¡Pura carne!, no encontrarás nada
de hueso en el primer disco de Demonslaught 666 titulado "Endless
Witchcraft". Se trata de un trabajo que abre la caja de los truenos con
una inspiración ocultista que invoca la energía punk en cada una de sus composiciones.
La agrupación está conformada por Evilslaughter (guitarra), A New
Machine (batería) y Paravoid (bajo y voces) estos matones orientales
provenientes de las espesas llanuras chinas no son simples carroñeros que
pretenden mordisquear el pellejo que sobresale de los huesos de las viejas
glorias como Motorhead, Venom o Cro-Mags, más bien buscan
calmar su ebria indolencia a la velocidad de un depredador ávido de sangre fresca
que derramar.
En "Deadly Autumn", canción que da inicio a este
disco, el ida y vuelta rompe con la barrera del sonido a una velocidad hipersónica
que ciertamente le hace justicia a varios estilos diferentes de metal de un
solo chispazo, pero esto no se detiene ni por un minuto, y los frívolos
correteos a toda máquina cruzan los sombríos paramos del black, el speed
y el thrash metal dejándote los ojos flameantes, el culo hundido y
las ansias de querer más, acto seguido "Witchcraft & Tempestuous
Fire"te hace rechinar hasta
los dientes con ese estilo vocal a lo Destruction que consigue convencer
ahí donde muchos otros actos del mismo tipo fracasan.
"Evil Hammer Force"
es black ‘n’ rollcon un regusto
innegable por el punk más cutre que se pueda encontrar, y esto se
traslada a "Banshee" y sus estridentes erupciones de speed
metal quesaltan a borbotones mientras el insistente tic-tac
del reloj marca la hora del Walpurgist con "Phantom Witch",
"Unspeakable Evil" y "Endless Witchcraft",
piezas que son movidas como si las almas de ultratumba intentaran invocar los espíritus
de Lemmy kilmister o Gord "Piledriver" Kirchin con un pérfido
tablero ocultista. La hora del diablo se termina por cerrar con "Eternity,
Darkness & Damnation" y sus inquietantes sombras nos van cercando
dentro de este tridente de sexo, sangre y rock n' roll. Con "Endless Witchcraft" de Demonslaught
666 la orgia de sangre está servida.
[review] [content title="Resumen" label="Puntuación"]¡Pura carne!, no encontrarás nada de hueso en el primer disco de Demonslaught 666 titulado "Endless Witchcraft". Se trata de un trabajo que abre la caja de los truenos con una inspiración ocultista que invoca la energía punk en cada una de sus composiciones.[/content] [item value="8"]Arte de Portada[/item] [item value="8"]Sonido[/item] [item value="8"]Líricas [/item] [item value="8"]Innovación[/item] [item value="8"]Producción[/item] [/review]
Una
vez más Primal Fear se metió al
público al bolsillo. No en vano hicieron la promesa de dar ese 120% de todo su
potencial, y "a lo dicho hecho" porque literalmente la ciudad fue remecida
por esta maquinaria de heavy metal al estilo alemán, con ese toque de distinción
muy acentuado, y que a pesar de contener un gran tonelaje sobre sus ejes, se muestra versátil para dar contrapeso a su música optando por avezadas maniobras dentro de los
terrenos del hard rock, power metal o incluso sobre el Aor, cuando quieren mostrar las múltiples caras de esa misma moneda.
Todo esto fue el regocijo de un selecto público limeño que disfrutó a lo grande el pasado martes 07 de noviembre en el Teatro Leguía. Aún tenemos latente el recuerdo
de aquel Lima Metal Fest del 2016 dónde la expectativa
era gozar de la efervescencia del power
metal en todo su esplendor, pero a diferencia de aquella noche; hoy se pudo
disfrutar del extenso abanico vocal del queridísimoRalf Shchepper, quien encierra una capacidad superdotada para jugar
con su diafragma, pero antes de ir con el plato fuerte de la velada tenemos que mencionar a los teloneros del evento, los cuales dieron presentaciones muy destacables como es el caso de Contracara, quienes poco a poco van expandiendo su
círculo de influencia en cada lugar donde se presentan. Son varios los banger’s
que los reconocen y están atentos a cada actualización de la banda. Esto demuestra que el populorum está hambriento de heavy metal y que solo se debe de encontrar la mejor manera de llegar a ellos, por otro lado; Metal
Crucifier fue más incisivo en ese aspecto, su embestida era perfecta para calentar los músculos, aunque
la mayoría de asistentes no se animaban a despabilar sus ánimos, aun así Metal Crucifierse llevó palmas
de varios de los presentes que supieron reconocer el esfuerzo desplegado.
