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Los americanos de Percussor presentan este año su última encarnación, "Ravenous Despondency" un disco de voraces mecanismos tentaculares que pone punto final a un devenir de constantes marchas y contramarchas desde su formación a mediados de los noventas, cuando el siempre angosto camino del death metal aun no terminaba de sumergirse por las morbosas concavidades del subsuelo metálico. Aunque en esta oportunidad los de Filadelfia han tallado un disco de mirada  sintomática turbada de repugnancia, este tedio les inspira a retratar con tanto desdén al ser humano y su soterrada sedimentación cultural.



Es posible que la anomalía histórica de nuestro tiempo haya sido propicia para la inventiva fantasmagórica que estos inadaptados al margen de la humanidad han planteado con la intención de tirar al mundo por la borda. Quizá nunca en su corta carrera musical han llegado a pormenorizar tan bien tal angustia por el esfuerzo vital fallido como en esta ocasión. El punto de partida no da lugar a sorpresas "Systematic Savagery" contiene cierto trazado laberíntico de ganancia voraz, mientras que la batería rueda por las trochas de la barbarie sin control, con ese sonido grind death que se vuelve tornadizo a media jornada cuando la intervención del flujo oscilante del bajo recurre a vías mas transitables o de descanso para el oído. Puntual y preciso para un segundo embate como el de "Ulterior Treachery", ceñido al contorneo dinámico típico del death thrash metal, por momentos muy propio de la escena neerlandesa para ser exacto, aunque con una producción más desgarbada.



"Narcissistic Self Absorbed Disgrace" sigue reproduciendo esa alteridad sin levantar el pie del pedal, la guitarra solista cae en aparente improvisación, en tanto que la rítmica se luce al reproducir los moldes con racionalidad. Con "Moldering Existence" no se presenta soltura abrupta que resaltar, salvo ciertos contrastes combinatorias que pretenden extraer peripecias de una guitarra solista que poco a poco sale del limbo para presentar arreglos elaborados, ya con la llegada de "Perpetual Disdain" la instrumentación solista se prolonga adquiriendo patrones que se despuntan con cada aportación, resaltando los rudimentos de una batería a tope de su desenvolvimiento técnico, así mismo prosigue la instrumental "Degradation" permeada de una cada vez más clara argucia para ofrecer pasajes de brutal intensidad. Todos los caminos terminan y confluyen finalmente en "Bottom Feeder" para cerrar un disco que reproduce una sonoridad intermitente no exenta de recursos de mayor vuelo que la aleja de sus filiaciones estéticas cercanas a aquellos monstruos del death metal noventero.

Percussor nos deja un siniestro storytelling con "Ravenous Despondency", un epitafio que exterioriza cuan sucio y bajo ha caído la condición humana en su ignominia contra todo lo existente, constituyendo además una propuesta de grata facción diferencial que no menoscaba ni la tendencia underground ni la fluidez rítmica.   

Calificación:  9.0/10

Lista de Canciones: