Origen:
Suiza
Eisenwald Records
Por Martín Jiménez
Dentro de los géneros o subgéneros más conocidos y más tiempo establecidos del metal, probablemente sea el Black uno de los que más y mejores intenciones muestra por reinventarse, renovarse; parece pues, gozar de muy buena salud en tanto que en la vasta producción de fonogramas que emana de todo el orbe escuchamos constantemente experimentación, exploración – búsqueda de voces propias y originales.
Y es justamente desde la portada que observamos un lenguaje ciertamente original. Si bien es bastante común ver paisajes rurales en muchas portadas de black, el elemento de la represa, la inundación, perturba el tradicional carácter bucólico y atemporal de estas representaciones para llevarnos a un contexto mucho más específico y más o menos contemporáneo. Obra del artista ghastly mcnasty, interesante cultor del dibujo en blanco y negro y que parece lucirse más y mejor en lo figurativo y monstruoso que un pedido tan particular como este. Hablando de la portada, no observamos acá un espacio dedicado, preconcebido para la ubicación del logotipo de la banda y nombre del álbum – esto la puede hacer ver genérica, como si fuera una imagen descargada de por ahí.
Vamos a la música. Es directamente Black Metal atmosférico. Atmosférico y también ambiental por momentos. Tenemos en esta producción 4 temas bastante largos (entre 10 y 16 minutos cada uno) todos en tiempos medios con ocasionales blast beats y un bombo en semicorcheas casi constante. Estos temas se intercalan con igual número de cortas piezas instrumentales (arpegios a dos guitarras en su gran mayoría) y que llevan por nombre simplemente números (del 6 al 9); esto es interesante pues en su anterior producción (Emotionale Ödnis o Páramo emocional en castellano) tenemos la misma estructura con temas equivalente enumerados del 1 al 5. Aunque no encontramos información al respecto podemos conjeturar que se trata de una publicación conceptual o que en todo caso nos encontramos ante una segunda parte.
Casi todo trabajado al unísono, las dos guitarras generalmente abordan partes complementarias de acordes simples apoyados por eventuales teclados que entran a reforzar la idea generalmente incidiendo sobre la tónica. Las composiciones son tonales casi de comienzo a fin y claramente están más interesadas en crear una sensación de grandes espacios y vastedad que en el vértigo o la sucesión de emociones muy fuertes; ciertamente lejos de cualquier intención de brutalidad. Todo esto está sustentado y sostenido por una mezcla bastante “húmeda” profusa en delays y reverberaciones que da la constante sensación de estar bajo la lluvia o ante los ecos de una tormenta lejana, aires de melancolía. Las voces (son dos vocalistas) también están totalmente lavadas y más o menos soterradas y aparecen en momentos bastante puntuales como para especificar ideas que están expresadas ya en la música o darle voz a algún personaje que ocasionalmente se cruza en este peregrinaje casi insondable que es “Vom Bruch bis zur Freiheit”.
La mezcla decíamos, está muy bien lograda para crear este efecto atmosférico que es por definición característica principal de la banda. Sin embargo, personalmente no me convence el sonido del bajo, incluso me parece que desentona con el carácter general de álbum. Demasiado abundante en frecuencias agudas llega a ser medio “latoso” por momentos, demasiada presencia para un bajo que básicamente está repitiendo la tónica y la figura rítmica del bombo todo el tiempo y suena demasiado concreto para esta mezcla. Pero que, pensándolo bien, mientras vuelvo a oír los temas por cuarta vez, recuerda un poco al sonido de un tren avanzando, lo cual podría explicar porque he estado imaginando este viaje sonoro todo el tiempo desde la ventana de un tren en movimiento por algún lugar de Europa rural.
En resumen, una producción bastante bien lograda, interesante, de alguna manera preciosista pero que tampoco arriesga demasiado. No hay grandes descubrimientos aquí, pero si un sonido acogedor, estimulante y que sostiene emociones por largos tiempos como para llevarnos a estados de ánimo muy intensos más por la repetición y consonancia que por atrevimiento o audacia creativa.
Los temas están titulados y escritos en dialecto suizo-alemán (idioma muy común en en la Suiza natal de este trio (el bajista es músico de sesión) por lo que resulta complicada la traducción. Aun así, intentaremos: Verrat (Traición), Zwang (Fuerza), Trugschluss Vertraue (confianza falaz). Y por descarte diríamos que el nombre del grupo puede ser Tardígrado, un diminuto animal considerado por la ciencia como el ser vivo más resistente que existe. Esto finalmente nos habla de lo personal del grupo y su poca preocupación por trabajar con los estereotipos.
Estemos siempre pendientes de bandas que expanden los horizontes, pues esto asegura la supervivencia y buena salud del metal y el evitar que se convierta en una pieza de museo, bella, pero en desuso. ¡¡A escuchar!!
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