Blood Red Throne– "Nonagon" [Reseña] (2024)

 



Género: 
Blackened Death Metal
Origen:  Noruega
Fecha de Lanzamiento: 
 26 de Enero del 2024
 Discográfica:
Soulseller Records



La bestia noruega Blood Red Throne vuelve en su mejor momento con un disco efectivo bajo la manga. No hay mutante, lo suficientemente domesticado, que pueda adentrarse en "Nonagon" sin estremecerse ni alabar los incuestionables méritos de esta producción elaborada desde las entrañas más profundas del black death metal noruego. "Nonagon" tiene la eficacia de una telaraña perversa que atrapa desde el primer instante con sus muchos hilos ocultos, mientras que la brutalidad, técnica y melodía, te someten a un crescendo que se administra con habilidad y con resultados ciertamente apabullantes.


"Epitaph Inscribed" arroja su masa podrida sobre un arte sonoro que surge ahí donde otros se arrastran en decadencia. El tema, a pesar de detenerse demasiado en los términos medios, logra arder al máximo como un fogón de muchas brasas, haciéndote vivir una sensación ultraterrenal en todo momento. De por si las letras hacen eco de la cultura death-tech de su tiempo y plantea una degeneración existencial tras algún tipo de holocausto apocalíptico, y como para darle cuerda al asunto, la música sigue los rastros que conducen a la genialidad distópica de bandas como Deed of Flesh a la hora de ponerle soundtrack a aquellos mundos de pesadilla. "Ode to the Obscene" continua dándole carroña al monstruo de tres cabezas (brutalidad, técnica, melodía,) que nos aprisiona entre sus fauces haciendo de nuestros huesos polvo. La concatenación de despropósitos sigue en "Seeking to Pierce" que deriva a partir de construcciones rápidas  y una amplia variación de secuencias thrashers orientadas al impacto certero, "Tempest Sculptor", por su lado, es un vaivén de entretiempos que lleva un sentido armónico subyacente, bastante bien manejado por la guitarra solista, que por cierto; sabe lucirse tanto a la hora de meter breakdowns cortantes, como al momento de enganchar oídos con algún solo melódico. "Every Silent Plea" no pierde comba en ningún momento al estar elegantemente secundada por arreglos impecables que no se someten en ningún momento al yugo de la linealidad, pero lo realmente genial llega ni bien se escucha "Split Tongue Sermon", aquella sucia mezcla de pus y sangre que se te queda atorada en la garganta.


Es la mejor canción del disco y viene cargada de paradojas que incluso se remontan a la etapa death-industrial de la banda, allá a inicios de los dos mil. "Blade Eulogy" tiene un desenvolvimiento tan descarnado que nunca logra alcanzar su momento cumbre. Todo es una montaña rusa de ráfagas y fogonazos deathers que colapsan con el contraste entre las secciones más groovy y las más melódicas, lo que produce un efecto electrizante que debería atraer a muchos oyentes que normalmente no se interesan por las variedades más oscuras del metal, y esto también se puede palpar en la escalofriante, impredecible y lapidante "Fleshrend" el punto final para esta gran gema renegrida que oscurece hasta lo más hondo del infierno.

"Nonagon" de Blood Red Throne es una composición magistral que te hiela la sangre, sin dar siquiera chance de escapatoria, a quien se le cruce por su camino.







Lista de Canciones:


01. Epitaph Inscribed
   02. Ode to the Obscene  
03.  Seeking to Pierce
04. Tempest Sculptor
05. 
Every Silent Plea 06. Nonagon 07. Split Tongue Sermon 08. Blade Eulogy 09. Fleshrend

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