IMMOLATION - ATONEMENT - 2017 (Nuclear Blast Records)
Listado de Canciones:
1. The Distorting Light
2. When the Jackals Come
3. Fostering the Divide
4. Rise the Heretics
5. Thrown to the Fire
6. Destructive Currents
7. Lower
8. Atonement
9. Above All
10. The Power of Gods
11. Epiphany
12. Immolation (Rerecorded)
Listado de Canciones:
1. The Distorting Light
2. When the Jackals Come
3. Fostering the Divide
4. Rise the Heretics
5. Thrown to the Fire
6. Destructive Currents
7. Lower
8. Atonement
9. Above All
10. The Power of Gods
11. Epiphany
12. Immolation (Rerecorded)
Recuerdo con mucho humor los comentarios acerca de Immolation y de cómo
la gente no entendía el "Dawn Of Possession" (1991) y aún no entiende.
Algunos decían que era Death Metal mal tocado y muy subterraneo para
tenerse detro de los discos más escuchados de aquellos años. Y tampoco
los culpo, porque Robert Vigna y Ross Dolan jamás pensaron en hacer ese
Death Metal convencional y que fuera de masas, debido a que su técnica
desde 1991 y en todos sus discos roza con el lado técnico y por ahí con
unas pinceladas progresivas pero de un corte mucho más extremo y duro.
Sin la necesidad de hacerlo entendible o seguir en la misma ruta de
Death, Atheist, Atrocity (2 primeros álbumes), etc. Siendo una banda
pocas veces copiada actualmente, pero a través de los años Immolation
demuestra ser fiel a su sonido y que hasta el momento no tiene ni un
disco malo dentro de diez discos en estudio (incluyendo este último).
Aunque la mayoría no se haya dado cuenta acerca de los cambios
realizados por Robert Vigna y Ross Dolan a través de diez discos, los
pocos que pudimos sentir estos cambios denotarán que el Immolation desde
sus inicios hasta el "Unholy Cult" (2002) tiene un nivel técnico por
encima de lo normal y que es muy difícil de imitar hasta el día de hoy.
Pero desde el cambio de baterista en "Harnessing Ruin" (2005) y hasta el
"Kingdom of Conspiracy" (2013), la banda tuvo un estatus mucho más
plano y comprensible para los oídos extremos y afinados en la vieja
esencia Death metalera, convirtiéndose en una banda que sea capaz de
mover a miles de nuevos y viejos death metaleros dentro de ese camino
entendible que produjo. Algo que gusto en su tiempo pero que al mismo
tiempo decayó en tecnicismo y peculiaridad de Immolation; es así, que
luego de 4 años. La banda regresa a sus principios e inclusive añaden a
este nuevo "Atonement" su viejo logo bajo el arte gráfico de Pär
Olofsson que retrata perfectamente ese repudio hacia la religión
cristiana y todo ese ateísmo que en principio fue uno de los aspectos
más llamativos de Immolation y hoy en día sigue vigente a través de
tantos años. Y como siempre bajo la tutela de su eterno productor Paul
Orofino, quien ya debería formar parte de la banda desde el "Failures
for Gods" (1999) como segundo guitarrista jajajajajaja.
"Atonement" es un disco que sorprenderá a los oídos enfrascados en lo
sucedido desde el 2005, porque desde el tema inicial "The Distorting
Light". Immolation entra directo al grano y con toda esa parafernalia
incompresible que a uno lo tenía enganchado desde 1991 y que hoy en día
se puede decir que sigue intacta. Hammer Blast beats constantes, pero
son acompañados de riffs y notas disonantes que empiezan el caos clásico
de Robert Vigna. Y como siempre la voz de Ross Dolan con toda esa
monstruosidad en su guturación plana y profunda.