Siendo las 10 de la
noche, el intro que recorre toda la gira denominada ‘Code Red’ se hace presente, y los riffs explosivos entran en una crecida intempestiva que te impacta
de lleno en la cara, uno a uno los mejores temas de su discografía van llegando
a nosotros, primero ‘Chainbreaker’ y el sonido que iba acomodándose mientras
que los guitarristas Tom Naumann y Alex Beyrodt encontraban
su mejor ángulo para zambullirse en un clavado maldito dentro de ese torrente de cascadas eléctricas
que surcaban nuestros oídos. Ralf
Shchepper es todo un caballero por como pisa el escenario, en como
interactúa con el público y brinda sinceras muestras de respeto. Es un
tipo que ha pasado muchas transiciones y que aún permanece entero a pesar del
tiempo transcurrido desde su faceta power
metal con Gamma Ray hasta hoy. Estas cualidades siguen perennes como lo demuestra ‘Rollercoaster’ o ‘The World is on Fire’, dos temas al rojo vivo que sacan a relucir lo mejor del poderío alemán, ambos recibidos con cierta efusividad a pesar de que el pogo seguía siendo un tema pendiente. El sonido conforme iba avanzando encontraba un punto óptimo, posiblemente debido a la buena mano del sonidista que al parecer era parte del staff
de Primal Fear, así que por intuición o por maña, sabía bien que hilos
mover para que todo quede sincronizado en el menor tiempo posible, de esta manera ‘Deep in the Night’ y ‘Face the Emptiness’ se llevaron gritos
eufóricos de una afición que no podía creer que estas canciones no solo sonaban
idénticas a los discos de estudio, increíblemente se escuchaban mejor.
Cabe
mencionar la ausencia del bajista Mat
Sinner, miembro clásico que sufrió de múltiples adversidades que lo han mantenido alejado de la banda, por ahora su reemplazo es Alex Jansen, quien se maneja bien dentro del grupo, ganándose al púlpito con su actitud elocuente y ese estilacho punkie para rasguear con su plumilla las cuerdas del bajo, por su lado Alexander Beyrodt se mantuvo firmemente concentrado en sacarle el máximo provecho a su guitarra, no se le veía con ganas de detenerse hasta sudar la última gota, al igual que Tom Naumann, que para mí criterio personal es un tipazo. Siempre te recibe con una sonrisa y te hace sentir como su igual, así le hagas preguntas tontas el todo se lo toma con gracia y no duda en dedicarte un espacio de su tiempo sin dar señales de incomodidad. Lo que tiene de humildad es directamente proporcional a su talento, más que un guitarrista es un niño jugando a ser guitar hero. En su rostro se ve reflejado el placer que le produce su trabajo y eso se nota a leguas.
Si bien el concierto ya tenia buen rato de haber comenzado, algunos asistentes aún se mostraban fríos, por momentos cierto puñado de fanáticos intentaba mansamente mover a las masas sin lograr prosperar con su iniciativa, habrían otros intentos más conforme avanzaba un setlist enfocado primero en complacer a la hinchada de antaño, para luego repasar la
nueva hornada de temas recientes con ‘Another
Hero’ de su última producción o ‘Hear
me Calling’del disco “Metal Commando”. La noche entraba en su mejor
momento y la máquina seguía rugiendo con los clásicos ‘The End is Near’, ‘Metal Is
Forever’ y ‘Final embrace’. Daba
gusto ver cómo en esta ocasión Primal Fear se encontraba más cerca a nosotros con esa disposición a
establecer contacto, esa actitud frontal para acercarse y saludar a la primera fila de mutantes que esperaban
ansiosos la oportunidad de hacerse con un mínimo recuerdo del espectáculo, una púa, una baqueta
o un simple choque de manos era suficiente para llenar el baúl de los recuerdos
preciados para ellos. Después de una despedida, y tras un breve respiro, se alzan con la
bandera peruana pegada al pecho como un gesto de cortesía con el país anfitrión, lo que fue correspondido con un prolongado vitoreo que los catapultaría a seguir en carrera con ‘Angel in Black’y ‘Running in the Dust’en un cierre final de antología.
