Género:
Una
demostración exacta de cómo la influencia de los ochentas ha sobrepasado sus ya
difusos límites e infiltrado nuestra cultura popular moderna. Lo único negativo
es que, para esta ocasión, no se ha traído consigo ese feeling único
que lo caracterizaba. Sin embargo, debemos ser conscientes y admitir que los
tiempos han cambiado, y discos como ‘Big
Trouble’ de Coffin Feeder
vienen a ser un homenaje temático más que una simple copia musical de algún
grupo que alcanzó relevancia en esa época. También lo considero una parodia
metalizada y alcohólica de la ingente cantidad de películas que nos
bombardeaban desde los cines o videoclubes durante nuestra adolescencia.
Musicalmente, es un caos
de géneros que avanza a trompicones, dejando apenas tiempo para reflexionar
sobre lo desquiciado de algunas de sus letras. Así se presenta ‘There Will Be Trouble’, como
la antesala de lo que está por venir: 'Porkchop
Express' y un descomunal despliegue de deathcore con continuos cambios de ritmo
que dan cabida a los certeros breakdowns
rompe
espina dorsal e interminables trémolos de velocidad
endiablada. ‘If It Bleeds’
es un excelente ejemplo de cómo el deathcore
aporta funcionalidad al metal extremo, algo crucial en los tiempos
actuales, especialmente para refrescar el death
metal cuando resulta demasiado rancio para los oídos de los neófitos. ‘The Destroyer' sigue esta
misma línea, incluyendo variadas intermitencias sonoras que parecen incapaces
de escapar del encierro de su propia aceleración. Un tema excelente, seguido de
‘Love at First Death’
y ‘Plain Zero’, que
incorporan el componente blackened como elemento
activo dentro de una estructura ralentizada y penetrante propia del groove metal. ‘Get to the Party’
y ‘Let Off Some Steam’
sacan el máximo provecho de esto, manteniendo el traqueteo de las pistas
anteriores, pero con una predilección por introducir capas atmosféricas que
combinan death metal, grind, deathcore y hardcore con una implacable producción
moderna.
La batería, sin duda, es una pieza clave; se integra instintivamente con los instrumentos a su alrededor. Cuando los riffs bajan su tonalidad, como ocurre en ‘A Good Day to Die’, se asemeja favorablemente a bandas como Hate Eternal. En resumen, tenemos un disco con una proactividad clara para escapar de lo común, frecuencias cambiantes que huyen a toda velocidad de lo genérico, hasta sumergirse en pasajes de profundidad abisal. Y todo esto, con un manejo astuto de la modernidad, particularmente de ese deathcore capaz de amalgamar todo en una pieza indomable. Ese mismo deathcore que antes dividía a los puristas de los pacharacos, y que ahora los tiene revueltos y alborotados cuando se trata de discutir la mayor cohesión entre los diversos subgéneros del metal extremo hoy en día.
01. There will be Trouble
04. The Destroyer
05. Love at First Death
06. Plain Zero
07. OBEY
08. Get to the Party
09. Let Off Some Steam
10. H.I.S.S.
11. A Good Day to Die
12. The Wrong Arm of the Law
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