El «Pecado Original» se renueva
cada mañana y la sombra de la muerte puede sentirse más tangible que nunca con
salvajadas como la que tenemos hoy aquí. Hace 4 años se formó unas de las
alianzas más pérfidas e impías en la historia del metal extremo con la materialización
del split de 12" entre Master & Nunslaughter. En aquel, no
tan lejano 03 de agosto del 2020, ambas agrupaciones reunieron lo más
devastador de su ruin ponzoña, consolidando 19 canciones que traspasaron el
umbral de lo profano. El death metal
jamás sonó tan destructivo como en aquella ocasión.
MASTER
Los dirigidos por Paul Speckmann encarnan una tradición que se ha hecho vigente durante toda su larga travesía por el underground: la de patearte el culo sin el menor remordimiento. Por algo Master es considerado parte de la elite de este género, y como incansables portadores de todo un legado a cuestas, siempre exigen víctimas frescas dispuestas a dar su respectiva cuota de sangre en pos de renovar el infame pacto que demanda ser adorador del metal de la muerte. Es por este motivo que la banda escarba en lo más añejo de su repertorio para incluir en este split dos clásicos que fueron germen del death metal en su momento: "Master" y "Funeral Bitch", pero la exaltación temeraria del pasado no queda ahí, ya que arremeten, sin sopesar matices, con dos temas imbuidos en la dicotomía entre brutalidad y tecnicismo. Ni bien se escuchan "Submerged in Sin" y "Judgment of Will" uno puede sentir como la decadencia moral te convierte en carne de cañón para un mal mayor que opera entre las sombras, oculto bajo la sucia careta del dogmatismo farsante o la corrupción institucionalizada. Si no fuera por la providencia blasfema de canciones como "Shot to Kill" o "Slaves to Society" estaríamos hasta el cuello sin poder expectorar la escoria mugrienta que amenaza con rodearnos.
NUNSLAUGHTER
Al igual que muchos de sus contemporáneos,
estos maníacos obtuvieron una variedad de influencias desde el extremo más
extremo del death Metal, ya sea
europeo, estadounidense o incluso sudamericano, su ideología siempre fue
mantener la esencia del metal blasfemo incorruptible para los puristas e
intolerable para los indignos. De este modo la barbarie violenta desatada a
toda máquina por Nunslaughter tiene
al diablo como mediador de las terribles catástrofes descritas en "Cataclysm", en tanto que las
disonancias existenciales que desembocan en impensables actos de violencia
muestran su lado más perverso con "The
Bog People", y no es una casualidad que "Healing the Possessed", "Don't Mourn for Me", "Looking
into the Abyss" y "Sickened
By the Sight of Christ" también pertenezcan al álbum con mayor ambición
en la carrera de Nunslaughter, y
tampoco es una casualidad que el disco "Angelic Dread" (2014) muestre una lucidez técnica obligada a
rendir servidumbre a la contundencia y rapidez común en el metal extremo. Lo
que si no deja lugar a dudas es que serás arrojado al corrientoso rio de la
brutalidad con una soga amarrada al cuello. Cierra este disco "Pay to Die", un merecido homenaje a
quienes nos enseñaron que el sendero de la mano izquierda siempre representa el
tormentoso suplicio de la existencia descarnada y que el metal extremo tan bien ha
sabido plasmar.
13. Nunslaughter - Pay to Die (Master cover)
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