas. El resultado es una interpretación sin filtros que escala en crudeza pero no deja de lado las hoscas realidades.







Taake - 'Cold' 


The Cure tiene una carga de pulsiones negativas que persiste en permanecer deprimentemente constante en casi en toda su carrera, pero llegar hasta los sótanos de 'Pornography' es tocar fondo junto a unos seres que sufren por las desdichas comunes y corrientes de su existencia. La versión que hace el proyecto de black metal noruego Taake de la séptima canción del disco 'Cold' es como una plegaria que se ahoga entre las sombras. Un tema que muestra de manera desgarbada pero contundente los pactos entre facciones de ennegrecidas personalidades. 





Behemoth - 'The Forest' 


 

'Seventeen Seconds', considerado como el primer álbum de The Cure por el mismísimo Robert Smith, fue una mancha oscura en el fondo de su existencia, un paréntesis que no concebía un mundo que excluyera las experiencias sombrías de los jóvenes de su tiempo, y esto paulatinamente recrudeció en los enfermos del nihilismo crónico en muchos aspectos y durante varias décadas, logrando incluso implantar su maliciosa semilla dentro del metal extremo. La pecaminosa versión de 'A Forest' hecha por los black death metaleros de Behemoth  significa adentrarnos en el refugio de las bestias, en una masa boscosa que parece tragarte con la densidad de su música sin que puedas hacer algo al respecto. El tema es una tribulación constante entre lo ambiental y lo rítmico que te hará morder el polvo.





 




Dargedik saca la reata para ponerte a derecho en todo lo que respecta a lo más reciente e indispensable del heavy metal sudamericano, en esta ocasión nos enfocamos en la siempre activa escena chilena y en lo más destacable de la escena peruana, así que disfruta de esta minuciosa selección y agudiza tus sentidos porque este nuevo choque de titanes promete zarandear tu impávida zona de confort. ¡A ponerse alerta mutantes!



 LO MEJOR DEL HEAVY  METAL CHILENO




Vórtize (Chile) '¡Tienes que luchar!' - 2022 


Javier Ortiz se une a una tendencia atrapada en el tiempo y que desde hace varios años lucha por salir de las cavernas y vivir una nueva era de esplendor. Las motivaciones que lo empujan no son pocas, porque al multiinstrumentista chileno la música heavy metal le sale hasta por los poros, y esto es suficiente para empezar a liderar su propio proyecto personal en donde se encarga de tocar todos los instrumentos. Vortize, como se le conoce a su emprendimiento, ya tiene dos discos en el mercado, siendo el ultimo 'Desde bajo tierra' (2023), pero su debut del 2022 '¡Tienes que luchar!' está diseñado con ese gusto y predilección por montarse sobre máquinas voladoras y llevarnos de vuelta a la prehistoria metalera en un abrir y cerrar de ojos. Me impresionan mucho esas letras en español que son asaltadas por visiones retro-futuristas plasmadas y reproducidas en un viejo tape que yace enterrado en algún deshuesadero espacial. La música es una correría interminable por el éter y su fluidez asombrosa esquiva bólidos de gran dimensión con la ayuda de un speed metal que evita que nos vayamos de bruces con sus maniobras osadas a la velocidad de la luz, el solo de silbido en ‘Mundo bipolar’ es lo más true que he escuchado en años (risas) y ese homenaje a Seiji Yokoyama con ‘Oda al cisne’ hace que mi corazón fanboy salte de emoción. ¡Muy recomendado!.




