El emblema de la etapa dorada del thrash metal rompe todos los esquemas en la nueva ópera rock del cantante y escritor argentino.
A mediados de octubre Marty Friedman anunciaba a través de un video en redes sociales la colaboración con Daniel Devita, manifestando sus ganas de visitar pronto el país del sur.
El pasado viernes Friedman cumplió 61 años y en las primeras horas de la noche PARADOJA vio la luz en todas las plataformas digitales y en YouTube, donde puede apreciarse el viaje audiovisual en 6 actos que culmina en una explosión de virtuosismo y emoción a cargo del ex socio de Mustaine.
Paradoja es el tercer adelanto de la nueva placa de Devita luego de Me Dijeron Señor y Victoria ante el Tiempo. El álbum completo verá la luz a mediados de 2024.
El año 2020 nos dio muchas producciones de buen nivel y no podían faltar dentro de todo este amplio abanico de estilos, discos instrumentales, como los de Derek Sherinian, Vitalij Kuprij, John Petrucci, Kiko Loureiro y ahora Marty Friedman. El guitarrista radicado en Japón, lleva tiempo suficiente en dicho país como para haber sido influenciado por su cultura, al punto que su sonido siempre tuvo un toque oriental además que antes ya había lanzado 2 discos bajo el nombre de "Tokyo Jukebox" en donde hace versiones de canciones populares de J-Pop o J-Rock y esta tercera entrega no es la excepción. Dicho esto y en vista de lo bien que le va en Japón al gran Marty, es claro que este álbum está más orientado a público japonés y a amantes de dicha cultura que abundan en otros países.
No estamos ante un álbum arriesgado donde Marty se lleve al límite de la exploración o virtuosismo, sino mas bien es un disco para amantes del sonido de su guitarra, pues las versiones que hace no están muy lejos de las versiones originales salvo el hecho de que la mayoría son canciones instrumentales además que el mismo Friedman afirmó que usaría menos efectos en su guitarra en pos de un sonido más crudo u honesto lo cual se cumple hasta cierto punto. Si hablamos de las canciones hay muchos momentos destacables, gracias al sonido de Marty pues su forma de tocar siempre se enfoca más en el sentimiento que en mostrar su virtuosismo, además que los músicos que lo acompañan en teclados, batería y bajo son de primer nivel y su trabajo es disfrutable en diversos pasajes como en la alegre "負けないで" que inicia el disco, "Gurenhua" por su parte sea una de las canciones más conocidas, al menos para quienes ven animes pues es el opening del anime Demon Slayer, aquí la guitarra de Marty reemplaza a la voz de Lisa y el resultado es estupendo. Pero mi momento favorito llega con "The Perfect World" siendo la única canción propia de Marty aunque se trata de una nueva versión, ahora con la voz de Alfakyun y el resultado supera al original en uno de los momentos más emotivos del disco.
Personalmente creo que así no conozcas las versiones originales de las canciones, vale la pena disfrutar de todo el álbum pues la guitarra de Friedman logra transmitir mucho sentimiento y melodía durante todo el álbum, siempre es un placer escucharlo, y si son abiertos a la hora de escuchar música, es una gran oportunidad de conocer un poco más de la música que es popular en Japón. Esperemos se anime en el futuro a hacer versiones de canciones de animes pues aquí le salió muy bien y ya antes estuvo involucrado en Animetal USA, así que tiene experiencia en ello. Si son fanáticos de Marty Friedman, les gusta la música de Japón y buscan un álbum instrumental que no exagere con el virtuosismo, pues este es uno de los mejores que nos ha dado el 2020.
Marty Friedman ha hablado de cuando conoció a su compañero en CACOPHONY Jason Becker durante una entrevista con Rock Talk.
“Jason es mi inspiración para levantarme cada mañana. Es la persona definitivo, no solo un guitarrista, no solo un músico, es la persona definitiva y un modelo de comportamiento. Pero cuando nos conocimos por primera vez, no quería tener nada que ver con él. Yo estaba planeando hacer mi disco en solitario, tenía el 80 % acabado, estaba preparando las maquetas y disponiéndolo todo para entrar en el estudio. De repente Mike Varney de Shrapnel Records me dice que escuche a este guitarrista de 16 años, y accedo. Me envía la cinta y pienso, ‘sí, es muy bueno.’ Y eso fue todo, eso pensé. Pero luego Mike me propone que me reúna con él para ver de que va. Yo estaba muy ocupado con mi propio proyecto, y no podía preocuparme menos otro guitarrista, además Varney siempre me ponía por el teléfono a todos los guitarristas que escuchaba.
Yo estaba un poco de broma con Varney porque quería asegurarme de que mi disco saliera sin problemas. No quería oír hablar de ningún otro guitarrista para nada. Solo quería hacer mi disco, y Varney tenía la llave para eso.
En aquella época yo estaba muy cerca de ser un sin techo así que no quería movidas. Al final le dije que lo enviara a mi casa, así que Jason vino a mi apartamento en San Francisco. En cuanto entró, me encantó. Era la persona más encantadora que puedas conocer. Para nada el típico guitarrista.
Estábamos practicando con pequeños amplificadores en mi apartamento y él era muy, muy Bueno. Todavía no había desarrollado la musicalidad que sacaría después, pero era muy hábil y cogía las cosas muy rápido. El caso es que hicimos esas pequeñas jams y le enseñé algunas cosas en las que estaba trabajando, podía traspasarlas a sus dedos de la forma adecuada. Mi material está lejos de ser ortodoxo, incluso en aquella época era muy, muy atípico, y ver a un persona entenderlo y cogerlo con tanta rapidez, hizo que sonaran campanas en mi cabeza.
Pensé que si alguna vez volvía a tocar mi material en directo él sería la persona que quería que estuviera conmigo. Porque siempre me gustaron los temas de guitarra con muchas pistas, armonizados, y con contrapuntos, ese tipo de cosas son muy difíciles de llevar al directo a menos que tengas otro guitarrista sólido de verdad. En mi caso sólido significa alguien que pueda identificarse con cosas nada ortodoxas. Y Jason lo cogía todo, y su personalidad era genial. Realmente cambie de opinión.
Yo estaba muy dedicado a mi disco en solitario, pero cuando empecé a quedar con Jason pensé que podíamos hacerlo juntos, en directo, y si había alguien con quien hubiera querido hacerlo era él. Al final dejé apartado mi disco y encontré un hueco para meter a Jason en el primer disco de CACOPHONY. Encontré algunas cosas en su maqueta que me gustaban mucho, y a partir de ahí decidí darle algunos huecos para que tocara. Se aprendió todo el material que había hecho antes para hacer el disco, así que grabó mucho en el disco, pero para ser sincero, no sacó su verdadera personalidad hasta después de ese disco. Porque tenía un disco bajo el brazo y comenzó a componer como loco y a desarrollar su propio sentido musical más directamente después de eso, y en si disco en solitario y en el segundo disco de CACOPHONY.
Me encantó desde el primer día y no ha cambiado nada desde entonces.”
