Independiente
'Eternal Winter', el más reciente álbum de Insanity Storm, marcó
desde su anuncio la necesidad de un cambio sustancial dentro del seno creativo
de la banda. No solo hablamos de una nueva formación, sino también de una
propuesta conceptual ambiciosa: explorar la dualidad entre feminidad y
masculinidad desde una perspectiva arquetípica, un terreno pocas veces abordado
con profundidad en la escena extrema latinoamericana.
Por los nombres de las
canciones ya se puede intuir que esta primera parte del trabajo se enfoca
plenamente en lo femenino desde un punto de vista mítico que logra plasmar esa
lucha de opuestos en una música que sangra, seduce y perturba. A día de hoy, y en
términos estrictamente musicales, la diferencia entre su debut 'Caos
Destrucción' y este nuevo trabajo responde a una evolución palpable,
reforzada por la velocidad envenenada del thrash metal, que no solo
impulsa la negritud del álbum, sino que refuerza la crudeza y la estética
nórdica que ha sido parte esencial de la identidad de la banda: desde la
portada, pasando por la temática lírica, hasta el aspecto visual de su acto escénico.
Pero como veremos más
adelante, también hay páramos de total desolación que envuelven al oyente en
una agonía abrumadora, prolongada a lo largo y ancho de esta placa. 'Gea',
como canción de apertura, se presenta con una atmósfera gélida que cuartea los oídos,
mientras mantiene la tensión como una tormenta que no cesa, gracias al uso
dramático de cortes secos, secciones propias del black metal escandinavo y
secuencias vocales repetitivas con una estructura cercana al estribillo, lo cual ofrece un enfoque compositivo distinto. Es más, pareciera que el corpus
melódico de canciones como 'Eternal Winter' establece una
presencia cercana al heavy doom, con retrasos casi fantasmales que se perciben
de forma sutil, pero resultan notorios tras el velo desolador que cubre la
obra.
Como era de esperarse,
esto aporta un peso significativo que contrasta con el lado más rabioso de la
banda, del cual emerge 'Lilith' como un punto de
inflexión brutal que no sacrifica detalle alguno en su ejecución. La banda
logra crear una zona gris muy bien equilibrada, donde composiciones como 'Let
Me In' se impulsan sobre un colchón armónico que mantiene la
cohesión sonora entre un doom clásico y elementos del DSBM, sin que ninguno de
estos estilos se imponga de forma desmedida.
Al cerrar esta primera
parte, el oyente adquiere la capacidad de percibir esa tensión entre fuerzas
opuestas como una experiencia sonora tangible pero
absolutamente devoradora.
'
01. Gea
02. Lilith
03. Eternal Winter
04. Let me in
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