Todo encajó mágicamente yPrimal Fearlo supo aprovechar a su favor, fuimos testigos del brillo que
reluce en esa armazón fundida en acero que recubre una carrera entera dedicada
a predicar el heavy metal con un tesón contundente. Todos los integrantes cumplieron lo
que pregonaron, y ese 120% de entrega se multiplicó exponencialmente para escalonar el arduo
camino que forja a los guerreros que merecen ser promovidos como leyendas por sus
desvividas muestras de lealtad para con esta música. Sin más me despido agradeciendo la extensa labor
de la productora local Xaria Music que sigue infatigable apostando por la
calidad, lo que por supuesto le acarrea muchos elogios por esa dedicación que le
ponen, cumpliendo a cabalidad el horario prometido, preocupándose por
acondicionar un lugar cómodo para todos, y por esa hospitalidad hacia la banda que
en todo momento se mostró agradecida. ¡Mis felicitaciones y que el heavy
metal nunca deje de rugir mutantes!
Única, conmovedora y con una voz de encanto,Anneke Van Giersbergen (ex-The Gathering) llegó por primera vez a nuestro país promocionando la gira de conciertos acústicos “Six Strings and a Voice", acompañada por el inacabable músico finlandés Marko Hietala (ex-Nigthwish) y su compatriota Tuomas Väinölä, quienes con guitarra en mano dieron vida a un repertorio de clásicos que incluiría parte de sus carreras solistas, además de dar un repaso a lo mejor de The Gathering y Nigthwish. Estas cancionesfueron de las más coreadas por un auditorio cautivado por la emoción de estar a contraluz frente a estas dos figuras muy reconocidas a partir del auge de las voces femeninas a mediados de los noventa, sin embargo; ambos supieron escapar de los momentos pasajeros afianzando sus carreras como grandes compositores gracias a una riqueza creativa innata que se hacía escasa dentro de un panorama musical que se volvía cada vez menos exigente.
Vivir este espectáculo tan cerca fue todo un lujo. Solo bastaron esas maravillosas combinaciones de luces para crear unambiente íntimo, envuelto en un halo idílico, donde el Centro Cultural Español fue el espacio escénico ideal para escuchar un repertorio de canciones increíbles. Marko Hietala fue el primero en subir al escenario, flanqueado por Tuomas Väinölä quien se encargaría de acompañar al músico con esa maestría sobre cuerdas que lo caracteriza.Promediando las 09:30 pm se corre el telón para dar paso a un dúo que se hace cómplice para acelerar las emociones. Rápidamente se escuchan dos temas de su etapa solista, primero "Stones" y luego la emotiva y poderosa "Isäni ääni". Después de abordar al público con algunas bromas extra-musicales que fueron animando a la gente a entrar en confianza, se dio paso a dos covers de antología: "Crazy Train" de Ozzy Osbourney "Holy Diver" de Dio. Ya con el público metido en el bolsillo, fuimos invitados a acurrucarnos bajo el velo de la hermandad con "Two Soldiers", para finalmente sacudirnos con la soberbia versión de "Children of the Grave" de Black Sabbath.
Llegado el turno de
Anneke uno se puede dar cuenta del porqué a las mujeres con talento se las considera como “ángeles dotados de magia”, y es que ella demuestra ser una artista completa que no solo se vale de un carisma inefable para cautivar, además canta y toca con sentimiento aquellas melodías hermosas que fueron reorganizadas a la perfección para escucharse en un formato acústico impecable.