Hëiligen (Chile) - 'Shadows in the Church' - 2020




A galope entre el traditional heavy y el speed metal,  Hëiligen  llega portando el fruto de sus horas más productivas con 'Shadows in the Church' su disco debut que los posiciona en la cumbre del tradicionalismo sudamericano. Estos hijos de la ira han aprendido a construir metal retro desde las entrañas más ponzoñosas de su ciudad, con un estilo callejero que no se doblega ni trata de ocultar su naturaleza correosa. Esto en cambio es como un aliciente que los mantiene desafiantes, encaramados sobre los hombros de sus influencias más notorias, ya sea Iron maiden, Helloween o Exciter, todo se unifica en abrasadoras líneas de guitarra que proporcionan una reacción desenfrenada, y que curiosamente provienen de la guitarra solitaria de Hugo Sanchez, mientras que Renzo Palomino eleva su voz por los cielos como si de fuegos artificiales se tratara, para reventar justo, cual polvorín; en las notas altas. El bajista Hugo Álvarez se entrega a la misma férrea determinación que conlleva golpearse el pecho en señal de inquebrantable pundonor contra todo lo que se les cruce en frente. Hëiligen tiene los huevos forrados de acero y esto está totalmente definido en su personalidad, me causa curiosidad saber si con otro tipo de producción la obra hubiera adquirido otra perspectiva, de todos modos las invocaciones a la NWOBHM dotan de una gallardía fantasiosa a estas historias que cobran vida propia en este particular campo de batalla del que solo puedes salir con los pies por delante o como un héroe alzado en hombros. A pegar la oreja y no perder de vista a esta banda que se las trae.




Shadows (Chile)  'Out for Blood' - 2023


Desde el corazón de las tinieblas, los santiaguinos de Shadows hacen un recuento de todas las cosas malignas que salieron en los ya lejanos años setentas y ochentas del siglo pasado con 'Out for Blood', su más reciente disco patrocinado por el sello Sentient Ruin Laboratories. Una sola escucha puede no ser suficiente para apreciar el entorno brumoso que rodea a este disco repleto de trinos y versatilidad. Desde el primer minuto nos envuelve un telón atmosférico de penumbra y misterio que define incluso la indumentaria escénica de los dos miembros oficiales de la banda, John Shades y Michael Mist, ambos actúan como 'maestros de ceremonia' en la selección cuidadosa de cada ángulo de su música, mientras ingresamos por una neblina empapada de reverberación que nos obliga a no romper el pacto con las criaturas de la noche. El resultado es óptimo, con mucho heavy doom por aquí y otro tanto de horror rock por allá, 'Out for Blood' mantiene un aire de inquietud salpicada de virulencia heavy metalera muy al estilo de Mercyful Fate. Destaca especialmente ese afán lúdico por conceder un  papel amenazante al power pop, los seguidores del Papa Emeritus se darán cuenta a lo que me refiero, porque de todos modos su aporte no está proscrito de contener un secretismo tan abyecto que consigue alcanzar un clímax muy convincente. ¡Nuevos oyentes, prepárense para quedar boquiabiertos con esta banda que estoy seguro dará mucho que hablar!








LO MEJOR DEL HEAVY  METAL PERUANO



Retrofulgor (Perú) - 'A través del Éter' – 2021



Retrofulgor
es un grupo decidido a saltarse el cerco de púas, plantarte el macho cara a cara y  barrerte con todo a la primera oportunidad. Así que no te descuides y mantén los puños en alto si no quieres terminar en el suelo de un soberano sopapo que te puede propinar cualquiera de los temas que componen su primer EP, el cual fue editado de forma independiente con el nombre de 'A través del Éter' en el 2021, un trabajo que se abre cancha dentro de la escena peruana con un estrepitoso avance que no pierde poder ni dirección, podrán cambiar de carril mientras aumentan o disminuyen el toque melódico; pero jamás torcerán su destino. De esta manera las aportaciones armónicas son meramente complementarias para un disco que tiene al heavy metal grabado a fuego en su piel, y al que defienden a capa y espada en cada directo que requiere de su furia combativa. Los guitarristas arrojan la moderación por la ventana y se vuelven esclavos de su propio poder, hay unos contrapiqueos de guitarra alucinantes, buenas introducciones a medio tiempo y riffeos galopantes que te ponen los pelos de punta. La mancuerna que forma este par de violeros realmente es digna de recordar. ¡Apunten la placa,  que Retrofulgor se viene con todo!.






