País de la banda: Noruega
Sello: Peaceville Records
Estilo Musical: Heavy Metal, Doom Metal, Tradicional Heavy Speed
Han pasado 25 años desde que el tío Fen dejó a muchos babeando. Si mal no recuerdo, fue un 3 de julio del ’95, la última vez que Isengard lanzó material nuevo. Literalmente a sus fans se les podía ver con los calzones por las rodillas (yo podría estar en este grupito, lo reconozco), llevando las manos en posición del Anjali mudra mientras suplicaban por más. Pero una cosa era el cuerpo y otra era el estado de la mente, esta repetía un (metal) mantra: “quiero otro álbum como Høstmørke… Høstmørke… Høstmørke…” (palabra noruega que traduce Oscuridad de otoño) no creo equivocarme al decir que muchos quedaron enganchados al denominado Folk Metal, que a su vez, otros también catalogaron como Viking metal, por características como las geográficas; pues Isengard no solo provenía de la península que alguna vez le prestó culto a Odín, sino que su música incorporaba elementos tomados de la mitología nórdica, introduciendo elementos de Black Metal (como un tipo de transición?) y utilizando voces limpias con coros de tipo operático. Bathory inventó el subgénero echando concreto a las bases con su trilogía de álbumes basados en las sagas vikingas: "Blood Fire Death" (1988), "Hammerheart" (1990) y "Twilight of The Gods" (1991). Pero está claro que Fenriz colocaría a rodar el carro de este emergente subgénero con su música, pero especialmente con la explotación de su poderosa y ganadora voz de barítono, su sello personal y más distintivo.
Precisamente, la ausencia de voces de barítono o temas vikingos, será el primer obstáculo que hay que saltar para tratar de penetrar esta nueva placa sónica. La verdad me sorprende que los temas Folk, que están seguramente entre los favoritos de muchos de los fans de este proyecto, no son propiamente los que más agradan a Fenriz, quien prácticamente desde ese mismo año de 1995 (paradójicamente un gran año para el Folk/Viking Metal con lanzamientos de bandas como Falkenbach, Mythotyn, Einherjer y muchas otras), agregó los últimos puntos de soldadura que sellaron para siempre la etapa Folk/Viking Metal de Isengard. En otras palabras, el sujeto que ayudó a popularizar este subgénero, había agarrado la primera liana de la mañana, para volar a otra rama como un Tarzán. Eso sí, antes de marcharse, todo sea dicho, grabó junto a Satyr (quien fue el que lanzó "Høstmørke" (1995) en su sello Moonfog Productions, incluso hay varias canciones inspiradas y dedicadas a Satyr) el álbum Nordavind lanzado en febrero del ‘95, 4 meses antes que "Høstmørke" (1995). Pero, ese sonido quedó en el pasado, porque en realidad Vårjevndøgn (título que traduce “Equinoccio de primavera” y continúa con la tradición de nombrar los álbumes con nombres alusivos a las estaciones del año, algo que inició en "Vinterskugge" (1994) “Sombra de invierno”) es un disco que armó su tienda de campaña en el campamento del Speed y el Heavy Metal Tradicional, ese que tanto le gusta a Fenriz. Influencias de grupos como Angel Steel, Cirith Ungol, Uriah Heep y Doom Metal a lo Black Sabbath o Pentagram, están presentes en esta música que llevaba mucho tiempo perdida.