El repertorio estuvo de lo más variado y presto para complacer las exigencias de todos sus seguidores, sobre todo por la nostalgia de escuchar los temas compuestos durante su etapa en The Gathering, siendo "Saturnine" y "The May Song" dos grandes aciertos que permitieron aglutinar en torno a ellos a una comunidad que se rindió ante el recuerdo de aquellos años dorados, aunque no todo estuvo abocado a esa primera etapa de su carrera, también hubo espacio para las aportaciones solistas que pavimentaron el nuevo camino de su música, tomando protagonismo con las canciones "Lo and Behold", pasando por la dulce "I Saw a Car" y unas letras confesionales que dan cabida a múltiples interpretaciones, o la experimental "Hurricane" y esa mezcla sincopada de Soul, Rock psicodélico y Rythm and Blues, defuerte carga romántica para abordar la ruptura de una relación sentimental con un guiño de positivismo.
La sección final estuvo dirigida a la interpretación de aquellas canciones que todo metalero tiene marcadas a fuego en la memoria. Desfilaron clásicos como "Catch the Rainbow", "Wasted Years", "Strange Machines", "The Islander", "Perry Mason" e incluso un cover de "I See Fire" del artista pop Ed Sheeran que llegó definitivamente en un punto óptimo conforme aumentaba el sonido de los aplausos con los que cada asistente correspondía a este rebosante popurrí de hits.
Tras una larga ovación, el concierto cerraría el telón con "The Sound of Silence" y esa empatía emocional que te hace sentir casi como si estuvieras en el corazón de estos tres excepcionales músicos. No puedo más que felicitar por este evento de gala a Danger Steel Prod y una organización que sabe percibir lo que el público espera de ellos, brindando un ambiente preciso con el cual Tuomas Väinölä, Marko Hietala y Anneke se sintieron tan cómodos como para dejar salir su alma al aire y regalarnos momentos inolvidables que nos recuerdan lo que la música significa para ellos y para nosotros, sus incondicionales seguidores.
MANOWAR ha hecho que el imperio
de las montañas retumbe con su música y que sus hijos más dignos se unan en un
abrazo de confraternidad para celebrar una de las victorias más memorables del
verdadero metal en el Perú.
Anunciado como el evento metalero del año, la noche del 14 de septiembre del 2023, sobrepasó todas las expectativas, tanto para el público asistente como para una producción que se tomó muy en serio la labor de llevar a cabo un concierto de tamaña trascendencia, a pesar de las complicaciones que surgieron a último minuto con el repentino cambio de local que obligó a las productoras Nardos Producciones y PMC Shows a ejecutar todo un despliegue logístico desde la explanada San Marcos hacia el Arena 1 de la Costa Verde en tiempo record, y lo más importante, sin que esto disminuya siquiera un poco del compromiso por brindar un espectáculo de primer nivel como se había pactado inicialmente.
Esto animó a algunos Manowarriors a acampar con varias horas de anticipación
con el fin de ocupar un lugar privilegiado dentro de este nuevo campo de
batalla. Improvisadas carpas hacían su aparición a primeras horas de la mañana
de ese glorioso jueves, cubiertas en su frontis por cúmulos de botellas de ron
y latas de cerveza vacías que fungían de barricadas contra el despiadado frio
de la costanera limeña. Pasara lo que pasara, estos guerreros aguantarían las inclemencias
del clima, la hambruna, el sueño o hasta las arduas horas de espera en una cola
de ingreso que se hacía casi interminable y que no haría más que mermar la
voluntad de cualquier mortal que tentara siquiera a pisar suelo sagrado, porque
ese lugar estaba destinado solo a los poseedores de un corazón de metal
determinado al sacrificio antes de ingresar al valhalla y ver como recompensa a
sus dioses cara a cara.