Blizzard Hunter (
Perú) - The Path of Triumph  – 2021




La publicación de este disco fue como un meteorito que removió los cimientos metálicos del underground peruano, a su vez que marca un antes y un después dentro de la carrera de Blizzard Hunter, una banda que ya contemplaba pasar de ser la revelación del circuito local a consolidar el hito que representa su segunda placa en términos de internacionalización. 'The Path of Triumph' rebasa con un estilo sumamente frontal que exuda una naturaleza avocada a exacerbar el espíritu de los buenos tiempos. Su gancho tiene una pegada impresionante y el vocalista Sebastián Palma tiene mucho que ver en ese aspecto. Su estribillo propulsor deja rastros humeantes en cada descarga que entrega, da igual si tiene que ser melódico o visceral, su registro se complementa a la perfección con la labor de Lucho Sánchez quien es un experto domador de tempestades, con tan solo tronar sus dedos puede hacer que el viento cambie de dirección, que el arcoíris aparezca tras las acuosas notas de una semi-balada o que una granizada brutal de riffs amenacen con partirte el cráneo si no te pones a buen recaudo, estas habilidades también son compartidas por Ramón Lau, el otro mago de las seis cuerdas dentro de esta agrupación. Ambos guitarristas pertenecen a las altas esferas del metal peruano, capaces de dejar el alma sobre cuerdas en un desprendimiento armónico poco usual para una banda con una dinámica tan intensa, esto hace que sea accesible para los que provienen de estratos menos metalizados pero que de igual manera se ven propensos al ataque certero de una banda decidida en dar siempre en el blanco.




Hyena (Perú) - 'Live at Sanctuary' EP - 2019

 


La obra que catapultó a Hyena a la palestra, la que define a estos estandartes de la movida revival en el Perú como referentes de una generación
que rinde pleitesía al buen hacer de unos clásicos reencarnados en la vitalidad endiablada de su música. "Live at Sanctuary" es una sobredosis de pesadez que apabulla los nervios, con la demencia de un Harry 'el sucio' que desafía a las masas con su plétora de filosos aullidos. Su presencia hace que el disco trascienda desde esa primigenia afinidad por el hard rock hacia la velocidad frenética del speed metal, su ida y vuelta es tan impredecible que uno se siente perseguido por un maldito rayo a cada instante, mientras que la batería marca el compás atrayendo la atención como si fuera un motor rugiente a espera del silbatazo inicial para irse de orza, del mismo modo; las guitarras se vuelven  insularmente prodigiosas cuando se deciden a armar cualquier estructura de alto vuelo, y de la misma manera se vuelven serpenteantes si les toca deslizarse a ras del suelo. Este accionar se vuelve letal y memorable, no hay respiro cuando Hyena encuentra el margen justo para desarrollar su imaginación artística. 'Live at Sanctuary' es un disco que puede serlo todo menos ordinario. Los que piensan que el metal tradicional fue hecho estrictamente para la nostalgia y que a estas alturas es imposible de otorgarle un poder duradero, les recomiendo escuchar este álbum ipso facto.





Obscura es una banda que ha puesto todo su esfuerzo en construir su futuro en cada disco que lanza al mercado, y es completamente inadmisible pasar por alto su enorme entendimiento de un género que a estas alturas ha sufrido un sinnúmero de mutaciones, a pesar de que existen cientos de versiones bajo distintas máscaras de lo que se cataloga hoy como metal extremo técnico o progresivo, lo que hace diferente a obscura es que jamás cayeron en el desuso de su capacidad cerebral, cualquier álbum de estos colosos alemanes representa una nueva génesis en el death metal moderno y esta vez quiero ofrecer mi interpretación personal de un disco crucial para el movimiento extremo mundial, no solo por la forma en cómo se gestó, sino en sus acciones y sus consecuencias. Estoy hablando de 'Cosmogenesis' (2009) un disco que no se retiene nada hasta obtener lo que le corresponde. No existen recovecos que estén fuera de sus límites o que falten explorar cuando toman la postura del aperturismo en todas sus formas, esto está implícito en su música y 'Cosmogenesis' hace gala de ello con canciones cruentas, sin concesiones a la hora de tratar con un elevado grado de técnica un despliegue de medios alucinante.


