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Thrash + Black + D-Beat ¡Así es! Una junta poderosa de aceleración, feeling y sonido. Goat Rider desde Costa Rica trae este explosivo álbum grabado en vivo (con una muy buena calidad de audio, claro que sí) donde cada riff te transportará a querer alzar tu chopp de cerveza y dar una vuelta y media a tu cabeza en la euforia del headbang. Letras que son una oda a satán a la velocidad del thrash metal; teniendo cierta influencia del metal japonés (así como en el sonido y el arte conceptual desde la portada del disco) Goat Rider, no busca reinventar algún sonido, es más bien de esas bandas que podrían reunir en un solo concierto a diversos oyentes de la música extrema.

Arrancamos el viaje sonoro con Black Horn; un comienzo veloz marca el primer paso para armar un destructivo pogo, riffs de sonido clásico que en poco más de dos minutos son detonantes para desencadenar una energía salida desde el infierno.

Llegamos al número 2 del álbum; Goat Rider un tema más black n’ roll con d-beat de inicio; me hace recordar a Inepsy; pero en su versión mas black en lo que respecta a la voz, es el tema preciso para agarrar a tu compañero y echarse unas cervezas… y comenzó la velocidad ahora con Satanic Speed Samurai; ¿Fue acaso corto el descanso con el tema anterior? Es hora de sumergirse en la oscura velocidad de este tema y dejarse llevar hasta que el samurái súbdito de satán te corte con su afilada katana hasta el final del tema.

Cuando escuchamos a Goat Rider dar palabras de agradecimiento a su público… De manera casi simultanea abre paso el bajo para el tema Satan’s Son; en cuanto el crash de la batería marque los tres golpes y los riffs de la guitarra; llegará esa oscuridad para introducirte en el circle pit una y otra vez; llegado Midnight es un booster para el desenfreno del live. 

Hail Bathory; Blasphemy mantienen esa constante de velocidad, oscuridad y Black n’ roll; el último tema sin más para cerrar con Hentai y su invitado Noisegrinder (también apodado Picha) "y al que no se sienta me lo culeo" al unísono del grito del público; trae un tema con sonido netamente influenciado de Japón. Al resumir este disco; puedo decir que me fue algo jodido reseñarlo porque mi cabeza no podía despegarse de la banda ya que disfruto mucho ese estilo pero podría concluir con desear ¡Que este live no se acabe nunca yamete kudasai!

¡Recomendado para fans de Abigail, Inepsy, Midnight y Toxic Holocaust!