Independiente
¿O soy yo, o las buenas bandas de death metal están brotando desde debajo de las piedras? Cada semana, en la redacción de Dargedik, me topo con alguna que, a primera vista, no promete mucho. Pero basta con darle play para que cambie de opinión por completo. Eso fue justo lo que me pasó con “Melancholia”, el segundo larga duración de Ancient Thrones. Sin llegar a ser extraordinario, el disco logra todo lo que una banda de este tipo aspira, que es mantener al oyente en una posición de sosobra constante. No esperes algo que trascienda lo ordinario; aquí todo gira en torno a lo que más nos mueve: una agresividad que no decae, mientras se desliza por un tobogán de insensibilidad sonora.
Ya me daba la impresión de que esa portada no le hacía justicia al disco, porque si uno presta atención a ‘A Moon Fused Key’, se da cuenta de que está ante músicos consumados, que toman lo mejor de cada uno y fuerzan a que la música siempre mantenga su lado beligerante en primer plano. Ese enfoque puede estar apalancado, sí, por ciertos virajes lentos o melódicos, que si bien son predecibles en intros como ‘Achromatopsia’, en el caso de ‘Melancholia’ funcionan dentro del contexto general de la canción, clavándote el aguijón, adormeciendo con sus pasajes post-rock y luego soltándote todo ese veneno blackened death metal directo al torrente sanguíneo.
Hay una técnica impecable entre ambos guitarristas para dosificar respiros atmosféricos antes de meterte el terror a cuentagotas. Es un recurso clásico de esa escuela contemporánea donde The Black Dahlia Murder siempre fue uno de los máximos referentes. Pero aquí hay más: también se aprecia un tufo “old school” disfrazado de sofisticación. Esa mezcla le da nuevas luces a temas como “A Turning Point”, “A Pellucid Prism” o “Sacred Swollen Glass”. El sentido melódico está presente como una expansión residual de su propuesta, pero no como su finalidad absoluta. Hasta aquí, el repertorio está sumido en explotar su faceta más conflictiva por encima del experimental. ¿Y qué ocurre cuando las líneas de guitarra de “A Pale Palace” podrían encajar más en el nuevo disco de Ghost que en uno de Marduk? Entonces tienes una nueva diatriba indie que escapa de la jaula del metal extremo para hacer rabiar a los mojigatos.
Pero para su beneplácito, en “Vacant” se restituye el orden. Las cosas vuelven a su lugar, como si nada hubiera ocurrido. Pero esa decisión de dejar de lado los muros opresivos y ceder espacio a la introspección por encima de la misantropía podría darles frutos a corto plazo. Por supuesto, la condición es que mantengan el mismo fuego que se percibe en un trabajo que comprende claramente su sitio dentro del espectro del metal extremo moderno. Están dando pasos de infante aún, pero en un terreno que podría abrirles tanto las puertas de la gloria como las de la perdición.
01. A Moon Fused Key
02. Achromatopsia
03. Melancholia
04. A Turning Point
05. A Pellucid Prism
06. Sacred Swollen Glass
07. Blight
08. A Pale Palace
09. Vacant
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