Hannes Grossmann (bateria) Jeroen Paul Thesseling (bajo),
Steffen Kummerer (guitarra y voces) y Christian Münzner (guitarra)





De la cacofonía de la violencia al mutismo
atroz de la muerte

Pero por más meritoria que sea esta producción artística, es innegable que su iniciativa obedece a la labor de una persona clave, y en este caso es la de Steffen Kummerer. Una autoridad visionaria capaz de decidir sobre cuestiones indispensables en el sonido de obscura. De hecho, más que su líder, Kummerer encarna el avatar del antihéroe que disfruta de lograr todo aquello a lo que aspira asi sea imponiéndose a los demás. Es importante mencionar que su mentalidad estaba íntegramente enfocada en potenciar su capacidad de sugestión sobre el público, y el involucrarse en el proceso de producción del disco junto al productor V. Santura demuestra su intención de no dejar que nada se salga de su control. La verdad es que motivos no le faltaban, porque este trabajo representaba la opera prima de una serie de discos vinculados en torno a una perspectiva mordaz e inteligente para abordar un mundo despersonalizado que en vano trata de atar humanidad a un fatalismo anti-cósmico voraz y despiadado. De este modo cada canción del disco favorece a que los artificios conocidos en el género estallen desde un principio, los encargados de hacer esto posible serían Jeroen Paul Thesseling (bajo), Christian Münzner (guitarra) y Hannes Grossmann (bateria), quienes junto a Steffen Kummerer (guitarra y voces) se unen para darle penitencia a un disco que es fiel reflejo de un interior torturado que contempla la conturbación planetaria en una cacofonía violenta, de especial sensibilidad melódica, pero que además es vivida en primera persona rebasando con esto lo explícito en una obra rabiosamente fresca que sentó las bases de una nueva era.


Steffen Kummerer (guitarra y voces)




"Cosmogenesis", el destructor de mundos






Canciones


1. The Anticosmic Overload  
2. Choir of Spirits  
3. Universe Momentum  
4. Incarnated    
5. Orbital Elements  
6. Desolate Spheres  
7. Infinite Rotation  
8. Noospheres  
9. Cosmogenesis  
10. Centric Flow




Ni bien inicia "
The Anticosmic Overload" cada preciso fragmento del pasado se encuentra justamente con su presente, como se dijo en algún momento, es la confrontación del death metal clásico frente a frente ante su yo del futuro, un encuentro que se ampara en la torsión, el enredamiento vertiginoso de velocidad que colisiona en tempos filudos que se incrustan en tu corteza cerebral como metralla que se dispara después de una explosión. Christian Münzner y Steffen Kummerer abren una zanja en tu cerebro para insertar esa concepción racional de técnicas versadas en una amplia transgresión musical. Al escucharse "Choir of Spirits" nos aproximamos a figuras abstrusas y menos exploradas por bandas contemporáneas al estilo, su emplazamiento es movido por un imaginario que es fruto de una deshumanización del sonido visto a través de la creación progresiva, la influencia de Cynic es inacallable, exacerbando esos rasgos alargados de voces robóticas y solos susceptibles al impacto del elemento melódico, por otro lado; "Universe Momentum" es una arboleda intemporal resguardada por un personaje icónico para el death metal de vanguardia y cuyo aporte sigue muy vigente hasta el día de hoy, no podemos apreciar al Obscura de hoy sin considerar la influencia del maestro del ayer: Chuck Shuldiner (Death) y la aproximación incesante de esa influencia que tiene tintes freudianos, como si se tratase de un acto de represión y de liberación constante de aquellos nexos que comparten en términos de música, letras e imágenes, porque apenas escuches "Incarnated"  te darás cuenta de ello. De esta canción surge una especie de revelación interior, un momento en que algo importante que estaba oculto aflora al exterior para integrar un corpus lirico centrado en el poema 'Der Erlkönig' de Johann Wolfgang von Goethe, lo que le atribuye esa detonación súbita a los instrumentos que adquieren una flexibilidad que demuestra que el estilo brutal no siempre tiene que tener un enfoque preponderante, invariablemente hay recursos furtivos que pueden dar los mismos resultados.




