Hay expresiones artísticas que se forman como un extraño suceso de acontecimientos aislados en los que el artista, su entorno, y los diversos procesos sociales que le preceden, coinciden para erigir verdaderos fenómenos de masas, estandartes de un tiempo que bajo su marcha sufren el perspicaz embate de los mecanismos que repelen o complementan su desarrollo.
Dado este punto; que un artista se convierta en un icono generacional no depende de la inconstancia de las tendencias o del capricho del azar, hace falta estar en el momento exacto, en el lugar indicado y con la propuesta adecuada para que su aporte sea valorado por su contraparte, aquella que aveces es tan mezquina confiriendo un estatus privilegiado a algunos y condenando al olvido a otros, de esta interacción nacen las propuestas mas originales, innovadoras, y muchas veces las mas bizarras que se puedan dar en el complejo espectro musical, bien dicen que el artista es reflejo de su entorno, y que el éxito o fracaso de una propuesta dependerá solo del entusiasmo con que el publico reaccione al reflejo que le da mas brillo a su realidad o en las risas que la evidente burla muestra detrás de la imagen que la acompaña.
Necro animando al moshpit |
Así sucedería a comienzos de los años noventa del siglo pasado, mucho antes que se pusiera en boga las zapatillas deportivas, los buzos ADIDAS y las guitarras de 7 cuerdas, un hijo de Caín decidiría abandonar para siempre las hordas infernales del metal extremo con "olor a azufre" para reformular un sonido propio que respondiera a sus vivencias del día a día, una síntesis que uniría la retorica del hip hop a un discurso de vida y muerte en las calles, de narcotrafico, crimen organizado y tragedia urbana con una visceralidad propia de los géneros mas extremos del heavy metal, siempre acompañado de un agudo sarcasmo en su concepto de sincretismo cultural entre ambos estilos, así nacería lo que se conoce hoy en día como el "Rap de la muerte", y así nacería su principal exponente: NECRO.
LOS RAPEROS MALOS VAN AL INFIERNO
Nacido como Ron Raphael Braunstein y conocido en el mundo subterraneo como NECRO, iniciaría una prometedora carrera en el mundo de las rimas a los 15 años de edad, después de ganar una serie de concursos por todo el circuito raper de Nueva York, el mas importante de ellos:"The Stretch and Bobbito Radio Show", un campeonato que en 1991 organizaría una
conocida estación de radio local que lo destacaría como el "Artista Revelación". Para ese mismo año su carrera tomaría mayor relevancia al ser impulsada por el éxito de artistas con ciertas similitudes estéticas y físicas, características que propiciarían el nacimiento del nuevo boom en lo convencional noventero, sin embargo; ser un rapero blanco en EE.UU de esos años seria tomado con intransigencia por la comunidad afrodescendiente norteamericana, mayoritaria en numero e intolerante ante lo que ellos consideraban una apropiación cultural descarada, el hip hop se había consolidado en los barrios negros y pobres un par de décadas atrás, y que su resonancia haya recibido cabida con la exposición de figuras anómalas a su entorno como en el caso de Vanilla Ice fue un duro golpe que amargaría el espíritu contestatario de sus seguidores, pero que mas adelante llenaría los bolsillos de los principales artistas afroamericanos al alzarse el hip hop en las listas como número uno en las preferencias gracias a la explosión mediática de los artistas blancos, un extraño dejavu que solo tiene parangón al compararse con lo sucedido cuarenta años atrás con Elvis y el rock and roll. Aun con las limitaciones que acarrea la perdurabilidad de estereotipos raciales en la cultura popular, muchos raperos blancos hicieron eco de la cobertura publicitaria para dar el gran salto de la escena independiente a los grandes escenarios, siempre bajo la linea comercial regulada por las preferencias del publico, no obstante; la visión tan poco ortodoxa de omitir la tendencia mayoritaria y utilizar recursos líricos con terrorífico humor para capturar aspectos de la realidad seria un viaje a contracorriente para la gran mayoría, pero no para un joven Ron, precedente de Necro.
LOS DÍAS SANGRIENTOS
Pocos imaginarían que la variación del nombre con el que se haría conocido en el ámbito urbano fuese una acotación del nombre de una clásica canción de los californianos Slayer, banda de referencia profundamente enraizada en sus inicios dentro del mundo de la música. A los 12 años de edad, Braunstein seria visto como un niño prodigio que contaba ya con un futuro prometedor dentro del metal de pesada factura, con un proyecto musical de solida reputación que en base a talento se ganaría el respeto entre sus coetáneos, lo que sin duda le dio la oportunidad de telonear a bandas de la talla de Sepultura, Biohazard y Napalm Death, todo esto a pesar de que la edad media de sus integrantes no sobrepasaba siquiera la mayoría de edad. INJUSTICE, era el nombre de aquella banda que formaría junto a su hermano William Braunstein en las labores de voz y bajo, Mike Palmeri en la batería, Mike Nabatov en la guitarra rítmica y finalmente el propio Ron (Necro) en la guitarra líder.
