Independiente
Por muy espinoso que sea, debemos
admitir que los subgéneros no se inventan solos. Siempre que se sepa plantear y concentrar el fulgor
creativo en su máxima expresión habrá la posibilidad de crear expresiones
musicales nuevas que no se rigen en criterios estrictos. Es como darle una
exprimidita más al limón, a ver si podemos seguir sacándole algo de jugo. En esta ocasión "Tarnished Passion" de la banda
bielorrusa Leprethere, sobrepasa su fase de experimentación
encontrando sus raíces en el estilo math metal progresivo con
toques djent y unos gruñidos vocales febriles trabajados
por Anton Bondarenko bajo un ángulo de presión irregular que se
repite una y otra vez como siguiendo una secuencia geométrica, para poco
después dispersarse en un número milimétrico de interacciones rítmicas sucesivas que se reduce por lo general a progresivismo desde el punto
de vista técnico.
Sin embargo; es interesante resaltar el uso de la palabra osadía, pues esta
hace referencia a la necesidad, no solo para preservar la tónica de la
disonancia, sino de los demás elementos del disco, de buscar un uso adecuado a
todo este licuado de metales raros, alternativos para llamarlos de alguna
forma; de la misma manera que otros artistas, en diferentes estancias, lo
estaban haciendo en su momento. Recordemos que Meshuggah se fue contra corriente durante casi 20
años, antes de que la gente reconociera que efectivamente estos tipos
estaban locos. Si contextualizamos esta osadía, encontramos el motor de esta en todo el bloque que compone la saga de
canciones "Shining", tanto en su primera, segunda y tercera parte.
Para comenzar "Shining I" abre un continuum en donde pervive la infinita
movilidad del tempo, matemáticamente se van imponiendo ataques corrosivos
hardcoreanos por un lado y por otro lado las superposiciones poli rítmicas.
Tras estar resuelta la disonancia como dominante, en "Shining II" surge la tendencia de nuevas formas de enfocar las
composiciones, al definirse un refinado uso de los instrumentos de parte de Anton Berezovsky, encargado de la guitarra y el bajo, aunque me
cueste suprimir la idea de que la batería programada en este tipo de música
debería considerarse una pieza de desfase, un producto recursivo y no
necesario. "Shining III" concentra finalmente nuevos elementos que permiten diferenciar sus procesos en el uso del atonalismo, y que se sirven de métodos de géneros muy emparentados con el avant-garde,
scream math o post-hardcore por citar algunos.
A gusto del oyente, todo esto se materializa en inflexiones puramente
demenciales que se repiten y hacen parte, a su vez, de un objeto más grande
como una onda de choque anclándose en la multiplicidad. "Aftermath" se
ensambla en un soporte magnético que gira a través de un eje denso. El
anclaje de pausas mesuradas comienza a ser utilizado como prioridad para
oxigenar el flujo mediante introducciones habladas que preceden a los temas. El
gran número de sonidos no acostumbrados nos obligan a reasimilar la
materialidad dura, como en "Worthless" en donde a media canción se
utiliza otro sutil silencio de importancia vital, de distensión. Considerar
el hecho de que este dúo juegue con extensos periodos de tiempo con una
inagotable perspicacia hace que el disco no caiga en el foso de lo inaudible.
"Collapse" y "Adoration" a mi parecer encuentran
el tiempo justo para desarrollar sus detalles, aunque la proyección sonora ya
comience a ser menos eficiente a pesar que con el correr de los minutos
repercuta uno que otro groove en la interpretación. Se podría
decir que "Consecration" constituye el elemento básico del material
musical de Leprethere, aunque la asimilación se haga no menos
instantánea, felizmente en el ínterin las formulas rítmicas
obstinadas dan paso a momentos fugaces de calma que convergen hacia el
siguiente y último escalón: "Tarnished Passion", poco probable
que alguien tenga la capacidad de pensar con claridad ante un tema de locura
reptante, con ese crescendo que rebalsa la barra del compás. La acumulación de
eventos sonoros rarificados culmina con una división instrumental trémula, del
todo definida, sin deformaciones ni un excedente en la inmovilidad del ritmo,
aunque en ciertas ocasiones estuvieron a punto de estancarse en la monotonía.
En resumen un disco que crea
un efecto global de agobio cuyo valor es imponerse no solo por fuerza sino por
diversidad y refinamiento, la batería programada es tal vez su lado más flaco,
aunque su utilización consecuente no puede considerarse irracional. "Tarnished
Passion" de Leprethere es un disco que vale la pena escuchar en
este universo musical lleno de posibilidades latentes a la vuelta de la
esquina.
Calificación: 8.2/10
Lista de Canciones:
04. Aftermath
06. Collapse
08. Consecration
09. Tarnished Passion
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