"
Orbital Elements" tiene el chispazo último de todo buen instrumental. La belleza de sus guitarras acústicas adquieren diferentes proporciones en el manejo cauteloso de esa intriga eléctrica que se aproxima provista de arreglos en los que cada miembro ofrece habilidades sobresalientes. Una vez más Jeroen Paul Thesseling maneja esa tanática pulsación para dominar el bajo fretless como muy pocos lo saben hacer, el maestro lleva sentando cátedra a donde quiera que vaya en un subibaja de secuencias degradadas que recorren ese mástil de pendiente sangrienta, en cuanto a Hannes Grossmann, su postura es la de dejar atrás todo rastro del pasado para comenzar de cero. La percusión primitiva cede el paso a un estilo pulido, que tiene como objetivo común, el componer música rápida que vaya un paso adelante que sus competidores, y en "Desolate Spheres" se maneja esa tensión como un modo de «atrapar» al oyente y aislarlo hacia el interior de un perfecto desorden, a la vez que somos expuestos a los aspectos más truculentos que Kummerer puede llegar a ofrecer con su voz, el hombre se esfuerza por sonar malévolo y vaya que lo consigue,  aunque la armonía siempre este ahí para suavizar los surcos mas ásperos, dosificándolos con ritmos jazzísticos que bombean vida a muchas de sus intrincadas estancias.



Lograr que canciones como "
Infinite Rotation" sean propensas a reflectar luz a pesar de su ineluctable tendencia a la oscuridad parece un juego de niños para estos dementes que se baten en duelo sobre escalas de arpegio que oscilan entre guitarras dobladas y aquella sección de voces limpias que proporciona una iluminación profanamente perdurable, esa dinámica es compartida también por la ultima triada de canciones que se mantienen como objetos en suspenso, flotando en el espacio antes de su fatal desenlace. Ni la pesadez gravitacional de "Noospheres" podrá ser impedimento para quedar absorbido por esa vorágine frenética que la engulle en un epílogo memorable, un desenlace que ni los andares ultratécnicos de "Cosmogenesis o  el convulsionado progresismo de "Centric Flowpodrán evitar. 



Conclusiones

"Cosmogenesis" de Obscura tiene un carácter retrospectivo consagrado a replantear su futuro a cada minuto, causando la necesidad irreprimible de volver a escuchar esa eficacia congénita de unos músicos que formulan intrincadas leyes humanas a una naturaleza que es caos y armonía al mismo tiempo, siendo el resultado más fascinante de lo que la mayoría de nosotros podríamos haber imaginado.









Introducci
ón

Situémonos en contexto. Era mediado de los 90 y el metal pasaba por uno de sus peores momentos. El grunge estaba por todas partes y la falta de ideas no hacía más que empeorar las cosas, al mismo tiempo cientos de adolescentes se enganchaban permanentemente a los sonidos más polvorientos de los años 70 que ahora se veían revitalizados por bandas como Kyuss, por su parte; Mazzy Star hacía lo propio con un sonido cristalino capaz de tomar la F.M. si así se lo hubieran propuesto, pero el caprichoso destino quiso que no fuera así. Lo que ocurrió después fue una oportunidad. La de volverse sabios en un panorama que apenas mostraba sus primeras síntesis, y unos mancebos neerlandeses no desaprovecharían el momento para darle cuerda a las ideas. Era hora de violar el pacto. Lo resto es historia.


"Mandylion" - La Poesía Que No Cesa


Cuando Anneke van Giersbergen llegó a The Gathering parecía estar inmersa en el deseo de encontrarse consigo misma a través de la música
. N
ecesitaba de un medio para exhibir esa vena artística que no encontraba cabida entre la candidez de su apariencia y las desgarradoras letras de su pluma (no en vano ocupó la labor de letrista principal en los discos más trascendentales de la banda). Llegar a The Gathering fue lo mejor que pudo haberle pasado, como si los astros se alinearan para  que todo mágicamente suceda. La banda desde un tiempo atrás venía vislumbrando un decisivo cambio en su faceta underground. Después de editar "Always..." (1992), los hermanos Hans y René Rutten vieron la imperiosa necesidad de dejar atrás su tan celebrado ingreso al panteón de la fama del death doom metal con una variación radical de su estilo. Primero enfocándose en adaptar la sensibilidad de sus letras hacia una esencia que compagine el éxtasis juvenil tan en boga en esos tiempos, y que propiciado por el grunge en cierta medida, fue la puerta de ingreso para la incorporación de Niels Duffhues como vocalista principal en el infravalorado segundo disco llamado "Almost a Dance" (1993), injustamente lapidado a pesar de ser un preludio a la obra maestra que nos compete describir el día de hoy: "Mandylion" (1995). ¿Pero qué tiene de especial este disco?, no son pocos los halagos que le han llovido, pero; ¿es realmente tan extraordinario como se dice y predica en los diferentes debates acerca de las mejores transiciones hechas en el metal de los noventas?. 