Una vez dentro del Arena 1, y tras una
prolongada espera de casi dos horas, por fin cae el telón y los Manowarsaltan
a escena cuando el reloj marcaba las 10:00 p.m. en punto de la noche, tras un estallido de
fuegos artificiales y llamaradas incandescentes terminaba la pista
introductoria “March Of The Heroes Into Valhalla”, con
la cual el júbilo y la algarabía inundaba el pecho de todos los asistentes. El
sentimiento era indescriptible y se podía palpar en el ambiente. Muchas
generaciones encontradas, muchos sueños que en ese preciso instante se
transformaban en vítores, en puños en alto, gritos eufóricos o sonrisas
extasiadas que se cortaban perpendiculares al cruzarse con lágrimas que
caían del rostro de los guerreros más veteranos. “Manowar”, “Kings
of Metal", y “Fighting the World” fueron
cantadas a todo pulmón como si no hubiera un mañana, como si no quedara tiempo
para agradecerle a la vida por tener tan honorable privilegio. No era solo
presenciar a una leyenda de la música en vivo y grabar tozudamente el momento
para pavonearse en redes sociales, ¡de ninguna manera!, era enfundarnos en la
armadura del combatiente fiel a sus principios, a sus orígenes, a luchar por
las causas que no están perdidas y que viven en nuestro interior como nuestro
gran amor por el metal, y en este aspecto, la escenografía jugó mucho a nuestro
favor, era imponente, desplegaba teatralidad como fiel reflejo a los montajes
heroicos que se iban escuchando a cada minuto, "Holy War" y "Screams
of Blood"sonaron como nunca, y Michael
Angelo Batio fue pieza clave en este proceso. Su llegada no
es un aporte superfluo para tapar un hueco vacante, por el contrario; todo en
él despliega maestría. Desde su toque sofisticado hasta su calidad indiscutida
para regalarnos solos de guitarra de un vértigo alucinante, todo en Batio
brilla con luz propia, muy aparte de poseer un carisma innato que ha sido como
un complemento para la personalidad de Joey DeMaio, mucho
más fría y cerebral pero de igual grandeza creativa.
No hay palabras
para describir a Eric Adams, es un fenómeno que no le teme a partirse la garganta
como jornalero a tiempo completo con tal de brindar un performance de lujo,
sabe que es un superdotado y domina muy bien las reglas del juego, cuando se
siente asediado evita el sobre esfuerzo sutilmente, "Heart of
Steel" y "Warriors of the World United"fueron
como un llamado a las armas para que lo acompañemos en su cruzada, para que
fuéramos sus escoltas ante tremenda hazaña que acababa de alcanzar. Tal vez el
momento más emotivo de la noche fue escuchar la hermosa melodía andina "El
Cóndor Pasa" interpretada a dueto instrumental entre Michael
Angelo Batio y Joey DeMaio, ambos
enfrascados en un shred brutal que empalmaría directamente con la
adaptación del clásico de Jimmy Hendrix, “Little Wing”.
Después de una manifestación tan expresiva de rapidez, contundencia y
sensibilidad, nos llegaría un set determinado a poner a prueba nuestra
resistencia, el primer subidón de energía se da con "Hail and Kill" que dejaría restregados por el suelo a
varios caídos en batalla, del mismo modo “The Dawn of Battle”
no claudicaría ni por un segundo en su avanzada incontenible hasta llegar a “King
of Kings” y su magia para diluirse en la estampa de los héroes que colaboraron
en su concepción, como el recordado actor británico Christopher Lee quien en su
momento presto su voz para esta grandiosa oda sinfónica que ahora era cantada
al unísono por un público peruano totalmente entregado a esta increíble demostración
de fuerza, velocidad y precisión. Con “The Power” continua esa narrativa épica que
siempre ha sido la marca de casa para Manowar y que tanta inspiración le ha
dado al power metal contemporáneo,
tras su término, se cierra el círculo momentáneamente con “Fight Until We Die” y
una descarga magistral de melodías rápidas y poderosas en las queJoey DeMaiopunteaba su bajo como si
de una guitarra se tratara.
Pasado un breve interludio se
escucharían los primeros acordes del himno por excelencia de la banda: "Battle
Hymn" cumpliendo la misión de mantener aún viva la llama de
los corazones más
aguerridos, solo para nuevamente quitarnos el aliento con “Black
Wind, Fire and Steel” y llevar nuestro espíritu al límite.