No es importante, pero han pasado realmente 21 años y no 25, porque en 2016 ya nos habían dado una probada de lo que sería Vårjevndøgn, en el 7 pulgadas titulado Traditional Doom Cult, que traía las que en mi opinión son las canciones más elaboradas de este álbum: The Fright y The Light, temas que como lo señalé, sonaban no folk sino más Heavy y Doom tradicional. Un estilo del que Fenriz es un absoluto conocedor y apasionado. Pero será mejor, que lo leamos del mismo Gylve Nagell quien habló un poco sobre este disco en la única nota o declaración de prensa que hizo el músico hace como 3 meses atrás, leamos: “Han pasado 25 años pero finalmente mi tercer álbum en solitario se ha materializado en esta tierra. Todas las pistas se han compuesto en el viejo y confiable estudio Necrohell (un punto a favor de este álbum, ya que en dicho estudio, Darkthrone obtuvo el sonido orgánico de álbumes como "Transilvanian Hunger" (1994) y "Panzerfaust" (1994)). Pero ¿Cómo ha sido todo esto posible?, bueno, desde 1992 o 1993 había estado pensando en una canción de Heavy Metal que grabé para mostrar que yo también podía hacer este estilo y que también significaba mucho para mí. (Está claro que Fenriz puede tocar el estilo de metal que desee) Pero nunca pude encontrarlo, parecía perdido por siempre.” Resulta al tiempo gracioso y sorprendente escuchar que Nagell siempre habla de que tiene muchas grabaciones que nunca usó. Es como si fuera un mago que sigue sacando trucos nuevos bajo la manga de su frac. “Los primeros 25 años pensé que habían sido borrados por accidente (continúa Fenriz) y en los últimos años comencé a pensar que tal vez solo lo había soñado todo, que en realidad nunca lo logré. Y esto me llevó a rebuscar en las montañas de cassettes polvorientos y comencé a encontrar montones y montones de material que había olvidado. Y luego busqué aún más y finalmente encontré la pista que estaba buscando originalmente”.
Y ciertamente la pica y pala del viejo Fenriz habían escavado tan profundo que lograron hallar 9 cortes escritos entre 1989 y 1993, los años del Vinterskugge, aquel compilado que hizo las veces de disco debut y que por cierto incluyó todo el material de la primera ola del sonido Isengard, el cual incorporaba sonidos Death Metal (a la "Soulside Journey"(1991), Black Metal, muy poquito Folk y mucho Heavy Doom, es por eso que el sonido de Vårjevndøgn, en mi opinión, coincide más con dicho álbum o con dicha primer ola sónica. Vårjevndøgn se abre con una introducción llamada “Cult Metal” la cual básicamente presenta al tío Fenriz jodiendo un poco con la consola de 4 canales, antes de continuar, quiero saltar directamente al tema 9: “The Solar Winds Mantra”, un tipo de outro psicodélico y lisérgico que cierra el disco dejando una extraña sensación o sabor de boca. Por eso considero que Vårjevndøgn no es el álbum que todos estaban esperando, pero al final del programa FENRIZ-GARD, logra entregarnos un trabajo (¿póstumo?) con una excelente producción (trabajo encomendado a un viejo conocido: Jack Control de Enormous Door Studio en Texas, responsable de masterizar los últimos álbumes de Darkthrone) y con canciones con muy buenos momentos, desde la canción 2: “Dragon Fly (Proceed Upon The Journey)”, Fenriz empieza a utilizar unos gritos de falsete, que tal vez no vayan a gustar a mucho, porque claramente esa no es su especialidad, pero al final, considero que consigue salirse con la suya, es decir, entendemos que este álbum es un homenaje al Heavy Metal más tradicional y directo a la vena.
“Floating With The Ancient Tide” (corte 3) es el más flojo de todo el conjunto, se nota que es más que nada producto de la improvisación o de lo que Fenriz denomina como temas de una sola toma. Pero el corte 6 “Slash At The Sun” es un tema aparte, con Doom y una pesada y genial aura Stoner que me hace querer correr a escuchar Pentagram. Sin embargo, recomiendo que le presten atención especial a la canción que sigue, “Rockemillion” (corte 7) una tema con el añejo sonido Punk HC escandinavo de bandas como Asta Kast, algo jamás intentado por Fenriz bajo el nombre de Isengard. En fin, resumiendo el asunto, la música de Isengard siempre ha necesitado de la cooperación del oyente, como concluye Fenriz: “no está masticado y tragado, aquí todos tenemos que intervenir para desenterrar nuestros tesoros personales. Y este es uno de los rasgos de lo que llamamos Cult Metal, el reino para aquellos de nosotros que disfrutamos de la personalidad y autenticidad”.
Finalmente, Peaceville mantuvo total hermetismo frente a Vårjevndøgn por petición del mismo Fenriz, es más, no se enviaron promocionales a la prensa y el disco fue lanzado digitalmente el primero de octubre y hoy 2 de octubre, salió en formato CD y vinilo. Yo ya ordené el mío y no puedo esperar a pasarle la púa.
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