En primer lugar, la llegada de Anneke van Giersbergen (1995) coincide con el inicio del auge que a partir de años posteriores tendrían las voces femeninas dentro del metal contemporáneo, su contribución fue de dotar de personalidad a una tendencia en pleno crecimiento, fuera del particular registro distintivo que cada frontwoman desarrollaría individualmente. Esto sumado a un consenso no declarado públicamente para escapar de la cadena de la 'muerte perpetua' y dar un porrazo más accesible pero igual de certero a su propuesta, fue uno de sus mejores aciertos. La evolución marchaba como el gran aliciente para atender una musicalidad de figuras poéticas construidas sobre la potencia persuasiva de Anneke y sus cualidades para el canto. Sin la pesadez como único parámetro a tener en cuenta, "Strange Machines" arranca con la conjetura de vertientes musicales tan disímiles, ¿acaso Stoner rock, dream pop o avant-garde?, de todos modos se renuncia a que el oyente quede reducido al aturdimiento, llegando a él desde varios frentes con una propuesta que solamente se puede comprender desde una lectura pausada.

Pero no te confundas, porque los  segmentos sólidos no son abstraídos en su totalidad, se siguen conservando fuertes dosis de distorsion, además de incluir teclados ambientales que marcan un contrapunto bastante singular. La mezcla resultaba de lo más desconcertante, era como caer en un punto muerto entre el nicho y el éter, como pasar de lo mundano a lo abstracto en un segundo. En "Eléanor" nuestros sentidos son expuestos a una sorprendente perplejidad metalera. Era comprensible que las muchedumbres más belicosas soltaran toda su rabia ante una demostración tan tersa de reflexión melódica. ¡Y no solo era eso!, en ocasiones se escucha una cualidad bastante dramática que rápidamente fue asociada con la subcultura gótica. Y como no pensar por un momento en ello, si con "In Motion # 1" hay un intento exacerbado por inducirnos a que nos cortemos las venas con una galleta de soda. No hay otra definición para esta semi-balada que simplemente calificarla como 'maravillosa'.


Con la llegada de "Leaves" la superposición eléctrica nos abre las puertas a toda una experiencia sensorial, a la existencia de un romanticismo que a duras penas creemos que exista. Un tema que tras la interpretación de sus versos obtuvo un sentido crucial para el amplio sector femenino que venía interesado por encontrar refugio en un disco sónicamente diverso y heterogéneo. No se trataba de la búsqueda de una nueva clase de seguidor artificial para la banda, era la conexión con esas diásporas que anhelaban un escenario vital para sus ilusiones (o desilusiones) adolescentes, y en ese sentido este disco les dio lo que necesitaban de una manera poco antes vista, era agradable de escuchar pero aun así denotaba estar inmerso en el metal pesado.



Por si esto fuera poco, "Sand and Mercury" se mostraba como una canción extremadamente diáfana que fluía en un avance efectivo y continuo del minimalismo progresista, acompañado por una sinfonía melodramática de rasgos entrañables y definitorios para este disco, asimismo; la acumulación gradual del género ambient diversificaría aún más su paleta de influencias, desde la cual, se asoma un vasto territorio musical en 360º. Al escuchar "In Motion # 2" solo podemos estar seguros de una cosa: la melancolía no tiene remedio, salvo el reconocimiento de que puedes acostumbrarte a ella, y en este sentido "Mandylion" no se proyecta como un simple narcótico para el dolor, si lo escuchas lo suficiente sentirás el estímulo de la alegría de vivir corriendo por tu venas.

Conclusión

"Mandylion" de The Gathering es una obra maestra que cumple 28 años, lleno de sombras que deambulan en la espesura del verso de Anneke van Giersbergen, y su incomparable conexión con los hermanos Rutten que junto a Frank Boeijen, Jelmer Wiersma y Hugo Prinsen Geerligs tomaron el mismo rumbo en este proceso de pleno autodescubrimiento. Hoy tenemos la dicha de celebrar con un soplo de positivismo un trabajo que merece ser revalorado por las nuevas generaciones para que así logre ocupar el lugar privilegiado que se merece.








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