Y
de esta manera se daría término a un espectáculo que nos unió en una hermandad
de todas las sangres. Fueron casi dos horas de delirio, de imágenes icónicas e
inolvidables que quedarán grabadas por siempre en la memoria de todos los
manowarriors que llegaron desde diferentes puntos del país para esta mágica
velada. Fue un concierto de una conexión emocional muy fuerte, tanto para
jóvenes iniciados en el metal como para experimentados guerreros encanecidos
por el tiempo, e incluso niños que acompañados por sus padres pudieron
disfrutar de este “Crushing The Enemies Of Metal Anniversary Tour 23” y
un setlist que sigue sorprendiendo con su poder titánico y leal para
enfrentarse frontalmente a los detractores. Esta proeza no hubiera sido posible
sin el diligente trabajo de Nardos Producciones y PMC Shows, quienes nos
brindaron la oportunidad de ver a estas leyendas siempre esquivas a oídos
peruanos, y que en la espectacular noche del 14 de septiembre del 2023,
forjaron un legado que vivirá mucho años después de que nos hayamos ido, y el
cual contaremos a nuestros hijos, y a los hijos de nuestros hijos. ¡Salud por
eso queridos hermanos del metal!.
Hablar del thrash metal
latinoamericano es mencionar sin lugar a dudas a Strike Master, una banda que ha dado pasos
agigantados para hacerse notar dentro de un circuito que suele caer en el
desgaste y que no permite desplegar todo ese potencial latente por el simple
hecho de pretender apegarse con excesiva laboriosidad a las reglas ya
establecidas por sus predecesores, aunque los mexicanos han sabido hacerse de un
nombre en este ruedo justamente por esto, por saberse el guión de cómo
partir cráneos al derecho y al revés como en los gloriosos ochentas.
Después
de unos largos 6 años, Strike Master regresan con un nuevo
álbum de estudio. Sus singles previos los mantenían activos generando
gran expectativa entre sus seguidores gracias a esa actitud renovada que recae
en el recambio dentro de su lineup.
Al parecer lo que nos espera es un embate contundente que se condensa en este
sexto álbum titulado Tangram
Apocalypse.
Son 8 canciones directas
y sin remordimientos donde todo se pone en regla para alinearse en la órbita
de ese thrash metal clásico a lo que nos tiene acostumbrados, pero
que a su vez denota diversificación de riffs y una precisión atenuante en cada instrumento,
sobre todo en el bajo que es lo que sobresale en momentos muy marcados, seguido
por una batería que no suda otra cosa que no sea thrash metal a
rabiar. Si bien los riffs se tornan dispersos, todo al final confluye en una fuerza
que te envolverá inevitablemente dentro del moshpit.
Se nota claramente que han evolucionado en la producción y hay un
esfuerzo claro por sonar lo más profesional posible a pesar de haberse creado
en el 2005 (¿Banda nueva?) tienen las cosas claras en cuanto a su futuro y en
como “quieren sonar”, esa mejora constante nos hace pensar que la banda va por
buen camino y que tienen los recursos para lograr su cometido, no por algo está conformada por KMU en la guitarra y voz, Konspirator (ex
Vital Remains, Repvblika) en la batería y Walter Kleinert en
la bajo, formación que se perfila como el dream team
del combo azteca.
Este álbum está
lleno de notas veloces como "Crystallized" y "Lost
Within Compass", pero también encontraremos canciones más
tradicionales como 'Heavy Metal' dónde se hace un tributo al género
base que todos conocemos.
Strike
Master va por buen camino y aunque su thrash metal no
ofrece algo nuevo (de hecho a nivel global el género esta algo estancado) se
destaca por darnos buena dosis de adrenalina y flamear la bandera del thrash
metal mexicano con una vitalidad que da envidia. ¡Salud por eso!.
