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Dentro de todo aquello que ignoramos en el mundo tal vez nuestro cerebro sea 'el mayor desconocido' por la capacidad de intrigas que habitan en su interior. No sabemos casi nada sobre cómo procesa la información y mucho menos sobre el origen de los trastornos psicológicos que afectan a un buen puñado de la población mundial, colmándolos de sentimientos de irrealidad y de extrañeza hacia uno mismo que a la larga provocan un derrumbamiento personal del que muy pocos han llegado a salvarse, siendo las condiciones infrahumanas del manicomio el destino final para aquellas almas atormentadas por el desbarrancamiento de la realidad. Contribuyendo a fortalecer el famoso mito del 'manicomio de pesadilla' llega el disco debut del proyecto blacker experimental llamado Stuporous, próximo a editarse el 25 de Enero del 2024 con la patrocinación de Void Wanderer Productions quienes se encargarán de la distribución de "Asylum's Lament", una placa de ecléctico black metal hecho con la finalidad de retratar la incomprensión hacia quienes padecen de problemas relacionados con su salud mental, y como es de esperarse, la alucinación auditiva es tal que puede dar lugar a la creencia de haber vivido encerrado en una cámara de tortura, desnudo, maniatado y sin ver la luz del sol durante décadas.



Al iniciar "Parasidious Preludium" rápidamente nos damos cuenta que las oscilaciones y los pulsos presentes no están a la par del compás metalero, sino más bien de la improvisación jazzística, pero pasado el primer tema la dinámica deja de ser modulatoria para irse de lleno a su función distorsionadora. En "Throne of Madness" la brutalidad se vuelve una referencia y las voces de Devi transmiten muy bien ese resentimiento hacia una sociedad que no ofrece más que un trato cruel y de las más paupérrimas condiciones de vida para quienes no se encuentran en sus cabales. Excelente trabajo vocal que nos hace imaginar las atrocidades que se cometen en aquellos lugares. "Desperation" apuesta por la textura, por la polifonía como procedimiento enunciativo central. De fondo se escuchan voces agazapadas y dolorosamente melódicas, un trajín que tal vez provenga de la militancia de algunos componentes del grupo con el colectivo musical Zwotte Kring, quienes estarían involucrados en  algunos cambios sustanciales dentro de la escena blacker en Europa, apostando por la experimentación del black metal con otros géneros como el doom, ambient o incluso hasta con el tech death. Prosiguiendo con la canción "Decorating the Willow Tree" entraremos a un lapso en donde la desesperación se transforma en agonía. Felicitaciones a Floris Velthuis, iniciador de este proyecto que demuestra una visión sobresaliente en el arte de provocar toda una gama de sensaciones inquietantes, y un especial reconocimiento para el trompetista Izzy Op por la complejidad armónica que añade a esta obra, algo muy difícil de lograr debido al constante sometimiento a la tensión y al límite.



En contraste "Never Let Me Go" tiene un glamour literalmente sepulcral. De que hay influencias Gothic las hay, de eso no cabe la menor duda, pero todo está muy bien organizado para no perder el hilo conductor, entre tanto "Distorted Echoes" tiene vagas referencias de sosiego y calma ya que siempre aparecen estados de conciencia que despiertan la desazón por una vida consumida por la demencia.

La proliferación de acordes fúnebres nos preparan para el irremediable final: "The Voice That Made Me Do It" es el pórtico para la entrada de eso que conocemos como locura. Un colofón que nos encamina hacia el colapso total. "Asylum's Lament" me ha sacudido con su ambiente funesto. Si piensas escuchar este disco debes tener en cuenta que estarás a punto de ingresar a una pesadilla viviente que tiene como frase de bienvenida: «El que aquí entre que abandone toda esperanza».