Esta formación grabaría dos demostraciones que oscilan entre la delgada linea que separa el death metal y al thrash metal pero incorporando altas dosis de versatilidad. Sin perder fuerza se introduce elementos que a base de sintetizador estructuran pasajes atmosféricos como en el caso de "Necrosphere" , apoyado por secciones melódicas que aceleran a puro pulso de muñeca, con mayor énfasis en el contraste con que los instrumentos confluyen en el vaivén de su propia tormenta sonora, así lo demuestra "Wisdom of the Subgenius", tema que marca la innegable destreza técnica y el prolijo dominio de los instrumentos de cada músico, que considerando la condición de "demostraciones" de ambos trabajos y la constante calidad compositiva que se evidencia desde temas como "Mind Over Matter" o "Winds of Change" pertenecientes a su primer registro hasta lo hecho en la siguiente y ultima grabación, la cual incluye los dos temas anteriormente citados, define una evolución que sin lugar a dudas fragmentaria las bases de lo tradicional en pos de lo que hoy en día llamaríamos "Death Metal Técnico", una proyección que lamentablemente se vio trunca en parte debido a la inexperiencia de sus componentes, quienes ante la carencia de un contrato discográfico que garantizara un fructífera difusión de su trabajo se verían arrastrados por la frustración y el pesimismo, decidiendo disolver la agrupación y terminar así con su corta pero mas que talentosa existencia, aun así; aquellas dos maquetas: "The Cursed Earth" (1989) y "Inhuman Conditions" (1990) ,son al día de hoy, material de culto buscados por los mas asiduos visitantes del circuito de compra, venta e intercambio de internet.
Serian muchos mas los proyectos en los que Necro trascendería las limitaciones entre estilos, colaboraciones junto a John Tardy y Trevor Peres (Obituary), Away (Voivod), Jamey Jasta (Hatebreed), Dan Lilker (Nuclear Assault), Sid Wilson (Slipknot), Scott Ian (Anthrax), Steve Digiorgio (Sadus), Max Cavalara (Soulfly), Brain Fair (Shadows Fall), David Ellefson (Megadeth), Ray Adler (Fates Warning), Mike Smith (Suffocation), Mark Morton (Lamb of God), Igor Cavalera (Sepultura), Alex Skolnick (Testament), Matt Harvey (Exhumed), Vinnie Appice (Black Sabbath) solo confirmarían el respeto hacia un artista que contempla su arte como una expresión fiel de si mismo , sin ataduras ni pretensiones falsas que involucren el vano oportunismo o el afán superficial de la exposición mediática, y aunque así lo quisiera, lo políticamente incorrecto es el cuchillo de doble filo guardado entre sus dientes, listo para salpicar sangre y carne al menor fraseo.
UNA DOSIS LETAL DE RAP
Luego de la disolución de INJUSTICE , Necro comenzó a verse envuelto en constantes conflictos referentes a sus nuevos intereses y a su peculiar forma de financiar su estilo de vida, con el objetivo de lograr desarrollar sus nuevas aficiones no dudo en echar mano de la venta ilícita de drogas, seria tan frecuente el ir y venir de su labor diaria que pronto llegaría a tener una nutrida cartera de clientes para quienes las entregas eran personalizadas con una tarjeta de "contacto". Gracias a estas innovadoras técnicas de mercadotecnia, Ron pudo invertir el dinero ganado en cursos de cine y actuación, ante la negativa de su padre que ya estaba bastante hastiado de los errantes pasos de su descarriado hijo. A finales de los noventa y con la estabilidad económica producto de sus innovadoras startups, llegaría la consolidación de un estilo propio, no el de fusión de estilos propiamente dicho, si no mas bien de replanteamiento lírico, una nueva vuelta de tuerca que uniría un estilo improvisador con base a la sátira e ironía en función a una descripción sanguinolenta, visceral y descarnada de aquella eterna paradoja que envuelve la vida y la muerte, puro death metal en rima. En 1999 fundaría el sello independiente Psycho + Logical-Records , lanzando los primeros dos álbumes en solitario de su propio fundador (aunque usted no lo crea), una actitud hágalo usted mismo permisible, si se trata de divulgar una actividad musical tan ecléctica. I Need Drugs y Gory Days venderían miles de copias y coincidentemente orbitarian el mismo espacio que aquellos actos prime time vistos en los canales musicales de la TV por cable, fieles difusores de la fusión de estilos con código de barras. A diferencias de estos, Necro comenzó a mostrar sus innegables raíces en el metal con "Pre-fix for Death" (2004), un álbum que contó con colaboraciones de iconos del metal mundial.
Serian muchos mas los proyectos en los que Necro trascendería las limitaciones entre estilos, colaboraciones junto a John Tardy y Trevor Peres (Obituary), Away (Voivod), Jamey Jasta (Hatebreed), Dan Lilker (Nuclear Assault), Sid Wilson (Slipknot), Scott Ian (Anthrax), Steve Digiorgio (Sadus), Max Cavalara (Soulfly), Brain Fair (Shadows Fall), David Ellefson (Megadeth), Ray Adler (Fates Warning), Mike Smith (Suffocation), Mark Morton (Lamb of God), Igor Cavalera (Sepultura), Alex Skolnick (Testament), Matt Harvey (Exhumed), Vinnie Appice (Black Sabbath) solo confirmarían el respeto hacia un artista que contempla su arte como una expresión fiel de si mismo , sin ataduras ni pretensiones falsas que involucren el vano oportunismo o el afán superficial de la exposición mediática, y aunque así lo quisiera, lo políticamente incorrecto es el cuchillo de doble filo guardado entre sus dientes, listo para salpicar sangre y carne al menor fraseo.
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