Lista de Canciones:
01.Crystallized 02.Here Comes The Incubus 03.We Die Tonight 04.Lost Within Compass 05.Heavy Metal 06.Black To The Future 07.Prototype God 08.Save The Fire
[review] [content title="Resumen" label="Puntuación"]Strike Master va por buen camino y aunque su thrash metal no ofrece algo nuevo (de hecho a nivel global el género esta algo estancado) se destaca por darnos buena dosis de adrenalina y mantener vivo y flamear la bandera del thrash metal mexicano. [/content] [item value="8"]Arte de Portada[/item] [item value="7"]Sonido[/item] [item value="8"]Líricas [/item] [item value="5"]Innovación[/item] [item value="8"]Producción[/item] [/review]
Cada uno de estos 3 bestiales
trabajos tiene una conciencia propia que lo hace único. Desde las sombras del
underground surgen llenos de ignominia y
de afrenta sonora para el buen cristiano, un arte que satán solo confiere a los
iniciados en los saberes arcanos del más negro metal extremo y del que podrás
disfrutar este 19 de agosto junto a los nacionales El abismo, Arcada, Putrid y Ghoul.
Luciferian
Goath Ritual
Para Goath su disco debut "Luciferian Goath Ritual" muestra a
la perfección su concepción musical, una
oscuridad cegadora y casi asfixiante basada en la búsqueda de sonidos extremos,
armas poderosas que además se unen a su fiel apego por la reivindicación old school y la vinculación a un
simbolismo asociado con el ocultismo, la magia ritual o el luciferismo. Por un
lado tenemos canciones como "All Became
Nothing", "Blasphemous
Supremacy" o "Retaliation" que representan un macabro ritual de aproximación gradual a la tumba, siempre
tomando el sendero de la mano izquierda para alcanzar aquel lacónico espacio profano
donde se funden el death metal con el
black metal como reflejo de un mundo
material que poco a poco se desintegra en su depravación. A resaltar temas como
"The Hunt, the Instinct"
que convierte lo simple en abominable, demostrando el amplio bagaje musical de
este trio teutón. "Under Death's
Shadow" es un cierre apoteósico, una gran conflagración de entidades
infernales que se juntan para marchar victoriosas de vuelta al inframundo.
Disco excepcional que pone los cimientos de lo que vendría más adelante.
II: Opposition
Horrores intemporales nos
aguardan en cada esquina de este "II: Opposition",
segundo trabajo de los alemanes Goath,
quienes siguen con la misión de disipar la plaga demoníaca sin trastabillar en
filtros genéricos. En el amplio sentido de la palabra es una brumosa
continuidad de su predecesor, solo que con intrigantes secciones que dan cabida
a aportaciones sombrías por parte de Goathammer,
quien juega con la interlocución de voces limpias y guturales para impregnar de
diversos fenómenos auditivos a temas como "Revenge" en donde su contraparte instrumental parece seguir
tocada por el malditismo en su larga caída hacia los abismos. Este disco se auto
mutila desde el interior, juega con sus vísceras y hace de su sangre un festín que
tiene entre sus platos fuertes a "Born Of Fornication" u "Opposition". No hay monsergas que
nos prevengan de caer en complicidad de la enajenación como en "Enraged And Possessed", y no lo
digo por su empeño en anclarse en reglas preestablecidas por sus influencias
musicales, es más bien como si estuviéramos escuchando un "gran grimorio"
desde el cual se recitan saberes ocultos de viejas deidades del metal extremo, como
se haría costumbre; la canción final de nombre "Luciferian Divine" es una invocación que escudriña entre un
largo bestiario demoniaco para cerrar un disco trascendental en la corta
historia de esta brutal banda alemana.
