Probablemente
cualquier amante de los sonidos extremos que haya crecido con Morbid
Angel o Deicide se acerque a una
banda como Mesenktet
con desconfianza. Yo mismo, a veces, tengo que ir con pies de plomo cuando
escucho discos de este calibre, y Kairós (2025) no es la
excepción. Es un cambio de paradigma que cuesta tragar, pero que a veces saca a
relucir uno que otro atractivo.
Acentados en España y
con cierto recorrido en su circuito local, Mesenktet ofrece, musicalmente, un
enfoque muy cercano al deathcore, pero menos
sucio y con más groove
en los intervalos. Incluso se permiten influencias de subgéneros casi extintos
como el nu
metal, en un claro esfuerzo por construir una narrativa
emocional. Ese encuadre introspectivo aporta una dimensión más humana a
canciones como “Sueños Rotos”, la cual se inmiscuye en la
vulnerabilidad, donde el silencio entre los ataques es tan importante como el
impacto en sí.
La intención no es
gritar por gritar, y “Estigma” parece tener la
orden explícita de explorar lo interno, lo roto, con una ejecución puntual y
sin tantos aspavientos. Aunque no pondría las manos al fuego para afirmar que
está completamente libre de apoyos artificiales, cada inflexión tiene un
propósito, incluso la exagerada performance vocal, que por momentos
parece esforzarse por pintarse como el freak más traumatizado de la
cuadra.
“Vida
Inerte”
sigue la misma línea de cambios de tempo algo predecibles, lo que hace que cada
canción se sienta como una versión maquillada de la anterior, aunque no por ello
del todo plana. Hay buenos momentos instrumentales que sorprenden
positivamente. La misma “Kairós” o “Humana
Dispendium” demuestran que la banda puede mutar entre violencia
psicótica y melancolía confesional sin caer en composiciones huecas o demasiado
simples.
Las caídas
introspectivas, de 'Whitechapel'' ofrecen un respiro sin
perder tensión, hasta que sin darte cuenta tu subconsciente se va deshaciendo
en tiempo real bajo los silencios hipnoticos influidos por el crescendo
dinámico del post-metal.
Quizá los mutantes de la
vieja escuela no vayan a subirse al coche de volada ni a ponerse la camiseta de
Mesenktet a primera escucha. Pero si empezaran a ver propuestas como esta como
una evolución válida, incluso necesaria. Y si me equivoco,
pues que sigan oliendo a naftalina.
05. Kairós
06. Whitechapel
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