Independiente
Este es un álbum fuera
de toda regla: improbable, inesperado y, sin embargo, imposible de ignorar. ¿En estos tiempos en que
todo está inventado, cuántas veces un disco logra ser tan melódicamente
accesible como conceptualmente arriesgado? La verdad, muy pocas, y Septem de Moths, se presenta como un objeto
sonoro difícil de clasificar, un disco extraño que se desliza entre los
márgenes del metal contemporáneo con una propuesta tan cautivadora como
intrigante. Es una mezcla de contrastes que abarca apertura musical y ruptura
progresista, accesibilidad y riesgo artístico, muy en la línea de las
propuestas más singulares en la escena actual del metal.
El
único punto ciego que puede tener este álbum es, tal vez, su falta de
definición. Esta impermanencia fluye,
cambia, se adapta y nunca se solidifica del todo. Los músicos son
tremendamente buenos para evocar sensaciones cambiantes, y eso se entiende, pero
desde el lado del receptor, se siente a veces que falta afianzamiento, una base
más firme para no tener la sensación de que el piso se nos mueve. Como sucede en los primeros minutos de la
iniciática ‘Sloth’, de denso slow
blues, que al terminar cambia abruptamente a un prototipo de jazz aerodinámico de estructuras flexibles.
‘Envy’ muta desde esta base
experimental hacia el corazón del pop progresivo, trazando líneas melódicas que
recuerdan al synth pop de los años 80 y que difieren bastante de lo escuchado en
‘Greed’,
que es agresión pura y dura desde el primer segundo. Esta canción tiene arreglos corales que luchan contracorriente para no
caer dentro del abismo descomunal de un death metal que, por momentos,
lanza ráfagas de tecnicismo supurante. Incluso
‘Pride’
continúa con este mismo ataque furioso desde una trinchera mucho más
equidistante, dislocando toda noción de
repetición para incorporar elementos del heavy, blues, electrónica y hasta del
rock contemporáneo, todo meticulosamente coreografiado para complacer los
gustos más exigentes. ‘Lust’ tiene compases que
se encajan y desencajan con la intención de quebrar la intensidad, pero no su
carácter. Es una canción con fuerte influencia del nu metal, especialmente en
la forma de procesar las líneas vocales, microafinarlas y empaparlas de efectos
de modulación que rozan lo espectral. El
apartado instrumental está a un nivel top en todos los aspectos, y esto
queda patente en ‘Gluttony’, que presenta
un trabajo de guitarras retorcido, técnico y sin freno al momento de poner
nuestras neuronas al límite con esos diagramas rítmicos en plena ebullición.
Este disco termina por
poner su bota sobre nuestra tumba con ‘Wrath’. Vaya que nos ha
dado una despiadada paliza. Intentar
domesticarlo con etiquetas sería un insulto. Llamarlo doom progresivo
sería mezquino. Si estos puertorriqueños hubieran querido incorporar
dembow en este disco, estoy seguro de que de todos modos les habría resultado
una maravilla. Septem,
de Moths, está tan cargado de intención y carácter que ni el sacrilegio más descarado
lo habría arruinado.
01. Sloth
02. Envy
03. Greed
04. Pride
05. Lust
06. Gluttony
07. Wrath
Publicar un comentario