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La banda ha experimentado con diversos estilos durante su carrera y todo ello se ve reflejado en las 14 canciones que componen este trabajo que sorprende por lo sólido e inspirado que suena además de la forma cómo han actualizado su sonido. Siendo veteranos, es grato ver que no han perdido fuerza en muchas de sus composiciones, así tenemos mucho Hard Rock con canciones potentes como la inicial "That Was Me", la melódica "Edge of the World", el hit "The Machine",  "Train True" y sus sonidos más clásicos, "The Return of St. Cecilia" que posee un sonido más emparentado con bandas como los clásicos Deep Purple, aunque las más pesadas aparecen al final con "Stand And Fight" que posee riffs muy pesados, "There's a crime" que es algo más veloz aunque sin lugar a dudas, uno de los mejores momentos del disco llega con "The Alchemist" siendo quizás lo más heavy del álbum, de sonido algo Doom por momentos hasta llegar al inspiradisimo solo de guitarra donde la banda roza el Power Metal, por increíble que esto suene. Si bien no le encuentro malas canciones a este álbum, existen momentos muy buenos con canciones que nos atrapan desde la primera escucha, así tenemos a "Tainted Blood" que posee excelente guitarras, un coro muy pegajoso y una voz llena de sentimiento; "Nightmare Epiphany" por su parte es de lo mejor que han rescatado o regrabado pues originalmente lo grabó Buck Dharma,  siendo una canción con un trabajo de guitarras exquisito y sonidos que navegan entre el Country y el Surf Rock, logrando una de las canciones más adictivas del álbum. Finalmente "Fight" cierra el álbum de forma suave con un ejercicio de Rock de corte más melódico y sentimental.

Blue Öyster Cult nos hizo esperar mucho tiempo, sin embargo la espera ha valido la pena pues este álbum es muy sólido y tiene canciones que fácilmente pueden pasar al repertorio en directo de la banda. Si bien es un disco extenso con 14 canciones, hay variedad en el sonido que acoge cada tema, además que posee un gran desempeño a nivel de guitarras que nos mantiene atentos a cada canción, a esto le podemos sumar los excelentes arreglos de teclados, en algunos casos con un sonido muy setentero, finalmente la labor vocal compartida ayuda a reforzar ese sentido de variedad que posee este disco.