III: Shaped by the unlight
Como guiados por una cabra negra que continua
portando la antorcha de la blasfemia entre sus cuernos, nos introducimos a
"III: Shaped by the unlight",
tercer y último capítulo en el catalogo discográfico de Goath. Lanzado en el 2021, el disco persiste en explotar el corpus temático
que los ha caracterizado desde sus inicios, pero esta vez prescindiendo de
algunos aditivos escuchados en sus anteriores trabajos. De principio a fin "III: Shaped by the unlight"
conserva una alquimia de sonidos purulentos que le crispan el espinazo a
cualquiera, la rapidez y la agilidad técnica son la quintaesencia que da forma
a "Symbiosis of Vengeance and Guilt",
una oda thrash ilustrada bajo la
tutela del black metal europeo y que
sigue su curso a través de "Pretendig
to Serve While Raping" y "Shaped
by the Light" para fluir como una corriente eléctrica que espera descargarte
un voltaje letal al menor contacto con tu cuerpo. La chispa de arranque para
estas proezas vertiginosas recae en las manos de Serrator, curtido baterista que parece llevar un puñal y un látigo
bajo las mangas, pieza importante al igual que Nils Fjandannson en un bajo que se vuelve un aberrante complemento
para todas las maquinaciones perversas escuchadas
durante todo el álbum. Hablar de la canción "Epitome of Perpetual rage" es conciliar el cambio de paradigma
con todas las experimentaciones hechas en los álbumes anteriores, desde el riffeo groove hasta el interfaz doom en el doblete de voces, todo calza
de forma orgánica para replantear el objetivo de reducir tu cuerpo a cenizas, si
bien "Perception" inicia
con una osada incursión de voz limpia en sus preliminares, en un abrir y cerrar
de ojos es subyugado nuevamente al vasto dominio del metal más primitivo y
devastador. Finalmente "Impregnafed
with a Black Fire" es el bautismo en fuego para quienes han ingresado
por la puerta grande al reino de los condenados, un tema épico que nos conduce
frente a frente ante los soberanos del infierno. ¡Ni
aunque te pongas de rodillas podrás librarte de lo que te espera!
Acabas
de adentrarte en el bosque, el follaje con su verdor ensombrecido por la fría
aurora de la noche te da la bienvenida a la solemnidad de su santuario, sientes
que cada paso que das te hará perderte aún más dentro de este paraje, pero a
medida que pasa el tiempo te sientes atrapado, diminuto ante el páramo que ante
ti solo tiene incertidumbre por lo que empiezas a cavilar sobre qué tan
relevante ha sido tu identidad o las relaciones que han transcurrido en tu vida
efímera mientras esperas quieto y agazapado, esto es lo que nos espera en el
álbum debut de los neoyorquinos Inherus, el espectral e hipnótico Beholden.
Gran
parte del encanto de este trabajo son las vocales femeninas y masculinas que
van intercalan ejecuciones limpias y guturales, a cargo de Beth Gladding (con
pasado en la banda de black metal experimental Botanist) y Brian Harrigan (miembro
de la banda de Sludge Metal Experimental Swallow the Ocean), siendo encargados
también de las guitarras protagonistas en segmentos calmos casi de trance
cuando son interrumpidos por ráfagas de frenesí impulsados por la base rítmica
de Anthony DiBlasi (de Witchkiss) en el
bajo y Andrew Vogt(también de Swallow
the Ocean) y que en todo momento no pierden,
sobre todas las cosas, el hilo psicodélico fusionado con el doom/death y el
post metal.
Si se
ha de resaltar alguna composición de este gran disco, debería de empezar con “Forgotten
Kingdom”, de gran analogía sobre la influencia de las relaciones intensas,
tanto en su ausencia como en su presencia, cuando estas ya no existen el efecto
de su importancia perdura en el recuerdo de un mundo, ahora perdido, que alguna
vez fue compartido y que azuzado por el lento transcurso del tiempo será
olvidado por los que se unieron en este lazo hasta que uno de los dos perezca, un tema
tratado con excelente tino y tacto; líricamente también destaca “Lie to the
Angels”, con la búsqueda introspectiva de una identidad que muchas veces
negamos por nuestros propios miedos, pero que a pesar de soterrarla no podemos
engañarnos ni escapar de nosotros mismos para siempre.
El
trabajo de este cuarteto en este álbum es loable al llevarnos de plena en la
inmersión de una fusión musical melancólica y reflexiva, y al pensar que es su
debut, solo podemos esperar a un eximio siguiente trabajo.
Calificación: 9.5/10
Lista de Canciones:
01. Forgotten Kingdom 02. One More Fire 03. The Dagger 04. Oh Broter 05. Obliterated in the Face of Gods 06. Lie to the Angels