"When the
Jackals Come", es un tema que posiblemente haya sido sacado del baúl de
discos como "Close to a World Below" (2000) o "Unholy Cult" (2002),
porque cuenta con esa misma esencia, con riffs agudos que desembocan en
redobles de perfecto inicio en la tarola, pero desordenados al momento
de cerrar el tiempo. Las partes medías del tema, me recuerda a su época
comprensible de Vigna, solo psicótico y notas sueltas que son los
clásicos instrumentos de la banda.
Pero que gran inicio se
encuentra en "Fostering the Divide", batería disonante y de un beat
distinto a los previos, continuando con ese desorden inigualable en la
batería y que es parte de un toque cuasi progresivesco en sus
composiciones. Juegos de tones, dobles pedales acelerados al inicio que
están por encima del tempo normal de las cuerdas y la voz de Dolan,
siendo un completa devastación auditiva para cualquier amante de la
banda y del Heavy Metal en general.
"Rise the Heretics" es un
tema enfrascado en lo que hace mejor Immolation, música sin orden y sin
parámetros. Manteniendo ese inicio abrupto y en el medio pequeños solos y
pinceladas caóticas que son acompañadas con dosis desfasadas de puros
riffs frenéticos. Y por si fuera poco a los dos minutos con treinta y
nueve segundos, la banda inicia ese camino enfermizo de riffs agudos
como llantos en la peor de las neblinas que se disuaden en los sonidos
iniciales de "Thrown to the Fire". Recordando alguna embarcación
embrujada mar adentro, donde los peores demonios personales de cada
integrante que reside dentro la gabarra se hace cada vez más enfermiza, a
medida que la embarcación sigue adentrándose en la densa neblina de un
mar de riffs, melodías asincrónicas y voces pregonando el peor de los
vaticinios. Los cuales se desencadenan a los tres minutos con nueve
segundos en el final de los tiempos.
"Destructive Currents" es
la canción más metódica dentro de todo el disco, inicio devastador,
medio acelerado y lleno de blast beats, solos de Vigna que asíncrona
todos los ritmos y un final lleno de vibraciones densas y lúgubres que
son marca de casa de Immolation. Luego se tiene "Lower" y "Atonement",
la primera iniciando con un pequeño arpegio psicótico y abriendo poco a
poco la caja de pandora. Donde Robert Vigna entra a calar con todo lo
que tiene entre manos y como siempre Ross Dolan toda una entidad
demoniaca y con guadaña detrás de todos atributos musicales de
Immolation. La segunda canción y homónima del disco es un atributo a la
desesperación de cualquier creyente, cosas directas y de medio tiempo
que son fraseados con riffs poco comunes y desconcertantes dentro de la
carrera de Immolation.
"Above All" es el tema más pegajoso de
todo el disco, no digo que el mejor, porque todos los temas están al
mismo nivel. Pero en el sentido tomado, Robert Vigna toma ese sentido
disfuncional de sus ritmos que lo hace pisar notas progresivas para que
esta canción tenga una pegada impresionante en los parlantes de manera
inimaginable. Y sin olvidar el gran trabajo de Steve Shalaty al llevar
el compás en la tarola inicial, haciendo un juego asincrónico que es muy
muy fácil de entender y al mismo tiempo difícil de seguir con el
headbanging. Porque durante el tiempo perfecto del ritmo principal, la
batería es la encargada de adornar y desfazar todo a cada instante. La
cual sigue en "The Power of Gods".
"Epiphany" cierra el disco de
manera espectacular, con toda esa catedra mostrada a través de cuarenta y
cuatro minutos con cuarenta segundos. Toda una joya actual del Death
Metal y un disco más que prueba que Immolation está dentro de las cinco
mejores bandas de toda la historia del género de muerte. Además de
contener muchos puntos a favor por regresar a sus origines y despistar
todo ese ambiente más pausado y mencionado en el segundo párrafo.
Solo queda decir, gracias Immolation por seguir en tu camino y por el
regalazo de canción regrabada "Immolation" (canción que apareció en una
versión flexi del año pasado de Decibel Magazine) que fue de su primer
disco "Dawn Of Possession" (1991). Extremadamente recomendado!!!
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